Notre Dame de París, símbolo de la cultura de Europa

Un incendio ha devastado en la tarde del lunes uno de los símbolos más importantes de la cultura Europea y todo un icono de la historia de Francia: la catedral de Notre Dame de París. En menos de una hora, las llamas devoraron la aguja de la catedral y parte del techo arrasando en parte un templo que lleva desde el siglo XII en pie, que sobrevivió a la Revolución Francesa pero que en pleno siglo XXI ha sucumbido a las llamas. Notre Dame ha sido y es testigo mudo de la historia europea y símbolo indiscutible del arte y la cultura universal. No en vano Victor Hugo la convirtió en icono mundial. Recorremos la catedral más famosa del mundo con algunas de sus imágenes más bellas.

Todo un icono del arte y la cultura universal
Notre Dame sobrevivió a la Revolución Francesa que ocasionó grandes destrozos en su pórtico principal y durante principios del XIX cayó en una especie de decadencia, siendo utilizada como un lugar de almacenamieno más que religioso. En 1804 Napoleón se coronó a sí mismo el emperador de los franceses en la catedral, impulsándola de nuevo. Su aspecto actual se debe en parte a la gran reforma que en el siglo XIX acometió Viollet-le-Duc que la convirtió en todo un símbolo de París.En esa época fue cuando Víctor Hugo escribió la novela que marcó la catedral para siempre y que la hizo, aún más famosa si cabe: Notre Dame de París más conocida como El Jorobado de Notre.-Dame

Las Gárgolas
Notre-Dame es por supuesto, patrimonio mundial de la humanidad, el monumento más visitado de París. Quizá uno de sus mayores atractivos o al menos uno de los más turísticos son sus gárgolas, muchas de ellas construidas a lo largo del siglo XV y protagonistas también de la novela de Víctor Hugo.

Pórtico principal
Pórtico principal de la catedral de Notre-Dame, que increíblemente sobrevivió a la Revolución Francesa. Durante la Revolución, los revolucionarios cortaron las cabezas de 28 estatuas, pensando que eran las representaciones de los Reyes de Francia cuando en realidad eran las de los reyes de Judá. Hasta hoy permanecen decapitadas. Se consiguieron encontrar 21 de ellas que se pueden ver en el Museo de la Edad Media de Cluny, en la orilla izquierda del Sena.

Notre Dame en e siglo XIX
La catedral y sus alrededores, en pleno siglo XIX

Su célebre Rosetón
Sin duda uno de los elementos más impresionantes del templo es su Rosetón, uno de los símbolos indiscutibles de Notre-Dame

Juego de luces
El extraordinario Rosetón de la catedral, visto desde el interior del templo.

Columnata, arcos y vidrieras

Notre-Dame desde atrás
Vista de la parte trasera de la catedral. Aquí se pueden ver bien la aguja que quedó destruida tras el incendio del lunes (que data del siglo XIX) y las dos torres gemelas que forman parte de su fachada principal.Notre-Dame de Paris mide 127 metros (longitud) por 48 metros (ancho) y la nave principal tiene 43 metros de altura bajo el techo. La estructura del techo es del siglo XII y está íntegramente realizada de madera, lo que ha propiciado la rápida propagación del fuego que la ha arrasado en la noche del lunes.

Las importantes reliquias de Notre Dame
Imagen de una de las capillas de Notre-Dame, casi todas construidas en las reformas del XIX. El tesoro de la catedral guarda algunas reliquias relacionadas con la Pasión de Cristo, que, afortunadamente, han podido ser salvadas: La Corona de Espinas, un fragmento de la cruz y uno de los clavos que sirvió para la crucifixión, y que fuero compradas por el Rey Luis IX al emperador de Constantinopla. En 1239 el rey llevó las reliquias personalmente de a Notre Dame mientras se construía un edificio adecuado para ellas (lo que después sería la Sainte Chapelle). Durante la Revolución Francesa, para salvarlas, las reliquias fueron llevadas a la Biblioteca Nacional. Tras el Concordato de 1801, se entregaron al Arzobispo de París, que las depositó de nuevo en Notre Dame en 1806.

Espectaculares vidrieras
Una de las espectaculares vidrieras de Notre Dame

Vista desde abajo
Otra vista de la catedra y su rosetón vistal desde abajo

Un icono de París
Las gárgolas de Notre-Dame han visto pasar la historia de Francia y de Europa bajo sus ojos. La catedral recibe cada año unos 13 millones de turistas. Aunque originalmente datan del siglo XV, casi todas las gárgolas de la catedral han sido reemplazadas desde la Edad Media: de hecho, por su exposición a la intemperie, la mayoría tienen que ser reemplazadas cada siglo o 150 años.

Nave principal
La majestuosa nave principal de Notre-Dame, con las bóvedas ojivales y las vidrieras propias del estilo gótico

La catedral iluminada
La catedral, con una iluminación especial. El interior de la catedral destaca por su luminosidad y ventanales, gracias a los amplios ventanales que se abren en la cabecera, y las naves laterales.

Notre-Dame en primavera
Una de las imágenes más icónicas de París. La catedral de Notre-Dame en primavera.