El mapa con los pueblos más pequeños de España: joyas que merecen ser descubiertas
Pueblos diminutos, pueblos bonitos, pueblos sin gente... recorremos España en busca de los más pequeños de cada provincia, que esconden algunas de las maravillas rurales e iniciativas más interesantes del país.
Mientras que el problema del parque de viviendas en grandes ciudades se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para todos aquellos que quieren vivir en las urbes, la España Vaciada se queda sin gente y son muchos los pueblos que, año tras año, corren el riesgo de convertirse en pueblos fantasma. Para ello, poco a poco se van buscando soluciones, como ofrecer vivienda gratuita o un kit de bienvenida. Eso sí, por ahora, hay pueblos cuyo número de vecinos se puede contar con los dedos de las manos. ¿Quiéres saber cuáles? Aquí tienes el mapa con los pueblos más pequeños de España: joyas que merecen ser descubiertas.
Desde el pueblo coruñés de Abegondo, que cuenta con tan solo 8 habitantes hasta Balconchán (Zaragoza) con 17, los pueblos que aparecen en este mapa son un ejemplo de resiliencia. La mayoría están habitados por gente mayor que se resiste a dejar atrás su tierra y sus raíces. Y, aunque el futuro es incierto, ya son muchos jóvenes y nómadas digitales los que escogen pueblitos pequeños para vivir y poder arrancar negocios locales. Además, cada vez hay más iniciativas que promueven el turismo rural para que esos pueblos no acaben como otros pueblos deshabitados, como Aldealista, el 'Tinder' de la España Vaciada.
A Coruña: Abegondo
A Coruña cuenta con 18 comarcas y un total de 96 municipios. Y, dentro de cada uno de ellos, hay diferentes unidades poblacionales. Ahora bien, allí mejor hablamos de concellos y parroquias y así nos entendemos todos. La despoblación es un problema serio por estos lares y, desgraciadamente, hay bastantes aldeas que no superan la decena de personas en época invernal. En el municipio de Abegondo, sin ir más lejos, encontramos la unidad poblacional de Cruz Barreiros que, en 2023, cuenta con una población total de 8 vecinos (7 mujeres y 1 hombre para ser más exactos) o Merdil (en el que las tornas se invierten y descubrimos 7 hombres y solo 2 mujeres).
Álava: Urbina Basabe
Urbina Basabe tiene el mérito o la desdicha de ser el pueblo menos habitado de Álava. Desde luego que en este pueblo habrá calma, pero también habrá miedo por el futuro, ya que no puede haber mucho futuro en un pueblo con cuatro habitantes. Urbina Basabe no aparece en las búsquedas de Internet y no tiene mucho registro histórico más allá de la torre adosada a la iglesia monasterial dedicada a San Pedro, construida en el siglo XII y considerada una de las más antiguas de Álava.
Albacete: Villa de Ves
El pueblo albaceteño de Villa de Ves tiene más de diez siglos y se convirtió en villa en 1272 bajo el mandato de Alfonso X el Sabio. Hoy en día solo 61 personas viven allí disfrutando de enclaves tan mágicos como el Santuario del Cristo de la Vida, en lo alto de un promontorio y desde donde se tienen buenas vistas del embalse de El Molinar, otro de los encantos de Villa de Ves y lugar perfecto para la práctica de deportes de aventura y actividades en la naturaleza.
Alicante: Tollos
Tollos, el pueblo más pequeño de Alicante con tan solo 56 habitantes, destaca por su increíble belleza y su deliciosa gastronomía. Enclavado en las faldas de la Sierra de Alfaro destaca por un paisaje salpicado de olivos y cerezos que decoran los campos y constituyen una de las actividades principales del pueblo junto a la ganadería. Una de las visitas imprescindibles en tu viaje a Tollos es la iglesia de San Antonio de Padua, un edificio parroquial que se construyó durante la Reconquista española sobre las ruinas islámicas.
