¿Te llamas María, Jimena, Alba…? Siete localidades españolas con nombre de mujer

Desde las islas Canarias a las Baleares, pasando por Valencia, Teruel, Almería, Jaén, Sevilla..., en busca de localidades con nombre de mujer. Aquí va nuestra selección:

El blanco y el negro hacen pareja en la localidad de Yaiza, en el extremo sur de Lanzarote. El blanco lo aportan las fachadas relucientes de sus bellas casas tradicionales; el negro, el paisaje volcánico de la isla. Pero también hay color en Yaiza. Sus más de 16.500 habitantes llenan de flores sus viviendas y jardines mientras el marrón de la madera decora balcones y escaleras en edificios históricos como la Casa de la Cultura Benito Pérez Armas y el gris de la piedra hace lo propio con la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, declarada Monumento Histórico Artístico.

Yaiza se asienta sobre el paisaje volcánico que dejaron las erupciones de 1730 y 1736, erupciones que dieron lugar al Parque Nacional de Timanfaya, con el que linda la localidad. También a su derecha se encuentra otro enclave importante de la isla, el paisaje protegido de La Geria, con sus famosas plantaciones de viñas en medio de la lava.

Y como de historia va sobrada Yaiza, solo recordar que en el extremo sur del municipio, en la zona conocida como El Rubicón, se instaló el primer asentamiento europeo de las Canarias en 1402, desde donde se inició la conquista del archipiélago.

De las más de 14.400 mujeres que se llaman Yaiza en España según el INE, el 1,74 % se encuentran en Lanzarote, siendo todas las Islas Canarias el lugar del país donde se ubican más Yaizas.

No son las Islas Baleares el lugar donde hay más Petras en España (es Extremadura), pero sí que hay un porcentaje reseñable de Petras en la isla de Mallorca, lugar donde se ubica la localidad del mismo nombre. De las 17.139 Petras de España según el INE, un 0,93% se encuentra en las Baleares.

Situada en el Pla de Mallorca, la zona más llana de la isla en el interior, Petra es la cuna de Fray Junípero Serra, el franciscano que hizo las Américas fundando misiones, por ejemplo, en varios lugares de la Alta California. Aparte de estatuas y monumentos, el fraile cuenta en la localidad balear con su propio museo en la casa en la que vivió (actualmente de la fundación Casa Serra).

Frutales, cereales, pinares, viñedos y algún encinar visten de verde y amarillo los alrededores de Petra, pero en su zona noroeste, la que linda con la Marina, es la tierra roja la protagonista.

Como todo el municipio está atravesado por una extensa red de caminos rurales, Petra se configura como el lugar ideal para empezar una ruta senderista o en bicicleta. Pero para los que no quieran salir del pueblo, el casco antiguo de Petra está declarado Bien de Interés Cultural, con edificios religiosos que bien merecen una visita, como la Iglesia de San Pedro (una de las iglesias parroquiales más grandes de Mallorca) y el Convento de San Bernardino (donde Fray Junípero empezó sus estudios).

Molinos harineros, bodegas, santuarios, yacimientos prehistóricos, barracas y mercados completan la oferta turística de Petra.

Más de 568.000 mujeres se llaman María en España, pero solo hay un pueblo con este nombre y se encuentra en Almería (provincia donde por cierto, se acumulan un 30,81 % de las Marías del país). Situada en plena comarca de los Vélez, al norte del norte almeriense, María comprende varios núcleos de población: la capital, llamada también María, Cañadas de Cañepla, Cañada Grande, Graj, Casablanca y el despoblado Alfahuara.

Parte del término municipal de María está incluido en el Parque Natural de la Sierra de María-Los Vélez, un territorio lleno de montañas calizas, pinares, encinas, yacimientos arqueológicos y cuevas (como la del Haza, del Neolítico).

Entre las construcciones más notables de María destaca su iglesia parroquial, de la Encarnación, del siglo XVI, con un reloj de sol en sus muros que invita a consultar la hora.

Como María se encuentra cercana a los 1.200 metros de altitud, siendo una de las localidades más elevadas de la provincia, era habitual verla cubierta de nieve en invierno, una bella estampa para los que la visitan en esta época y tengan suerte.

Solo un 1,11% de las 21.562 Jimenas que hay en España son de Jaén, pero la provincia andaluza es la única que cuenta entre sus municipios con un lugar llamado Jimena.

