Las ventajas de vivir en los pueblos de España, comunidad a comunidad: desde vivienda gratuita a un kit de bienvenida

Vivir en un pueblo los 365 días del años se puede hacer pesado para muchos: pocas cosas que hacer, poca gente con la que cruzarte por la calle, mucho frío, mucho calor... Sin embargo, los pueblos españoles tienen muchas más ventajas de las que pensamos -y son muy bonitos-, empezando por la tranquilidad y acabando por las ayudas que se dan a los que han nacido allí.

Desde el año 1288, en Vejer de la Frontera (Cádiz) existe la tradición de las Hazas de la suerte. El rey Sancho IV fue el primero que lo impulsó como una manera de explotar las tierras comunales e incentivar a asentarse en el municipio. Así, todos los años -coincidiendo con el día de la Lotería de Navidad- los locales que han nacido o llevan más de 20 años viviendo allí entran en un sorteo de 232 hazas -parcelas de labor-. Para los ganadores, explotar una de esas parcelas durante cuatro años y recibir un ingreso extra de 6.000 euros en ese tiempo.

El envejecimiento se ha disparado en esta región durante los últimos años. Los jóvenes se van para estudiar o buscar un trabajo más allá de los pueblos. Por ello, los jóvenes que se decidan por adquirir una vivienda en municipios con menos de 10.000 habitantes pueden recibir hasta 10.800 euros de ayuda, teniendo como límite el 20% del precio de adquisición.

En esta comunidad llena de encantos pero completamente olvidada, vivir en un pueblo es casi una fantasía en todos los sentidos. En Madrigalejo (Cáceres), por ejemplo, se dan 3.000 euros por nacimiento o adopción; mientras que en Higuera de la Llerena (Badajoz), se sufragan los gastos escolares, lo relacionado con el aseo personal y los babis personalizados. Además, también se facilita la adquisición de una vivienda en un núcleo de población pequeño a jóvenes (entre 18 y 35 años) con pocos recursos.

En el año 2022, la región lanzó un paquete de 2,6 millones de euros en ayudas para los jóvenes que se mudaran a un pueblo afectado por la despoblación. Así, en Castilla-La Mancha hay deducciones en el tramo autonómico del IRPF de hasta el 25% para contribuyentes con residencia en municipios despoblados. De igual manera se establece una deducción del 15% por adquirir o rehabilitar una vivienda y por cambiar de residencia por motivos laborales.

Las escuelas suelen ser las principales afectadas cuando un pueblo se vacía. Era el caso de El Toro (Castellón), que contaba con 281 habitantes a los que ha sumado 43 en un año. Esto se debe a que concede 100 euros mensuales por cada niño menor de 12 años para mantener la escuela abierta además de un año de vivienda gratuita para facilitar a las familias que se establezcan.

En este último año, el gobierno regional ha diseñado deducciones fiscales para impulsar la vida en 75 municipios de menos de 2.500 habitantes: desde descuentos de hasta 1.000 euros en el IRPF a menores de 35 años hasta un 10% de descuento en el IRPF para lo que compren o restauren viviendas en estos lugares.

Diversos municipios ofrecen ayudas a los que quieran vivir en un pueblo de Aragón. Uno de ellos es Griegos (Teruel), donde se otorga a los nuevos residentes empleo y tres meses de alquiler gratuitos -el precio del alquiler ronda los 225 euros mensuales-. Otro es Utrillas (Teruel), donde los niños nacidos en 2022 llegaron con cheques de 1.400 euros, un queso artesano y un pan "debajo del brazo".

Por otro lado, seis municipios de la comarca de Somontano (Huesca) regala un kit de bienvenida a los nuevos habitantes que incluye un llavero, una carta, un calendario con los festivos locales, un álbum para dejar los recuerdos del primer año, un vale para visitas guiadas por la comarca y un documento para editar un vídeo de presentación de los nuevos niños.

El Gobierno riojano propone una deducción del 20% del alquiler y de los gastos de luz y gas para los jóvenes menores de 36 años que hayan establecido su residencia en un municipio pequeño.

Ourense se ha convertido recientemente en el lugar del mundo donde más centenarios viven, destacando los espacios rurales, donde no residen prácticamente jóvenes. Por ello, el proyecto 'Ourense Rural es Vida' quiere revitalizar las pequeñas localidades invirtiendo 150.000 euros en los Fondos Next Generation para promover el emprendimiento, el teletrabajo y servicios innovadores.

Por su parte, en la comarca de Ferrolterra (A Coruña) invierten en ayudar a familias con bebés: 1.000 euros por el primer hijo nacido, adoptado o acogido; 2.000 más si presenta diversidad funcional; 2.000 por el segundo y 3.000 si tiene alguna diversidad.

Asturias es una de las regiones más despobladas de España, por lo que 53 concejos en riesgo de despoblación hay deducciones de hasta 1.000 euros por alquiler, por adquirir y rehabilitar una vivienda, por establecerse en zonas rurales siendo autónomos o por gastos de escuelas infantiles.

El gobierno decidió premiar a los lugareños que regresaban a Cantabria desde el extranjeros con 1.000 euros o 400 para los que llegaran de otros lugares de España. Además, se ha puesto en marcha un programa personalizado de dispensación de medicamentos para reforzar la asistencia sanitaria a pacientes mayores y personas polimedicadas de áreas rurales.

Las zonas rurales de Navarra buscan emprendedores para revivir a sus pueblos con baja densidad de población. Azuelo y Bargota, con 32 y 262 habitantes respectivamente, están abiertos a recibir nuevos habitantes que serán acompañados durante el cambio y ayudados a la hora de encontrar un trabajo y una vivienda. En el caso de Azuelo, se ofrece gestionar el centro cívico -bar y local social- a cambio de una vivienda completamente gratis.

Torrebesses (Lleida) bonifica en un 95% la licencia de construcción de obras a menores de 35 años y en Camarasa (Lleida) hay 11 parcelas públicas a mitad de precio para familias jóvenes. La Generalitat oferta ayudas para rehabilitar residencias vacías en entornos rurales y de montaña para fomentar la reforestación. Este año aprobó también un programa que otorga trabajo y vivienda durante doce meses a refugiados e inmigrantes en pequeñas poblaciones.

La diputación de Álava ofrece una deducción de 1.000 euros por dar comienzo a una actividad económica o negocio en zonas rurales. Si la persona emprendedora es una mujer, entonces son 1.500 euros.