España ha hablado: estas son las mejores fiestas de pueblo de todo el verano

Cada pueblo de nuestro país tiene sus propios festejos, la gran mayoría en verano, pero hay algunos que encantan a todo el mundo y nadie quiere perderse.

Fiesta de pueblo
Fiesta de pueblo / Istock

España es conocida mundialmente por sus espectaculares fiestas nacionales que se celebran cada año en las grandes ciudades y que miles de personas de diferentes países visitan para disfrutar de festejos de gran magnitud. Un ejemplo son los Sanfermines, la Feria de Sevilla, las Fallas de Valencia o San Isidro en Madrid, pero si viajamos hasta los pueblos nos encontramos con los verdaderos reyes de la fiesta. Orquestas, romerías, comidas populares y muchas celebraciones más tienen lugar en los municipios de nuestro país que cada año reúnen a toda su población y gentes que vienen de fuera. Obviando que todas ellas cuentan con los festejos tradicionales ya mencionados, hay algunos pueblos de España en los que la celebración va un paso más allá dando lugar a auténticos festivales que no creerías que existen. Los españoles tienen claro cuáles son para ellos las mejores fiestas de pueblo de España a las que hay que asistir al menos una vez en la vida. 

La tomatina, Buñol, Valencia

Durante los últimos días de agosto un pueblo valenciano tiñe de rojo las calles y los corazones de sus habitantes que esperan con ansia la llegada de la famosa Tomatina. Hablamos de Buñol, un pequeño pueblo de la provincia de Valencia en el que durante el año se recolectan grandes y maduros tomates para un festejo muy especial en el que lanzar tomates a tu vecino es posible sin ninguna consecuencia. Esta fiesta que lleva celebrándose décadas llena camiones de tomates para que la gente vestida de ropas viejas y con protección en los ojos, comience una guerra de tomates en la que esta fruta vuela por los aires manchando a todo aquel en el que impacta.

Fiesta de La Tomatina en Buñol

Fiesta de La Tomatina en Buñol

/ JackF | Istock

Además, grandes camiones con cañones de agua van empapando a la población enloquecida mientras disfrutan. Si eso te ha parecido poco, también podrás participar en su famosa rampa engrasada que deberás subir por completo para conseguir el gran premio, un jamón. 

Más de 20.000 personas se reúnen el 30 de agosto (el último miércoles del mes) para celebrar esta batalla que dura aproximadamente una hora y en la que la diversión está asegurada.

El Cipotegato, Tarazona, Zaragoza

Una de las fiestas más grandes e impresionantes de Zaragoza se celebra en Tarazona, un municipio en el que cada 27 de agosto la población sale a las calles para disfrutar del festejo popular del Cipotegato. En esta festividad se escoge a un candidato de los 150 jóvenes que se presentan voluntarios para representar al cipotegato de ese año, un ser disfrazado con un traje verde, rojo y balnco de rombos que procesiona desde el Ayuntamiento hasta la plaza mientras esquiva una lluvia de tomates lanzados por los vecinos. Esta fiesta fue declarada de interés turístico nacional en el año 2009 y no es para menos.

Cipotegato

Fiesta del Cipotegato en Tarazona, Zaragoza.

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El anónimo Cipotegato no descubre su identidad hasta que logra llegar de nuevo al Ayuntamiento tras escalar hasta lo alto del monumento en su honor cuando deja de recibir tomatazos y la población de Tarazona salta de alegría en honor a sus fiestas. Sin duda este festejo merece ser disfrutado al menos una vez en la vida por su originalidad.

Batalla de las flores, Laredo, Cantabria

Lejos de las tradicionales fiestas de pueblo de España donde una orquesta ameniza los festejos culturales generalmente ambientados en lanzamiento de vino, actividades taurinas o comidas populares, se encuentra la Batalla de las Flores de Laredo, en Cantabria. Esta villa marinera del siglo XV llena sus calles de espectaculares e inmensas carrozas decoradas con miles de flores en formas inimaginables acompañadas de niños vestidos a juego con el monumento floral. Cada 26 de agosto los carros cargados con 25.000 elementos florales recorren las calles en una celebración mágica y colorida donde se pueden ver imágenes hechas con flores en forma de indios, astronautas, tigres y todo lo que puedas imaginar.

Batalla de las flores en Laredo

Batalla de las flores en Laredo

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Romería Vikinga, Catoira, Pontevedra

El norte de España cuenta con paisajes dignos de Juego de Tronos o de una película de vikingos, y como no podía ser de otra forma, en Pontevedra existe una celebración que honra a estos últimos. Así es, si viajas hasta Catoira en Pontevedra podrás disfrutar de un viaje en el tiempo que te transporta hasta la época en la que los grandes y poderosos vikingos nórdicos trataban de invadir Galicia ante la resistencia de sus habitantes. El primer domingo de agosto tiene lugar la romería vikinga y la posterior batalla más famosa del lugar en la que vikingos montados en un imponente barco casi diez siglos de antigüedad desembarca en la orilla y comienza la pelea en la arena y el final del mar contra los aldeanos que tratan de evitar ser conquistados.

Romería Vikinga en Catoira, Pontevedra

Romería Vikinga en Catoira, Pontevedra

/ MIGUEL RIOPA/AFP | Getty Images

Este espectacular festejo que parece sacado de una película, culmina con una gran comida popular en un municipio decorado al estilo medieval donde el sonido de las gaitas recorre las calles hasta la madrugada y donde los habitantes disfrutan de una fiesta al más puro estilo vikingo. 

Batalla del vino, Haro, La Rioja

Con lo que nos gusta lanzarnos cosas en este país no podíamos olvidarnos de Haro, un pueblo de La Rioja en el que su bien más preciado se convierte en un arma de guerra. Hablamos de la Batalla del vino de Haro, un festejo que tiene lugar el 29 de junio y cuyo dress code es el blanco y el pañuelo típico de fiestas. En esta batalla campal se lanzan, disparan, vuelcan o derraman cientos de litros de vino con la intención de manchar lo máximo posible a aquel que tengas al lado y tratar de borrar el color blanco de la ropa para convertirlo en morado del vino. Esta fiesta está considerada de Interés Turístico Nacional y se encuentra incluída en la festividad que se celebra en honor a San Pedro.

Batalla del vino en Halo, La Rioja.

Batalla del vino en Halo, La Rioja.

/ CESAR MANSO/AFP | Getty Images

En este festejo del vino también se presencia un acto religioso en el que se coloca el Pendón de la ciudad en lo más alto de las peñas y se realiza una misa que precede a la Batalla del Vino. Tras una guerra en la que no hay amigos ni seres queridos, solo enemigos a los que llenar de este jugo de uva, los habitantes de Haro ya aquellos que han acudido hasta allí para la fiesta, se dirigen de nuevo hasta la plaza de la Paz en las que como indica la tradición darán 12 vueltas para poner el punto final a un festejo que encanta a todo aquel que lo presencia. 

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