La Pobla de Lillet, el pueblo de cuento que enamoró a Gaudí

Sin duda alguna, al oír hablar de Gaudí lo primero que nos viene a la cabeza es Barcelona, pero hay un pequeño pueblo bañado por el verde de la Sierra de Catllaràs, en la región de Bergadá, que no se escapa al paso del tiempo ni al paso del arte. Y es que esta comarca, fue uno de los lugares en los que el artista cultivó su ingenio y su arte, lo podemos comprobar descubriendo el particular Chalet de Catllaràs que diseñó para los mineros de la zona y el Jardín de Artigas, un paraíso de cuento.

Un pueblo medieval

Dejarse abandonar al sonido de la naturaleza combinada con historia y arte, es posible en La Pobla de Lillet, una antigua villa medieval escondida entre los Pirineos catalanes. Este pequeño rincón aguarda una arquitectura medieval tanto en sus casas como en las travesías de sus calles y edificios religiosos que no dejan indiferente a nadie. El río Llobregat rodea el pueblo, y cuatro son los puentes a través de los cuales se puede cruzar para acceder al casco histórico, pero sin duda alguna, el que nos hará trasportarnos en el tiempo será el Pont Vell, el puente más antiguo de la comarca, con un estilo románico del siglo XII.

Caminar por sus empinadas calles entre sus casas de piedra y madera desgastada, nos harán llegar a la zona dónde se encontraba un antiguo castillo fortaleza, del que hoy en día solo se conserva una parte de la fachada. Los dos barrios más históricos del pueblo son el Barrio de la Villa y el Barrio de la Plana, donde está la iglesia, un templo barroco del siglo XVIII que no se escapa al paso del tiempo. Si nos alejamos un poco del casco histórico, descubriremos el Monasterio de Santa María de Lillet, un antiguo templo románico con detalles góticos y barrocos, una auténtica combinación de estilos. Así como la Capilla de San Miguel del siglo XI que se encuentra frente a la iglesia, única por tener forma circular y ¡ni una sola ventana!.

El tesoro de Gaudí

La Poblat de Lillet, es la segunda localidad del mundo con más obras del arquitecto Gaudí, pero ésta no solo destaca por eso, sino por ser una unión entre arquitectura y naturaleza, al encontrarse en medio del paraje natural de la Sierra de Catllaràs.

El chalet de Catllarás

Una de las huellas de Gaudí en La Pobla de Lillet, es este emblemático refugio de montaña mandado construir por su amigo y político Eusebio Güell a principios del siglo XX. Fue destinado para los ingenieros de las minas de carbón de la Sierra de Catllaràs que trabajaban en la zona, y su estilo representa el modernismo catalán de la época y tan peculiar del artista. Su escalera de caracol, su tejado de pizarra y su estilo montañés, nos recuerdan a otros edificios como la Casa Batlló en Barcelona. Ha sufrido varias remodelaciones a lo largo del tiempo, llegando incluso a estar abandonado, pero a día de hoy ya se puede visitar.

El jardín de Artigas

“La mitad de la belleza depende del paisaje y la otra mitad de la persona que mira”, y si nos asomamos a mirar a estos fabulosos jardines sacados de un cuento, lo haremos con la mirada de Gaudí, ya que todos los rincones que esconde son obra de la imaginación del artista.

Mientras el arquitecto español diseñaba el Chalet de Catllaràs y estaba inmerso en la construcción del Parque Güell de Barcelona, estuvo hospedado en casa de la familia de Artigas, una familia del pueblo de La Pobla Lillet. Como muestra de agradecimiento Gaudí decidió diseñarles el jardín de su casa, el cual hace alusión al nombre actual de los jardines y guarda cierto parecido con el Parque Güel de Barcelona.

Los jardines están integrados con el paisaje y bañados por las aguas del río Llobregat, lo que hace que se conviertan en el único jardín húmedo diseñado por el artista. Se encuentra repleto de rincones hipnóticos, como pasarelas, puentes, pasadizos y escaleras con elementos de la naturaleza. El artista jugó con la luz y las rocas y aprovechó el cauce del rio y el verde del paisaje para crear este nexo entre arquitectura y naturaleza tan peculiar.

Las formas geométricas de las barandillas, los puentes, las torres y las fuentes nos envuelven al más puro estilo del modernismo catalán, pero sin duda alguna, la cúspide de los jardines se encuentra en el particular mirador conocido como “La Glorieta”, dónde Gaudí quiso construir esta terraza para contemplar la naturaleza del paisaje desde su punto más alto.

Cómo llegar:

-Transporte público: Desde la localidad de Manresa, a la cual se puede llegar en Renfe o en FGC, se puede coger un autobús que nos llevará a La Pobla de Lillet.

También desde la localidad de Campdevànol, a la cual se puede llegar en autobús, se puede ir en autobús hasta La Pobla de Lillet.

-En coche: por la C16 y siguiendo la carretera de B-402 llegaremos al pueblo.