Así se come en Portugal: mucho bacalao y los mejores pasteles de nata del mundo

Uno de los mayores placeres a la hora de viajar es poder descubrir las diferentes especialidades culinarias de los países que visitamos. Para que la experiencia viajera sea total, hay que lanzarse a probar deliciosos platos llenos de tradición e historia. Solo así, podremos tener una perspectiva del destino completa. Además, la cocina puede llegar a ser un verdadero tesoro y ya hay varias que forman parte del Patrimonio de la Humanidad. Hoy vamos a visitar nuestro país vecino para saborear (aunque sea solo visualmente) los 8 platos más típicos de la gastronomía lusa. ¡Bom proveito!

Si nos dejamos guiar por los tópicos, siempre hay unos cuantos platos bastante reconocibles en cada país. Así, por ejemplo, si viajamos hasta Santo Domingo, no podemos dejar de probar el sanchocho o el mangú, mientras que si comemos en Etiopía, no usaremos cubiertos y la injera será la base de casi todos sus platos. Ahora bien, ¿sabemos qué se come en Portugal? Quizá sea porque compartimos frontera o latitud, pero lo cierto es que muchos de sus platos también están presentes en nuestra cocina. Ya verás como algunos los has probado en más de una ocasión.

Si te gusta el bacalao, Portugal es, sin duda, tú destino soñado. Dicen que hay formas casi infinitas de prepararlo y todas resultan muy atractivas. Lo primero que debe saber el viajero más foodie es que la popularidad de este pescado radica en una combinación de factores históricos, geográficos y culturales. Nos remontamos a la era de los descubrimientos, ya que los navegantes portugueses exploraron aguas lejanas y descubrieron importantes bancos de bacalao en el Atlántico Norte. A eso se suma su durabilidad, gracias a su capacidad de ser salado y secado y a la influencia de la religión católica, ya que durante la Cuaresma se prohibía el consumo de carnes y, por tanto, pescados como el bacalao tenían mayor demanda.

Como hemos mencionado, el bacalao se puede preparar de muchas maneras distintas. Una de las formas más comunes de cocinar bacalao en Portugal es el bacalhau à brás, que consiste en desmigar el bacalao y cocinarlo con cebolla, patatas y huevos revueltos. Otro plato famoso es el bacalhau à Gomes de Sá, en el que se cocina con cebolla, patatas, aceitunas y huevo duro. También encontramos bacalhau com natas o à Lagareiro. Gracias a su versatilidad se puede hornear, asar, freír o cocinar al vapor.

Seguimos con bacalao, ya que sus bolinhas de bacalao merecen un capítulo aparte. A primera vista pueden parecer croquetas, pero estos buñuelos de bacalao son una auténtica delicia y no faltan en cualquier tasca que se precie. Más que una comida en sí, es la típica tapa que se toma junto a una buena Sagres o Super Bock y son el picoteo perfecto en cualquier reunión con amigos. Vamos, que si esta receta fuera valenciana, sería el palto básico de cualquier esmorzaret.

Para hacer unos buenos buñuelos de bacalao hay que cocer patata y luego triturarla para formar un puré suave al que se le añadirá perejil, cebolla, ajo y bacalao desmigado a la sartén. Se mezclará todo para formar una masa y se le dará forma de bolinhas. Estas bolitas se pasan por huevo batido y se fríen en aceite bien caliente. No tienen mucho misterio pero, si se hacen en casa, el viajero descubrirá que no tienen nada que ver con las que se pueden degustar en cualquier bar desde Faro hasta Braganza.

Si algo tienen en común gallegos y portugueses es su amor por el pulpo. El más típico de Portugal es el conocido como polvo à lagareiro, pero, al igual que pasa con el bacalao, también hay diferentes formas de hacerlo. 

El pulpo a la brasa o polvo à Lagareiro se cuece primero y luego se asa a la parrilla con aceite de oliva, ajo y pimientos. Además, se suele servir con patatas asadas al horno. Pero también puedes pedir pulpo estofado (cocinado a fuego lento en una olla con tomate, cebolla, ajo, laurel y otras especias), grelhado (a la plancha con aceite, ajo y perejil) o, incluso, en ensalada.

El caldo verde es una sopa tradicional portuguesa, muy popular en todo el país. Se caracteriza por su color verde de las berzas, que son el ingrediente principal de la receta. 

La receta básica del caldo verde incluye berza, patatas, cebolla, ajo, aceite de oliva y rebanadas finas de chorizo o salchicha portuguesa. En ocasiones, también se le añade un poco de pimentón.

El cocido das furnas es una especialidad culinaria típica de la isla de San Miguel, en las Azores. Se trata de un cocido tradicional que se cocina aprovechando el calor natural de las fumarolas y las aguas termales de la región de Furnas.

La preparación del cocido das furnas es un espectáculo único. Los ingredientes principales son carne de vaca, cerdo y aves, así como embutidos. Además, se añaden verduras como repollo, zanahorias, patatas, nabos o berza. Todos estos ingredientes se colocan en cestas de mimbre y se sumergen en aguas termales o se entierran bajo tierra cerca de las fumarolas, donde se cocinan lentamente durante varias horas con el calor natural del suelo volcánico.

Las sardinas son típicas en Portugal debido a la abundancia de este pescado en las aguas del Atlántico que bañan la costa portuguesa. Además, son muy apreciadas como parte de la dieta mediterránea. Y, si no, valgan los espetos malagueños como ejemplo. 

En cuanto a la preparación, las sardinas se pueden cocinar de varias formas, pero una de las más populares es a la parrilla, especialmente durante los meses de verano cuando se celebran las famosas ‘festas de sardinha asada’ en toda la costa portuguesa.

Caldeirada de peixe es como se conoce a este plato tradicional de la cocina portuguesa. Recibe este nombre debido a su forma de preparación, que consiste en cocer en un caldero diferentes ingredientes que tienen como protagonista al pescado.

Este plato es un alimento típico de pescadores (tanto en Portugal como en Galicia), ya que constituye una excelente opción para entrar en calor durante los meses de más frío. Hacer generalizaciones siempre es peligroso, pero suele resultar común si vas a comer a un restaurante luso y no te acabas la caldeirada que te preparen lo que ha sobrado para llevar. Y es que las raciones de este plato, al servirse en un caldero, suelen ser muy generosas. 

Y llega la hora del postre para acabar esta comida de la mejor forma posible. Los pasteles de nata son uno de los símbolos más reconocibles de la cocina portuguesa y forman parte del rico patrimonio gastronómico del país. Su historia se remonta al siglo XIX, cuando los monjes del convento de los Jerónimos, en Lisboa, crearon esta deliciosa receta utilizando las yemas de huevo sobrantes de la preparación de otros platos. Desde entonces, los pasteles de nata se han convertido en un icono de la repostería portuguesa.

Los pasteles de nata son muy populares en todo Portugal y se pueden encontrar en pastelerías y cafeterías de todo el país. Ahora bien, los auténticos son los conocidos como pasteles de Belém, que solo se pueden degustar en dicho distrito lisboeta. 

Ahora que ya conoces más a fondo los 8 platos más típicos de la cocina portuguesa es momento de organizar una escapada al país vecino para disfrutar de sus paisajes, su cultura y, por supuesto, de su gastronomía.