Después de sentir el vértigo de viajar sola con 16 años, esta periodista digital supo lo que era el amor verdadero: amor por hacer una maleta, amor por descubrir nuevos restaurantes, comidas y experiencias y amor profundo por cualquier rincón de Estados Unidos. Podrá escribir de muchas cosas con pasión, pero sus guiños más especiales los reserva para lo gastro, lo yanki y todo lo que tenga que ver con la magia Disney.