Almería: Benitagla
Enclavado en la Sierra de los Filabres se encuentra Benitagla, un pequeño pueblo almeriense que solo cuenta con apenas 53 habitantes. Pese a ser un paraíso perfecto para la desconexión, el viajero debe saber que no cuenta con demasiados servicios; eso sí, hay un cajero automático que te permitirá obtener ‘cash’, aunque no tengas lugar cercano en el que gastarlo.
Asturias: Noreña
Viajamos hasta el concejo de Noreña para descubrir un enclave en el que viven en torno a 5.000 personas en tan solo 6 kilómetros cuadrados. Este municipio es famoso por su industria artesanal que desde el siglo XVI trabaja el calzado y curtido de cuero que componían la principal actividad económica del lugar. En la actualidad, la actividad principal de Noreña es la industria cárnica de la fábrica La Luz creada en el año 1882.
Ávila: Blasconuño de Matacabras
Blasconuño de Matacabras es el municipio con menos habitantes de Ávila con un total de 14 personas. Su historia se remonta al año 1250, por lo que es considerada una aldea de origen medieval. Y son sus pocos edificios (en su mayoría pequeñas casas de una sola planta) los que han creado la esencia del pueblo. Imprescindible resulta también acercarse hasta la imponente iglesia mudéjar de San Martín.
Badajoz: Reina
A Reina, el pueblo más pequeño de Badajoz gracias a sus 150 habitantes, también se le conoce como el "balcón de la campiña sur", gracias a las impresionantes vistas que ofrecen sus cerros. Desde los muros de la alcazaba del pueblo, se pueden ver otros municipios de los alrededores. Y las sierras colindantes y largos paisajes de llanuras, colinas y monte, mucho monte.
Baleares: Escorca
Viajamos hasta la isla de Mallorca para descubrir Escorca, un pueblo enclavado en la Sierra de Tramuntana en el que viven 187 personas. Sus habitantes, conocidos como escorqueros o lluqueros, viven desperdigados en diferentes casas de campo mallorquinas donde el silencio solo se ve interrumpido por el canto de los pájaros. Y es que en el pueblo más pequeño de Mallorca solo encontramos una pequeña tienda de recuerdos y una panadería en la Plaza Peregrins, junto al monasterio de Lluch.
Barcelona: Puigdáber
Llega el momento de descubrir el pueblo más pequeño de Barcelona y debemos dirigirnos hasta Puigdáber, un municipio de tan solo 0.62 kilómetros cuadrados en el que conviven 555 habitantes. El pueblo cuenta con varios lugares de interés que no puedes perderte en tu visita al municipio. El más famoso de todos ellos, es la casa Josep Parellada, que, inspirada arquitectónicamente en la corriente modernista de inicios de siglo, es conocida como uno de los edificios más simbólicos de la población. Otro imprescindible de Puigdálber es su iglesia parroquial de Sant Andreu, un templo con mucha historia que fue inaugurado en el año 1942 después de su reparación. Pero sin duda, el edificio más antiguo del pueblo es Can Ferran, cuyo origen data del siglo XV y cuenta con grandes ventanales de arco de medio punto e impresionantes columnas.
Burgos: Jaramillo Quemado
Jaramillo de los Caballeros cambió su nombre un fatídico día de hace unos cinco siglos en el que el pueblo ardió. Desde entonces se llama Jaramillo Quemado. En el censo figuran nueve habitantes, pero los que allí viven día sí y día también no suelen ser más de cuatro. Este pueblo burgalés de casas desperdigadas que hacen que se vea más grande, es el más pequeño de la provincia Y, aunque ha perdido muchos habitantes con el paso del tiempo (en los años 70 eran casi 200), lo que no ha perdido ha sido encanto gracias a edificaciones como la iglesia parroquial de San Martín de Tours o la ermita de Valpeñoso.
Cáceres: Pedroso de Acím
Ubicado en la ladera de la espectacular sierra del Pedroso, en la provincia de Cáceres, se encuentra Pedroso de Acím, un pequeño pueblo lleno de encantos que son disfrutados por sus 73 habitantes censados. Su situación en la comarca de Monfragüe, a unos 40 kilómetros de Plasencia y 58 de Cáceres hace de este destino un lugar increíble en el que disfrutar de la naturaleza que regala emplazamientos como la ruta de la plata. Con una extensión de poco más de 30 kilómetros cuadrados, destacan en el paisaje la Peña de los Cenizos y los cerros del Pelado y Entrecabezas. Además, el lugar cuenta con increíbles arboledas de olivos y dehesas y está bañado por los mágicos arroyos de Fresneda y Razasa.
