5 pueblos que debes visitar para decir que conoces Zamora
Descubre los lugares con más encanto en este viaje por las villas más icónicas de Castilla y León
No se ganó Zamora en una hora. Por la misma regla de tres, tampoco podrás verla toda en el mismo tiempo, pero por algo hay que empezar si no quieres perderte un verdadero diamante en bruto. Zamora es una de las provincias con más riqueza arquitectónica y cultural de Castilla y León y, mucha de ella, reside en sus pueblos.
Estas villas de la España vacía, no son precisamente desconocidas, pero tampoco zonas de turismo masificado. Una opción perfecta para redescubrir los rincones más increíbles de Zamora y darse un paseo por la historia.
Puebla de Sanabria
Al noroeste de la provincia, en una zona donde se encuentra uno de los lagos más bonitos de España, nos topamos con este bello lugar convertido en fuero por Alfonso IX hace ocho siglos. Además, en el año 2017 fue incluido en la lista de Los Pueblos más Bonitos de España.
Su condición de lugar estratégico ha hecho de este lugar una verdadera fortaleza, con uno de los castillos medievales mejor conservados del país, el de los Condes de Benavente. Tampoco puedes perderte lugares como su casco histórico o su museo de gigantes y cabezudos.
Benavente
A 65 kilómetros al norte de Zamora se encuentra este lugar de fábula. Situado en el enclave de los ríos Órbigo, Esla y Tera, destaca por estar rodeado de una rica vega. Durante mucho tiempo fue la cabeza de la provincia de las tierras de Conde de Benavente. Esto nos ha dejado un patrimonio histórico que es prácticamente único.
De ir, es indispensable pasarse por la iglesia de Santa María de Azogue que, además de situarse en el centro de la villa, es el punto de partida de las calles más importantes por las que continuar la visita. Tampoco puede perderse uno el Castillo de la Mota, la Casa de Solita y la Iglesia de San Juan del Mercado.
Granja de Moreruela
Este pequeño pueblo de menos de 300 habitantes cuenta con una de las ruinas medievales más impresionantes que se pueden apreciar en todo el país. Además, en esta villa situada entre Zamora y Benavente, abundan las actividades al aire libre, donde poder disfrutar un día en kayak o dar un paseo por el parque natural de las lagunas de Villafafila.
El monasterio de Santa María de Moreruela contaba con una iglesia monumental de la que se conserva íntegramente el hastial occidental y parte de la fachada norte. Definitivamente, uno de los lugares más abrumadores de esta pequeña parte del mundo.
Toro
Parada indispensable para meterse de lleno en la gastronomía zamorana, Toro es conocido por su comida, así como un lugar muy apreciado para aquellos que hacen enoturismo. Muy reconocibles son los viñedos regados por el río Duero que adornan la región.
Desde luego, visitar las bodegas es una parada indispensable, con lugares como las Bodegas Fariña o la Bodega Valdigal. Sin embargo, puedes darle un descanso al paladar, viendo la Colegiata de Santa María o acercándote al mirador del Duero.
Villalpando
Antigua villa templaria amurallada con un patrimonio único. Su muralla es antiquísima, creada para rechazar la invasión romana en Hispania y que luego fue reutilizada por una sucesión de nobles y militares. El paso de los años se ha dejado ver en esta joya zamorana, en una mezcla de arquitectura templaria, medieval y de otras eras.
Sus lugares de interés son perfectos para el turismo, pero un amante de la historia quedará realmente maravillado al ver lugares como el Castillo de los Velasco o el Palacio de los Condestables. A las afueras, se conservan dos de las cuatro puertas que llegó a tener la ciudad en tiempos medievales, como la de San Andrés y la de Santiago.
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