8 rincones de España que ya deberías haber visitado

España está de moda. Y no lo decimos nosotros (que también) sino la cantidad de viajeros que llegan cada año a nuestro país y a la gran cantidad de premios y reconocimientos que hacen de España un auténtico edén para cualquier explorador con independencia de lo que busque. Y es que dentro de nuestras fronteras tenemos de todo, desde parques nacionales con un valor único, hasta ciudades vibrantes y cosmopolitas o pueblos en los que el tiempo parece haberse detenido.

Resulta enormemente complicado elaborar un listado con 8 rincones de España que ya deberías haber visitado, porque a poco que se conozca el país, los rincones candidatos a entrar en la lista se multiplican como setas. Aun así, vamos a intentar reunir 8 que sirvan para que el viajero que los visite pueda llevarse una imagen de lo más completa del país. 

Arrancamos en Galicia y lo hacemos prestando atención a los diferentes hórreos que salpican su territorio. Estas estructuras tradicionales de almacenamiento de granos tienen una gran importancia cultural e histórica en esta región del noroeste de España. Los hórreos son parte integral del paisaje gallego y representan siglos de historia agrícola y arquitectónica. Además, muchos se ubican en entornos naturales impresionantes, como valles, laderas de montañas o cerca de ríos y arroyos.

Para acercarnos a estas construcciones podemos realizar diferentes rutas por las distintas provincias gallegas, aunque nosotros nos centraremos en Lugo. Una de estas propuestas nos permite descubrir la comarca de la Mariña Lucense, que cuenta con numerosos hórreos en pueblos como Ribadeo, Foz y Viveiro. 

Nos trasladamos ahora hasta Navarra para descubrir la Selva de Irati, uno de los bosques más extensos y mejor conservados de Europa occidental. Alberga una gran diversidad de flora y fauna, incluyendo especies como el ciervo, el jabalí, el zorro y una gran variedad de aves.

Este bosque ofrece paisajes naturales de una belleza, con extensos bosques de hayas y abetos que cambian de color según la estación del año. También cuenta con ríos de aguas cristalinas y lagos y embalses llamativos, como el de Irabia. Además de su belleza natural, la Selva de Irati también tiene un importante valor cultural e histórico, ya que en sus alrededores encontrarás pueblos con encanto, iglesias románicas y ermitas que muestran la huella del paso del tiempo en esta región del norte de España.

Del sur de España es difícil elegir un solo rincón: los pueblos blancos, las costas de Cádiz, o ciudades como Córdoba y Sevilla resultan imprescindibles. Ahora bien, como hay que elegir, en esta ocasión vamos a hacer caso a la inteligencia artificial, que señala que Ronda es el pueblo más bonito de España.

La localidad tiene muchos puntos fuertes, pero la IA se queda prendada del Puente Nuevo, “una majestuosa obra de ingeniería del siglo XVIII que desafía el vacío y se yergue imponente sobre el desfiladero del Tajo”. No es para menos, pues el puente constituye uno de los grandes iconos de Ronda y brinda una vista espectacular del paisaje que lo circunda.

Visitar Valencia en 2024 puede ser una experiencia única debido, principalmente, a que este año ha sido nombrada Capital Verde Europea. Es un destino perfecto con infinidad de atractivos para el viajero; desde la majestuosa Ciudad de las Artes y las Ciencias hasta el casco antiguo con su catedral, la Lonja de la Seda y numerosos museos, como el Museo de Bellas Artes o el ETMO, que puede presumir de ser uno de los mejores de Europa.

Si tuviéramos solo unas horas para disfrutar de Valencia, las emplearíamos en descubrir algunos de sus parques y zonas verdes, que ocupan más de 600 hectáreas y han servido para que la capital del Turia se sitúe a la cabeza de Europa en cuanto a sus políticas medioambientales ecológicas y limpias. Y, para sentirte como un auténtico local, no dejes pasar la hora del esmorzaret, un atractivo único que se ha convertido en todo un arte.

Seguimos prestando atención a los rincones naturales que salpican nuestra geografía y conmueven a cualquier viajero con independencia de su origen, edad o condición. Y, entre estos paraísos terrenales, es momento de visitar el Parque Nacional de Garajonay, área protegida de gran importancia ecológica en la isla de La Gomera. En 1986 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su valor como ejemplo destacado de la laurisilva, un tipo de bosque subtropical húmedo que en tiempos prehistóricos cubría gran parte de la región mediterránea.

El parque alberga una gran diversidad de flora y fauna, muchas de las cuales son especies endémicas o únicas de las Canarias. Entre la flora destacan los bosques de laurisilva, con árboles como el laurel, el brezo, el helecho y el acebiño, mientras que, en cuanto a la fauna, se pueden encontrar aves como el pinzón azul, el petrel de Barolo o el cernícalo. Y hay que estar atentos a la densa niebla que suele cubrir el parque para evitar posibles despistes, aunque la bruma añade siempre un toque de misterio y nos ofrece unos paisajes que parecen sacados de un cuento de hadas.

Otro de los rincones que conviene visitar para decir que se conoce un poquito España es la zona de la Costa Brava, situada en la provincia de Girona. Allí el viajero va a poder encontrar impresionantes paisajes costeros, que combinan acantilados escarpados, playas de arena dorada, calas escondidas, y pueblos encantadores.

La Costa Brava cuenta con un rico patrimonio cultural e histórico, que se refleja en sus pueblos medievales, castillos, iglesias románicas y yacimientos arqueológicos. Algunos de los lugares imprescindibles son el casco antiguo de Tossa de Mar, el monasterio de Sant Pere de Rodes, Cadaqués (lugar de residencia de Salvador Dalí) o el Parque Natural del Cap de Creus. Y si nos ponemos más cosmopolitas, no podemos dejar de visitar Gerona, ya que ofrece una combinación perfecta de historia, cultura y gastronomía, con lugares de interés como su casco antiguo medieval, la catedral o el barrio judío.

Las playas de Menorca son uno de los mayores tesoros naturales de la isla. Sus pequeñas y escondidas calas de aguas cristalinas, rodeadas de acantilados y vegetación mediterránea, ofrecen paisajes impresionantes y son ideales para disfrutar del sol, la playa y la naturaleza en un entorno tranquilo y paradisíaco. 

Estas calas están rodeadas generalmente por un entorno natural impresionante, con acantilados, pinos, matorrales y vegetación mediterránea que ofrecen un contraste de colores espectacular con el mar de aguas turquesas. Muchas de estas pequeñas ensenadas se encuentran en zonas protegidas, lo que garantiza la conservación de su belleza natural. Y, si quieres ir a tiro hecho, no puedes dejar de visitar cala Macarella, considerada una de las más bonitas de la isla, cala Mitjana, rodeada de acantilados cubiertos de vegetación o cala en Turqueta, ubicada en un entorno natural virgen.

La Garganta de los Infiernos es otro de esos rincones que ya deberías haber visitado. Ubicado en un paraje natural de gran belleza en la comarca del Valle del Jerte, en la provincia de Cáceres es una cadena montañosa que ofrece paisajes espectaculares y una gran biodiversidad.

La Garganta de los Infiernos sorprenderá al viajero gracias a sus profundos barrancos, cascadas, piscinas naturales, y una exuberante vegetación compuesta por bosques de robles, castaños, pinos y abedules. Además, ha sido declarada Reserva Natural y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), con el objetivo de conservar su riqueza natural y promover un turismo sostenible en la zona.