Jimena está en el sur de la provincia, en la cara norte de Sierra Mágina, en un paisaje dominado por los icónicos olivares jienenses, pero también por frutales y huertas. Son famosos sus higos y brevas.

En Jimena también hay huellas del pasado prehistórico, como las pinturas rupestres de la Cueva de la Graja. Mucho más adelante en el tiempo se levantaron su castillo (en la Baja Edad Media) y la Iglesia Parroquial de Santiago el Mayor (de estilo gótico, pero reconstruida en 1960). En el castillo aún resiste a los embates del tiempo la Torre del Homenaje, de planta rectangular y Bien de Interés Cultural.

Al sur de la localidad se encuentra el Pinar de Cánava, perfecto para hacer una excursión, ya que es un monumento natural formado por unos 120 ejemplares de pino carrasco con edades que oscilan entre los 100 y los 250 años.

Apenas hay Constantinas en Sevilla (la mayoría de las 1.497 que hay en España se concentran en León y Cuenca). La localidad sevillana ubicada al norte de la provincia está dentro del Parque Natural de la Sierra Norte. Amplias dehesas se concentran en esta zona, con encinas, alcornoques, castaños, pinos y olmos dando cobijo al gato montés, al ciervo o al jabalí.

Su famoso castillo de origen árabe está declarado Bien de Interés Cultural y desde él hay unas vistas únicas de la localidad. Dos de sus siete torres aún están completas, así como su gran patio de armas y un aljibe semienterrado. Y junto a él, el monumento del Sagrado Corazón. También tiene protección su centro histórico, lleno de casas señoriales (algunas, de estilo mudéjar), iglesias y conventos.

Como curiosidad, el famoso Anís La Violetera tuvo su origen en Constantina y hoy un museo en la antigua destilería recuerda sus botellas, su cartelería...

Una Ruta de las Cascadas, una albufera con un precioso lago y zonas para darse un baño o acampar... La localidad valenciana de Anna, con algo menos de 3.000 habitantes, se lo debe todo al agua. Situada a unos 20 minutos en coche de Játiva, Anna se halla en plena comarca del Canal de Navarrés, un paraje lleno de naturaleza. Sin duda, el lugar estrella de la localidad es el Lago de Anna, a pocos kilómetros del casco urbano. Se trata de una albufera con un pequeño islote en el centro en el que anidan garzas, patos y ocas.

Recomiendan visitar el lago después de que haya llovido, porque es cuando aparecen unos pequeños manantiales llamados ‘ullals’ o ‘brotadores’ que simulan los chorros de una fuente.

Ya en el casco urbano, la estrella es el Palacio de los Condes de Cervelló, un castillo-palacio de origen almohade que posteriormente fue utilizado por varias familias nobles cristianas. Hay reflejos de todas estas épocas en diferentes zonas. Hoy, conocido como la pequeña Alhambra valenciana, alberga el museo etnológico y el museo dedicado al agua.

Y el agua no termina aquí. Anna está lleno de fuentes urbanas que cuenta con su propio camino para recorrerlas, el Camino de las Fuentes. También relacionada con el agua está la Ruta de las Cascadas, que invita a descubrir los gorgos de Gaspar, la Fuente Negra o de Marzo y el Gorgo de la Escalera. Este último está declarado ‘playa continental’ y uno se puede dar un baño en sus aguas tras bajar los 136 escalones que te sumergen en este gran cañón esculpido por las aguas del río.

Y por cierto, de las casi 45.000 Annas que hay en España, un 1,44% están en Valencia, aunque su número aumenta según subimos por el litoral Mediterráneo (un 2,23% en Castellón, un 7,93% en Tarragona, un 8,39% en Barcelona...).

El 5,17% de las 122.286 Albas que hay en España se ubica en Teruel, provincia que cuenta también con una localidad de dicho nombre. Alba o Alba del Campo se encuentra a una media hora en coche al norte de Teruel, sobre el valle del Jiloca. En los alrededores de su castillo medieval del siglo XIII empezaron a levantarse viviendas en el siglo XIV y una iglesia.  Hoy solo se conserva una de las torres de la fortaleza, de planta cuadrada.

Ya en el pueblo de Alba, varias iglesias, ermitas, casas solariegas y varias torres palomeras reciben al viajero. También lo hace el campanario de la antigua iglesia.

Y en sus alrededores, vías ferratas, un aeródromo, la Vía Verde de Ojos Negros y hasta un Centro Ecuestre, el de Santa Eulalia.