Una playa a las faldas de un monte: San Vito lo Capo

Como si hubieran trasladado la belleza del mar Caribe a un rincón de Sicilia.

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Imagínate una extensión de arena fina que se extiende hasta donde alcanza la vista, con un mar cristalino como telón de fondo, adornado por la imponente silueta de un monte enorme: el monte Mónaco, en este caso. Imagina el mar plácido y muy transparente. Imagina que el mar Caribe ha llegado al sur de Italia, imagina el trópico siciliano. Realmente no hace falta que imagines mucho, porque existe: San Vito lo Capo es el lugar perfecto para el viaje soñado, imaginado, tantas veces buscado y querido.

De estos colores hablamos

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Monte Mónaco

En el extremo noroeste de Sicilia: la playa tiene más de tres kilómetros de arena fina, fina, fina. Al final de la playa se alza el monte Mónaco, un macizo que debe su nombre a que recuerda a un monje arrodillado con las manos juntas en posición de oración. Hay varias rutas para subir los 532 metros. Y las vistas recompensan: la vista del golfo de San Vito lo Capo es espectacular. También se ve la reserva natural del Zíngaro, uno de los íconos de Italia.

Para todos los públicos y para todos los paladares

Además de las virtudes ya nombradas de esta playa: aguas limpias, arenas finas y doradas, estética caribeña a pocos kilómetros de casa, esta playa tiene muchos servicios y está bien equipada y con fácil acceso. Un combo, digamos, perfecto. Deportes acuáticos o largos paseos al atardecer te esperan en esta orilla.

Por esta calle se multiplican los restaurantes

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En este rincón el mundo árabe y europeo ha convivido durante mucho tiempo, y el presente está colmado de ejemplos. Un buen momento para entenderlo y vivirlo es septiembre, cuando se celebra el “Cous Cous Fest”, este festival gastronómico es un símbolo de la riqueza cultural de la zona, y un estímulo económico importante para le región. Son muchos y de muchos países los que llegan hasta aquí para probar sabores africanos en costas europeas. De la fusión nace todo, de la mezcla brotan las culturas, de las playas de Sicilia llegan las vacaciones que esperábamos. La recomendación es evitar los meses centrales del verano: julio y agosto en el sur de Italia se parecen bastante, en términos climáticos, a la sartén donde debe cocinar Satán, así que si se pueden evitar, se evitarán insolaciones, quemaduras y desesperaciones. Mayo, junio, septiembre, octubre: ahí está el secreto, no tan secreto. Evitarás el calor más abrasador y también evitarás los muchos turistas que deciden hacer su viaje en las mismas fechas de julio y agosto. 

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