Dónde viajar en agosto si tienes poco dinero: de Extremadura a La Rioja pasando por Castilla y León

Agosto es el mes de vacaciones por excelencia. Las ciudades se vacían; los pueblos que forman parte de la España Vaciada vuelven a ver sus calles repletas de niños correteando, recuperando el esplendor de antaño; los vuelos chárter al Caribe llevan a muchos viajeros al otro lado del Atlántico para disfrutar de playas paradisiacas… Todo el mundo tiene un plan, con independencia de la capacidad económica. Y si en tu caso, este año buscas dónde viajar en agosto con poco dinero, aquí te ofrecemos tres alternativas low cost que nos llevan a Extremadura, Castilla y León y La Rioja. ¿Nos acompañas?

Cáceres en modo low cost

Elegimos como primer destino Extremadura, y más concretamente, la provincia de Cáceres. Más allá de su capital (que siempre es un acierto visitar), el viajero va a poder encontrar un plan veraniego inigualable y sin necesidad de avistar la costa o darse un chapuzón en el mar.

Numerosas piscinas naturales y gargantas, embalses y un gran río, el Tajo, y sus afluentes, convierten a esta provincia extremeña en un destino veraniego de primer nivel donde practicar turismo fluvial, turismo activo acuático, turismo termal… o simplemente disfrutar del sol, los baños sin masificaciones y unos precios low cost. Tanto hoteles con encanto (los hay incluso con Estrella Verde), como casitas rurales son una buena opción de alojamiento. Y si lo que prefieres es ir por libre, siempre podrás alquilar un apartamento que será el campo base perfecto para descubrir las inmediaciones.

Zamora: turismo rural

Cualquier provincia de Castilla y León es un buen destino vacacional, ya que la comunidad puede presumir detener unos precios muy competitivos tanto en restauración como en alojamiento. Y en esta ocasión nos dirigimos a Zamora para descubrir una región única, envuelta en robles y castaños, con pueblos que merece la pena visitar. La oferta de turismo rural es sensacional, pero otra buena opción es coger la autocaravana y echarse a las carreteras.

El viajero debería dedicar un día a descubrir la capital, que con su toque medieval se levanta como un conjunto histórico artístico de los más importantes de la Península bañado por los ríos Duero, Oca e Iber. Y es que descubrir Zamora es descubrir los más de veinte templos románicos que se encuentran en el casco histórico y alrededores y le otorgan a la ciudad el honor de ser la capital con más iglesias románicas del mundo.

La Rioja: siempre un buen plan

La Rioja en verano es un destino perfecto para disfrutar de vinos únicos, paisajes naturales, una interesante vida cultural y deliciosa gastronomía. Comparada con otras regiones de España, el precio del alojamiento, comida y actividades es considerablemente más bajo. El viajero podrá hospedarse según su presupuesto en coquetos hoteles boutique, acogedoras casas rurales o albergues, si buscamos la alternativa más económica. Y lo mismo pasa con la comida, ya que muchos restaurantes locales ofrecen menús del día. Y si no, siempre está la opción de comer a base de pinchos. Por si queda algún despistado: si se visita Logroño hay que pasar sí o sí por la calle Laurel.

Si buscas un plan de naturaleza, La Rioja ofrece paisajes impresionantes como los Montes Obarenes, la Sierra de la Demanda o el Parque Natural de las Lagunas de Neila, que son ideales para practicar senderismo y observar la fauna local. Además, el río Ebro y sus afluentes proporcionan lugares perfectos para disfrutar de actividades acuáticas.

Y si eres más urbanita, la ciudad de Logroño, y los monasterios de San Millán de la Cogolla, Patrimonio de la Humanidad, son visitas obligadas. Al igual que hay que descubrir la tradición vitivinícola de la zona descubriendo alguna de sus bodegas, desde Haro (que tiene el barrio más bonito de España) hasta Ezcaray, pasando por Cenicero.

En definitiva, que el verano muchas veces es sinónimo de precios prohibitivos, pero existen algunos lugares en los que, casi como por arte de magia, el dinero te cundirá mucho más.