El pueblo enclavado en una cueva y otros 3 secretos de Islas Canarias: una Ruta Mágica entre volcanes

Bañadas por el Océano Atlántico, Tenerife y La Palma son dos de las Islas Canarias que combinar en un mismo viaje para llevarse una imagen completa de los tesoros naturales de este archipiélago de la Macaronesia. Paisajes volcánicos, adornados con una exuberante vegetación, que esconden tres Pueblos Mágicos de España donde descubrir tradiciones artesanas, joyas geológicas y fiestas cargadas de emoción. Una Ruta Mágica muy completa que te llevará por algunos de los rincones secretos de las islas occidentales de Canarias.

Icod de los Vinos, Tenerife: un drago milenario

Nuestro avión aterriza en el aeropuerto de Los Rodeos de Tenerife, la más grande de las Canarias. Siguiendo la ruta del norte por carreteras que se columpian entre acantilados y nos dejan impresionantes panorámicas del Atlántico, descubriremos lugares cargados de belleza hasta llegar a Icod de los Vinos, nuestra primera parada de esta Ruta Mágica. Fundado en 1501, es uno de los municipios más antiguos de la isla.

En el corazón de la localidad se encuentra el “Drago Milenario”, un árbol icónico de más de 800 años de antigüedad declarado Monumento Nacional en 1917. El parque en el que se alza ofrece bonitos paseos entre la vegetación del entorno con los que aprender sobre la flora endémica. Después de contemplarla, podremos pasear por las calles históricas de Icod de los Vinos para descubrir su patrimonio.

En la costa, la Cueva del Viento acercará una aventura ideal para los amantes de la aventura y la espeleología. Se trata de uno de los tubos volcánicos más largos del mundo, con más de 17 kilómetros de longitud.

Por supuesto, en Icod de los Vinos no debemos dejar de probar sus caldos. Tal y como su propio nombre indica, esta población está muy ligada al vino desde tiempos inmemoriales, y son varias las bodegas que podremos visitar para degustarlos.

Tijarafe, La Palma: cuevas secretas

Volvemos a tomar el avión para dar el salto a la “Isla Bonita”. Entre los increíbles paisajes naturales que le dan este sobrenombre, Tijarafe destaca por poseer algunos rincones perfectos para desconectar y sumergirse en la tranquilidad de la isla. Tranquilidad que se magnifica en lugares como el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente o la Cueva Bonita, una gruta marina de doble abertura situada en las proximidades de la desembocadura del Barranco del Jurado. Según la leyenda, era utilizada por los lugareños para engañar a los piratas que trataban de capturarles como esclavos.

Siguiendo la costa hacia el norte podremos visitar Porís de Calendaria, uno de los mayores tesoros de La Palma. Un pueblecito enclavado en una cueva moldeada por antiguas coladas de lava.

Villa de Mazo, La Palma: artesanía cargada de tradición

Cruzamos La Palma y nos dirigimos hacia el este de la isla para continuar nuestro recorrido en Villa de Mazo, un Pueblo Mágico popular por su tradición artesana. Para seguir su huella, podremos acercarnos a La Casa Roja, un museo que exhibe el arte de los bordados palmeros. Pero será en el Mercado de Artesanía donde podremos adquirir las mejores obras locales, desde cerámica hasta bordados. 

En Villa de Mazo son famosas las fiestas, entre las que merece la pena asistir al Corpus Christi, que tiene lugar entre los meses de mayo y junio, culminando con sus calles decoradas con alfombras de flores.

El entorno natural que envuelve a Villa de Mazo deja maravillosos puntos que también merecen una visita, como el Parque Arqueológico de Belmaco o, siguiendo hacia la punta sur de La Palma, la Reserva Natural de los Volcanes de Teneguía.  

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