Las 15 catedrales que debes ver una vez en la vida 

Son testigos mudos que cuentan la historia de los pueblos y las ciudades donde se emplazan. Espacios de una enorme belleza que se consagran como algunos de los puntos turísticos más importantes de las ciudades y pueblos de todo el mundo. Son las catedrales y basílicas repartidas por todo el globo terráqueo.

Algunas tienen arquitecturas capaces de dejarnos sin aliento, o interiores repletos de vidrieras traspasadas por el sol dejando postales únicas. Recorremos el mundo en busca de nuestras catedrales favoritas, esas que visitaríamos una y cien veces.

Construida entre el 1163 y el 1245, la Catedral de Notre Dame de París es una de las catedrales góticas más antiguas del mundo. El nombre de la catedral significa Nuestra Señora y, en este caso, está dedicada a la Virgen María.

En sus ocho siglos de historia ha sido reformada en varias ocasiones, siendo la más importante la de mediados del siglo XIX y, tras el fatídico incendio, la que se está realizando en la actualidad. Una catedral que es historia viva: aquí se vivió la coronación de Napoleón Bonaparte, la beatificación de Juana de Arco y la coronación de Enrique VI de Inglaterra.

La catedral más fotogénica de Italia, dedicada a la virgen Santa María del Fiore (de la flor), fue construida sobre la antigua catedral de Santa Reparata, que se había quedado pequeña para poder acoger a toda la ciudadanía. Una preciosa catedral que ahora es la cuarta más grande del mundo, despues de la de San Pedro en Roma, Saint Paul en Londres y la catedral de Milán.

Esa preciosa catedral la encontramos, curiosamente, en el interior del Castillo de Praga. Su construcción comenzó en 1344 por orden de Juan de Luxemburgo, y se culminó en los siglos XIX y XX. Esta catedral es famosa por albergar en su interior la tumba del llamado “el rey bueno”. Pero también por ser el lugar donde fue la coronación de los reyes de Bohemia.

Una visita obligada en Alemania por albergar en su interior tesoros como la urna de oro con los restos mortales de los tres Reyes Magos, el tríptico de Stefan Lochner y el crucifijo Fero que data del siglo IX. Todo ello adornado con unas impresionantes cristaleras de colores medievales.

No solo eso, pues se constituye como la más importante edificación sagrada del pueblo cristiano y una auténtica joya del gótico ubicada en la orilla izquierda del río Rin.

No hay visita a Roma sin pasar por el Vaticano y su grandiosa Basílica de San Pedro. Este lugar está considerado el centro de la cristiandad mundial, pero no es solo eso... también es la iglesia más grande del mundo y una obra arquitectónica concebida por los mejores artistas italianos de toda una era. En su interior es fácil maravillarse con su grandiosidad o con la colección de tumbas de papas que tiene en su sótano.

Es uno de los iconos de Barcelona y de toda España. Un precioso monumento que se deja ver como el máximo exponente de la arquitectura modernista creado por Gaudí y por el que cada año pasan millones de turistas a contemplar este curioso pero inacabado templo. En su interior quedarse maravillado con las cientos de ramificaciones que suben hacia el cielo es una cosa que se debe hacer una vez en la vida.

La Catedral de Milán, en italiano Duomo di Milano, es una de las catedrales góticas mas bonitas de todo el mundo. La encontramos en pleno centro de la ciudad italiana del mismo nombre y se consagra como una de las iglesias de culto católico más grandes del mundo con 157 metros de largo. En su interior puede albergar hasta a 40.000 personas y, como curiosidad, sus ventanas del coro tienen la reputación de ser las mayores que se conocen.

Nos vamos hasta Córdoba para toparnos con uno de los lugares más alucinantes, sin duda, de toda España. No es para menos, pues es el monumento más importante de todo el Occidente islámico y uno de los más asombrosos de todo el planeta.

Este lugar, en el que el 90 % es una mezquita islámica, alberga en su interior una cuidada e impresionante catedral. De ahí el nombre de Mezquita-Catedral. Aquí nos encontramos con los estilos góticos, renacentistas, barrocos y, sobre todo, el estilo omeya.

Es el templo religioso más importante de la ciudad de Venecia y se ubica en la Plaza de San Marcos, junto al Palacio Ducal. Esta imponente basílica, visitada por millones de personas cada año, ha sido desde siempre el centro de la vida pública y religiosa de la ciudad.

No solo eso, también está considerada como una de las catedrales más hermosas de Europa y de todo el mundo. En ella podemos encontrar una intrigante combinación de estilos arquitectónicos que dan fe de la riqueza y poderío histórico de Venecia.

Es, sin duda, la obra más sobresaliente del arte románico en España. No solo eso, pues también es la meta final de todos los Caminos de Santiago que, durante siglos, han llevado a los peregrinos hacia la tumba de un apóstol. Por si fuera poco se ubica en una de las pocas ciudades santas reconocidas de todo el mundo.

Belleza de estilo gótico. Esta esbelta Catedral de Nuestra Señora de Amberes se empezó a edificar en 1352 sobre una antigua iglesia románica. Una portentosa edificación que tiene entorno a 8.000 metros cuadrados y más de 40 metros de alto.

En su interior destacan las vidrieras de 1537 con escenas bíblicas de grandes órganos e importantes obras de arte como la pintura barroca de Peter Paul Rubens y otros importantes pintores como Murillo o Marten de Vos.

Este edificio está considerado como una de las más antiguas y bien conservadas estructuras cristianas de Inglaterra. Esta catedral la encontramos en el condado de Kent y data del 597 antes de cristo, reconocida por su grandeza y su estilo gótico perpendicular. Pero también por su acentuación en las líneas verticales y por sus espectaculares vidrieras.

Una catedral entre rascacielos ubicada en la quinta avenida de Nueva York, justo enfrente de la estatua del Atlas del Rockefeller Center. Es una de las catedrales góticas más grandes de todo el país y acoge a la archidiócesis de Nueva York. Pero lo que más sorprende es su ubicación, en medio de enormes rascacielos como el Rockefeller Center con sus 66 pisos.

Es uno de los grandes símbolos de Estambul. Es la Catedral de Santa Sofía, Ayasofya como la llaman los turcos. Fue construida durante el mandato de Justiniano entre los años 532 y 537 y está considerada como una de las obras maestras del arte bizantino.

Esta iglesia tiene una gran curiosidad: entre el 1204 y el 1261 fue la iglesia del Papa. Después de funcionar como iglesia durante más de 900 años, en 1453 fue tomada por el Imperio otomano y convertida en mezquita. Los otomanos la dotaron de cuatro minaretes, una escuela teológica y un comedor público.

Sin duda es una de las catedrales más impresionantes de todo el mundo porque se encuentra... bajo el suelo. La encontramos a 48 kilómetros al norte de Bogotá y se deja ver como una moderna construcción realizada por Roswell Garavito Pearl en los años 90.

Se encuentra, concretamente, a 180 metros bajo tierra, en el interior de una mina de sal que ha sido explotada desde 1801 dentro del parque de la sal de Zipaquirá. Esta catedral está considerada como uno de los epicentros de la peregrinación del país.