El pueblo de Tarragona que nadie conoce: alucinarás con sus vistas al Ebro

Este pueblo se encuentra a orillas del río Ebro y está situado en un entorno natural rico y fascinante. Es el lugar ideal para desconectar de la ciudad y disfrutar de todas las actividades que ofrece este encantador destino. Además, se puede apreciar su historia a través de sus paredes, desde los templarios en la Edad Media hasta las batallas de la guerra que enfrentó a hermanos hace no más de cien años.

Miravet, donde el Ebro es protagonista

Ubicado en la comarca de la Ribera d’Ebre, el río Ebro juega un papel crucial en la vida de este pueblo: Miravet. Esta localidad es perfecta para disfrutar de actividades acuáticas, y en el mismo pueblo se pueden encontrar varias opciones para navegar por el río: en piragua, laúd y barco.

También se puede explorar la flora y la fauna del río por el camino GR-99, que va desde el nacimiento del río en Fontibre (Cantabria) hasta el Delta del Ebro. La ruta está dividida en 42 etapas que cruzan España, y en este caso es recomendable ir de Miravet hasta Benifallet, ya que la ruta cruza el núcleo histórico y continúa por caminos cercanos al río durante 12 km hasta enlazar con la Vía Verde.

El Castillo de Miravet: una joya histórica

El Castillo de Miravet se impone sobre una colina con el Ebro a sus pies. Se trata de una fortaleza templaria del siglo XII. Este tesoro se puede visitar, y en él se pueden recorrer estancias como las caballerizas, la cocina, el refectorio, los almacenes y la iglesia.

Cuando los árabes llegaron a la zona, decidieron establecer el pueblo sobre un acantilado para controlar el territorio. Sin embargo, con la conquista de los templarios en 1153, la fortaleza que habían construido se convirtió en un castillo-monasterio. Hoy en día es uno de los mejores ejemplos de arquitectura románica de transición, religiosa y militar de la Orden del Temple en toda Europa.

Del pasado musulmán a la Batalla del Ebro

En el casco antiguo (Cap de la Vila), además de disfrutar de la belleza de las casas sobre el acantilado, se pueden encontrar restos arqueológicos del pasado musulmán del pueblo y de eventos históricos que han afectado la localidad a lo largo de la historia, como inundaciones o la misma Batalla del Ebro.

La ‘Església Vella’ es una iglesia renacentista construida entre los siglos XVI y XVII, que se ubica donde posiblemente había una mezquita. Fue inicialmente decorada con pinturas barrocas de artistas locales, aunque gran parte del arte de la iglesia se perdió durante la Guerra Civil: una bomba atravesó la cúpula, pero no llegó a explotar. Durante esta etapa de la historia española, la iglesia fue saqueada y quemada. Tras estos sucesos, la fue abandonada, ya que se construyó una iglesia nueva en la parte baja del pueblo. En 1980 se recuperó y actualmente acoge exposiciones y conciertos.

La Raval dels Centerers: arte y tradición centenaria

La Raval dels Centerers es un barrio en las afueras de Miravet donde se concentran los 'cantereros' (personas que trabajan la cerámica, especialmente haciendo ‘cànters’). Se establecieron fuera del pueblo en el siglo XIX debido a la molestia que causaba el humo de los hornos y la necesidad de materias primas que no se hallaban en el pueblo. Este arte fue traído por los árabes a la Península Ibérica, y existen documentos que demuestran la presencia de cantereros en Miravet desde 1650.