Todos los secretos de Fuerteventura: la isla más antigua de Canarias

Baleares y Canarias. Canarias y Baleares. Los dos archipiélagos españoles se llenan de visitantes cada verano y, cada vez más, también el resto del año. El lema 'tourists go home' está empezando a calar en los isleños, sobre todo en los lugares más visitados como Mallorca, Gran Canaria o Ibiza. Sin embargo, todavía hay rincones a los que la masificación no ha llegado y donde el ambiente se torna en un escenario perfecto para la relajación.

Hablamos de la isla más desconocida -y menos habitada- de Fuerteventura: isla de Lobos. Según datos de 2021 tan solo la habita una persona, pero cuenta con una de las playas más bonitas de todo Canarias. Este pequeño territorio puede presumir de ser un auténtico paraíso, aunque antiguamente era refugio de piratas. Para acceder a ella es necesario un permiso especial que concede el cabildo de manera gratuita.

Es sencillo y algunas empresas de ferries lo gestionan junto a los billetes, pero se trata de una medida muy estricta. Los visitantes diarios que se permiten son solo 200 para "conservar su entorno natural" y tan solo puede permanecer allí durante cuatro horas. Un tiempo reducido pero suficiente para disfrutar de algunas de las playas más bonitas de la zona como La Caleta o La Concha.

Hace muchos más años que de la época de los piratas, esta isla ya estaba habitada por focas que medían tres metros y alcanzaban los 400 kilos de peso. Desaparecieron hace poco más de un siglo y, según se cuenta, se marcharon por la presencia del ser humano. Todavía queda el recuerdo de estos animales, pues a la entrada de la isla se puede observar una escultura de dos lobos marinos. Aun así, se conserva una importante diversidad de especies de animales y plantas.

Otros rincones secretos de Fuerteventura

Para llegar a esta misteriosa isla, lo primero es llegar a la árida y seca, pero muy atractiva, Fuerteventura, una tarea muy sencilla gracias a Flowo. Su magia ha llegado a enamorar a celebridades como Miguel de Unamuno, que vivió allí su exilio provocado por las críticas al rey y al dictador Primo de Rivera y lloró al despedirse de aquel lugar de leyenda, cubierto por la calima y de tierras naranjas de las que brota la vida en cuanto cae un poco de lluvia.

La paz se respira por todos los poros de la isla, desde sus volcanes que descansan con calma hasta el oceáno que baña todos sus extremos. Las dunas se elevan en las playas, que cambian su forma cada vez que sube o baja la marea, llegando a convertirse en auténticos desiertos. Una de las playas más famosas de la región se halla en Fuerteventura: la playa Bajo de la Burra, conocida popularmente como 'Popcorn Beach' por la apariencia de sus guijarros a las palomitas de maíz.

Las dunas fosilizadas del barranco de los Encantados o los Enamorados, los grabados geométricos del volcán Tindaya -montaña sagrada para los aborígenes majos-, la lengua de arena de Sotavento y los llamativos edificios entre los que destacan Villa Tabaiba -obra surrealista del artista Carlos Calderón Yruegas- destacan entre las diversas y preciosas maravillas de la isla más antigua de Canarias.

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