Villa de Mazo: un encuentro entre tradiciones, cultura y naturaleza en La Palma

Un pequeño pero pintoresco tesoro entre mar y montaña se alza en la isla de La Palma, en Canarias, perteneciente a la red de Pueblos Mágicos de España. Con una historia rica y un entorno impresionante, este destino combina a la perfección cultura, tradición y una naturaleza exhuberante. El lugar perfecto para los que buscan desconectar y al mismo tiempo sumergirse en la verdadera esencia canaria.

Es considerado tradicionalmente el municipio artesano por excelencia de la isla, pues cuenta con el mayor número de artesanos y una amplia representación entre los diferentes oficios. En sus alrededores se respira historia y cultura, con una importantes escuela que basa sus enseñanzas en cestería de colmo y de palma, alfarería tradicional, telar o bordado. Un espacio donde el pasado y el presente se entrelazan, dando paso a la identidad palmera.

Un paseo por la historia

Más atrás aún ha quedado el yacimiento del Parque Arqueológico de Belmaco, el primero descubierto en Canarias. Está conformado por una preciosa estación de grabados rupestres geométricos, con espirales, círculos concéntricos y meandriformes. La cueva de Belmaco presenta unas magníficas condiciones de habitabilidad y sirvió de hogar para los benahoritas, los capitanes del cantón de Tigalate, los hermanos Juguiro y Garehagua.

Su casco histórico supone un paseo por la historia del lugar, entre sus pronunciadas calzadas empedradas que conducen a la maguia arquitectónica repleta de elegancia y solidez, que refleja la riqueza y el esplendor de la época. Es también un destino donde la gastronomía toma protagonismo, reflejo de su tierra fértil y su herencia cultural.

Potente gastronomía

Entre sus productos más destacados están los vinos con Denominación de Origen Protegida (DOP) "Vinos de La Palma". Los viñedos locales producen caldos de alta calidad, sobre todo vinos blancos y malvasías dulces, gracias al clima atlántico y los suelos volcánicos. Es también destacable el queso de cabra elaborado por los pastores locales, que ha ganado premios por su intenso sabor y textura única.

Así como la repostería tradicional, con sus famosas roscas, bizcochones, almendrados, pastelones, mantecados y muchas más delicias que no pueden faltar. La agricultura ecológica es un punto muy fuerte tanto para la gastronomía como para la economía local, con productos frescos y naturales como frutas tropicales, verduras y hortalizas. Sin olvidar la miel de abeja.

Vive la tradición de primera mano

Durante este mes, Villa de Mazo se vestirá de fiesta para celebrar algunos de sus eventos más emblemáticos. Uno más populares es el Baile del Borrachito Fogatero -Bien de Interés Cultural-, que se engloba en la festividad de Nuestra Señora de Dolores que se celebra en el barrio de Lodero el 5 de octubre. El Borrachito Fogatero, un muñeco de estructura de vidrio sobre un tonel del mismo material, aparece en la plaza expeliendo pirotecnia mientras danza.

Entre el 9 y el 15 de septiembre se celebran las fiestas de La Salemera, con actividades al aire libre que van desde verbenas hasta concursos de pesca y juegos populares. Del 2 al 8 de septiembre llega el turno de las fiestas del Varadero de La Bajita, que combina la devoción mariana con la alegría popular. Comienza con una romería y una Santa Misa, momento en el que se produce el embarque de la sagrada imagen.

Aunque la experiencia más puramente canaria se vive durante el Corpus Christi. Unas impresionantes alfombras, tapices y arcos verticales decoran las calles del pueblo, confeccionado todo por los vecinos, que utilizan materiales vegetales. Caminar por el casco urbano durante esta época es como adentrarse en un museo al aire libre, donde cada detalle es un símbolo de amor hacia la tradición y el propio pueblo.

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