10 curiosidades que, quizá, no sabías de la Catedral de la Almudena

La Santa Iglesia Catedral Metropolitana de Santa María la Real de la Almudena, o más comúnmente conocida como Catedral de la Almudena, es una construcción de culto católico dedicada a la Virgen María bajo la festividad de la Almudena. Es la sede episcopal de Madrid y fue construida muy cerca de la anterior iglesia, que a su vez fue levantada sobre una mezquita. Aunque es uno de los monumentos más visitados y fotografiados de la ciudad, muchos desconocen su historia o algunos detalles de su construcción. Por este motivo, os presentamos 10 curiosidades que, quizá, no sabías sobre la Catedral de la Almudena.

A pesar de que su construcción empezó en 1879, las obras no terminaron hasta 1993, más de un siglo después. El cambio de estilo que sufrió en sus primeros compases ralentizó mucho la puesta en marcha definitiva del proyecto. Posteriormente, la falta de presupuesto para continuar las obras, dilataron los tiempos de ejecución mucho más tiempo del previsto.

Desde los inicios del cristianismo, los católicos siempre han realizado sus práctica religiosas mirando al este, motivo por el cual sus templos suelen tener una orientación Este-Oeste. No obstante, cuando se planteó la construcción de la catedral, se decidió orientar hacia el norte para que formase parte del conjunto arquitectónico del Palacio Real.

Fue en el año 1993, durante uno de sus múltiples viajes a España cuando Juan Pablo II decidió consagrar la Catedral de la Almudena. Actualmente, el interior de la catedral alberga una capilla en su honor y una estatua en su exterior.

Para la boda de los actuales Reyes de España, Felipe y Letizia, se ordenó poner el interior de la Catedral a punto con vidrieras y murales. Aunque las obras fueron terminadas oficialmente en 1993, las vidrieras se colocaron en 2003 y los murales no estuvieron acabados hasta pocas semanas antes de la boda, en 2004. El encargado de tan complicado encargo fue Kiko Argüello, que presentó más de 1200 bocetos en los que estuvo trabajando durante dos años y medio hasta que se le adjudicaron las obras. El pintor trabajaba de ocho de la mañana a nueve de la noche durante cuatro meses hasta completar su trabajo.

La cripta de la Catedral de la Almudena es una de las más grandes de España, pues tiene las mismas dimensiones que la catedral. La sostienen un total de 400 columnas y en su interior descansan los restos de varios obispos y arzobispos de Madrid.

La imagen de la Virgen de la Almudena que se encuentra en el altar mayor es en realidad una réplica del Siglo XV. Según la leyenda, la verdadera imagen la trajo el Apóstol Santiago, siendo la única talla que tuvo Madrid durante muchos años. Pero en torno al año 700, cuando se inició la invasión árabe, los cristianos decidieron ocultarla en un muro cuya ubicación desconocía la gran mayoría. En el 1083, Alfonso V prometió recuperar la figura, y cumplió tras una intensa búsqueda en la que participó incluso el Cid Campeador. Fue encontrada dentro de una muralla en la zona conocida entonces como la Almudayna. Siglos más tarde, esta talla se perdería definitivamente y en el Siglo XV se ordenó la réplica que ahora mismo ocupa el altar mayor. Además, la Catedral cuenta con otras dos reproducciones, una en la cripta y otra en el muro exterior de la cuesta de la Vega.

En el interior de la catedral podemos encontrar un órgano con cerca de 5.000 tubos, obra del organero alemán Gerhard Grenzing. Se realizó en Barcelona en el año 1999 y consta de cuatro teclados clásicos más uno de pedal. La mayoría de sus tubos se han realizado con distintas aleaciones de estaño. El diseño de su caja es de estilo gótico.

Un aspecto que destaca en la Catedral de la Almudena son sus numerosas campanas, capaces de escucharse por toda la ciudad cuando se ponen en marcha. Tal es su dimensión que la campana mayor, llamada Santa María la Mayor, pesa 5.362 kilos. La más pequeña, la de Santa Cecilia, pesa unos nada desdeñables 138 kilos.

La cúpula de la Catedral de la Almudena supera los 70 metros de altura, y desde su cúspide ofrece unas vistas increíbles de la ciudad.

Cuando se planteó su construcción, la Catedral de la Almudena iba a ser de estilo gótico, pero se decidió cambiar a última hora porque se consideró que este estilo tan recargado no iba a encajar con el entorno. Por ello se planteó una variedad de estilos: neogótico, neorromántico y neoclásico. Por ello, su exterior tiene un estilo más clásico y sencillo, en consonancia con el del Palacio Real. En su interior sí vemos una mayor combinación de estilos.