El Parador que fue convento y palacio renacentista: una joya en el parque alavés de Garaio
Dormir en un edificio que ya fue morada de religiosas y nobles hace unos cuantos siglos es una experiencia única que está al alcance de cualquier viajero.
Si eres un entusiasta de la Historia de España y, además, un empedernido viajero, seguramente tengas una lista con los paradores Esentia que ya has visitado y los que te gustaría visitar. Y es que estos alojamientos son hoteles monumentales situados en lugares históricos y reconvertidos en alojamientos de lujo.
Estos castillos (como el que alberga el parador más pequeño de España abierto en la actualidad), palacios (como el que fue residencia de Alfonso XIII) o monasterios (como el de Cangas de Onís) han sido transformados en auténticos templos hedonistas, pero respetando su esencia histórica y artística. Y, precisamente, hoy viajamos hasta Álava, a tan solo unos 12 kilómetros de Vitoria, para descubrir un parador que data de 1712 y ha sido habitado por la orden de los Carmelitas Descalzos, así como por familias distinguidas como la de los Larrea, que dan nombre al palacio. Bienvenidos al Parador de Argómariz.
En un enclave desde el que se vislumbra la Llanada alavesa, la sierra de Gorbeia y el pantano de Ullíbarri-Gamboa, se encuentra el bello concejo de Argómaniz, un lugar en el que viven menos de 200 habitantes y que puede presumir de estar rodeado de impresionantes espacios naturales.
Napoleón y su visita a Argómariz
Entramos en el palacio renacentista Larrea hoy convertido en parador no sin antes descubrir que en alguno de sus aposentos se alojó en su día Napoleón antes de su salto a Vitoria -Gasteiz; un motivo más que suficiente para que los amantes de la Historia lo marquen como un auténtico ‘place to be’. Además, debido a su ubicación estratégica, ha visto como por allí han pasado romanos, cristianos, musulmanes, judíos e incluso caravanas procedentes de Flandes y Francia.
Medio centenar de habitaciones (53 si queremos ser exactos) divididas en tres categorías (doble estándar, doble superior y junior suite) cuentan con todas las comodidades propias de la Red de Paradores: minibar con una cuidada selección de productos, aire acondicionado, caja fuerte con capacidad para ordenador portátil y un esmerado servicio de habitaciones, así como servicio de prensa y revistas digitales o tecnología ChromeCast.
Cocina vasca en Aletegui
Antes de descubrir el resto de instalaciones comunes de este palacio renacentista vamos a descubrir otra de sus joyas. Y, para ello, debemos subir a la última planta para toparnos con el antiguo granero, lugar en el que se ubica el Restaurante Aletegui. Un espacio con espectaculares techos de madera con artesonado original del siglo XVIII y ventanas en forma de ojo de buey características de la arquitectura vasca.
En Aletegui el comensal va a poder disfrutar de una cocina de mercado y temporada, de corte tradicional vasco pero adaptada a los tiempos que corren. Entre sus plastos estrella, no puede irse el viajero sin degustar, por ejemplo, alguna de sus especialidades, como el bacalao Club Ranero, el pastel de setas silvestres sobre salsa de hongos, el rabo de toro y el goxua.
La situación del parador de Argómaniz lo hace un lugar perfecto para celebrar cualquier tipo de evento. Y, para ello, cuentan con 4 salones en los que se pueden llevar a cabo bodas o reuniones de cualquier tipo. Tanto el salón Larrea como el llamado Argómaniz tienen capacidad para 110 personas cada uno. Y si se busca algo más íntimo, descubrimos el ‘Consejo’, con capacidad para 30 usuarios o la Biblioteca, en la que caben hasta 20 personas para celebrar, por ejemplo, un cóctel.
Los alrededores del Parador de Argómariz
Aquellos viajeros que disfruten del turismo activo tienen justo frente al Parador el Parque Natural de Garaio y, muy cerca, el embalse de Ulibarri-Gamboa, una de las pocas playas interiores con bandera azul de España. También pueden visitar los Humedales de Salburua, recorrer el Paseo de la Senda o realizar el ascenso al Monte Gorbea.
En definitiva, este parador que fue convento y palacio renacentista tiene mucho que ofrecer y, además, cuenta con unas tarifas muy interesantes para el mes de junio, ya que arrancan en los 122 euros. Y si uno se adhiere a su programa de fidelización 'Amigos de Paradores' o pone en práctica algún truco como este, puede llegar a salir más económica la estancia.
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