El pueblo más bonito al que viajar en mayo está en Cantabria

Un pueblo que merece ser la pena recorrido, pues en sus calles es imposible no caer rendido a sus encantos.

Un pueblo perfecto para visitar en mayo.
Un pueblo perfecto para visitar en mayo. / Istock / Jose Miguel Sanchez

Entre las suaves lomas de la costa cantábrica, a pocos kilómetros del mar, el famoso pueblo de las tres mentiras “ni es santa, ni llana, ni tiene mar”, Santillana del mar, es uno de los lugares más hermosos de todo el país. Y en mayo, el mes más primaveral del año, con las temperaturas en agradable aumento, Santillana multiplica los atractivos. Además, todavía no habrá llegado el turismo masivo de los meses de verano, y el paseo por este pueblo rústico y empedrado será tanto más agradable y genuino.

'Ni santa, ni llana, ni tiene mar'.

'Ni santa, ni llana, ni tiene mar'.

/ Istock / Rudolf Ernst

¿Qué visitar en Santillana del Mar?

El pueblo tiene encanto en sí mismo. Las calles sinuosas y las construcciones antiguas son el baluarte estético de Santillana. Pero hay algunos íconos: la Colegiata de Santa Juliana es un monasterio del siglo XII, alrededor de él empezó a crecer la villa y el pueblo. Es una hermosa construcción románica con matices renacentistas y barrocos. Un espectáculo, tanto por fuera como por dentro. El museo de la Tortura también merece una visita: instrumentos de tortura, castigo, humillación y pena capital que se utilizaban durante la inquisición Española. El contraste de la belleza del pueblo y el oscurantismo de este museo es apabullante. Para recuperar el tono del cuerpo, en Santillana es muy típico tomar leche con sobaos. Y es importante llevarse alguno de los deliciosos productos que venden aquí: anchoas de Santoña, queso Picón de Tresviso, cecina de ciervo…

Cuevas de Altamira

Muy cerca de Santillana están las cuevas de Altamira, un yacimiento arqueológico de mucho reconocimiento y prestigio. Después de los sobaos, la leche, y el paseo, es un buen momento para adentrarse en las profundidades de la tierra, la historia y la antropología. Estas cuevas, conocidas como “la Capilla Sixtina del arte cuaternario”. Este santuario natural preserva uno de los eventos artísticos más importantes de la prehistoria. A escasos dos kilómetros del pueblo, esta cueva donde habitaron hombres y mujeres del paleolítico, ha sido consagrada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y es, también, una visita obligatoria.

Pinturas de las cuevas de Altamira

Pinturas de las cuevas de Altamira

/ Istock / JESUSDEFUENSANTA

Como tantos otros descubrimientos importantes de la historia de la humanidad, las cuevas de Altamira se encontraron por casualidad. Un tejero asturiano, llamado Modesto Cubillas, a mediados del siglo XIX, se topo con estas cuevas cuando buscaba a su perro perdido en una partida de caza. En su momento no tuvo ninguna trascendencia el descubrimiento. 150 años después, estas cuevas son uno de los yacimientos más importantes del país. 

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