Cádiz: Villaluenga del Rosario
El pueblo más pequeño de la provincia de Cádiz presume de ser también el que está ubicado a mayor altitud: 480 habitantes y 858 metros sobre el nivel del mar. Este municipio de interior que pertenece a la red de Pueblos Mágicos de España recibe el nombre de Villaluenga del Rosario. Y, además de ser el más pequeño y el más alto, alberga también el cementerio votado como más bonito y la plaza de toros más antigua de la provincia. Esta última, data del siglo XVIII, tiene la particularidad de ser casi octogonal en lugar de redonda y está construida con piedra local. Su casco histórico alberga también enclaves como las ermitas de San Gregorio y del Calvario, el ayuntamiento, la fuente del Acueducto, la iglesia San Miguel o las ruinas de la del Salvador, así como el Museo del Queso.
Cantabria: Tresviso
Los pueblos cántabros están ubicados entre montañas y paisajes de ensueño, pero esto, en ocasiones, puede suponer un problema. El mejor ejemplo de ello es Tresviso, el pueblo más pequeño de Cantabria (con 54 habitantes) y el de más difícil acceso. Al tratarse del municipio más aislado de Cantabria no es posible llegar hasta allí por la propia Comunidad Autónoma. Para entrar en sus preciosas calles por carretera hay que desplazarse hasta Asturias, concretamente hasta la localidad de Sostres, donde se sitúa una carretera de aproximadamente 11 kilómetros que lleva hasta Tresviso tras un sinfín de curvas.
Castellón: Castell de Cabres
En la comarca castellonense de Els Ports nos encontramos con un municipio que ya, desde el siglo pasado, nunca sube de la treintena de habitantes. Cuenta la leyenda que Castell de Cabres debe su nombre a una curiosa batalla que tuvo lugar hace muchos años. Parece ser que en el pueblo no quedaban apenas hombres y solo lo habitaban ancianos, mujeres y niños. Viendo un día que las tropas enemigas se acercaban para saquearlo con la puesta de sol y sin posibilidad de defenderlo con sus tropas, se decidido subir al castillo a todas las cabras que había en el pueblo. Una vez allí arriba, se les puso una pequeña antorcha encendida en cada cuerno. El enemigo al ver tantos puntos de luz en la oscuridad de la noche pensó que un numeroso ejército les esperaba para prepararles una emboscada y emprendió la huida.
Ciudad Real: Villar del Pozo
En el pueblo con menos habitantes de Ciudad Real, Villar del Pozo, la densidad de población es de 4,11 habitantes por kilómetro cuadrado, que traducido en número son 54 personas. Como buen pueblo español uno de sus principales edificios históricos y de interés turístico es la iglesia; en concreto la de Nuestra Señora de la Consolidación que está ubicada en la plaza Martín Elizondo Recalde y cuyos orígenes se remontan a los años 60. Pero eso no es todo, también podrás disfrutar de la belleza de la ermita de Nuestra Señora de la Blanca desde la cual apreciar las vistas que le otorga su ubicación en un cerro.
Córdoba: El Guijo
Nos trasladamos hasta la comarca cordobesa de Los Pedroches, a unos 100 kilómetros de la capital para descubrir un pueblo que data de la Edad Media y que tradicionalmente ha basado su economía en la agricultura y la ganadería. Con 67 kilómetros cuadrados y a una altitud de 567 metros sobre el nivel del mar, El Guijo es el pueblo más pequeño de la provincia con 341 habitantes, aunque, si echamos un vistazo a la comarca, vamos a descubrir infinidad de aldeas que no llegan al medio centenar de habitantes.
Cuenca: Arandilla del Arroyo
La España Vaciada tiene en Arandilla del Arroyo su máxima expresión. Y es que este coqueto pueblo situado junto al río Vindel y a 74 kilómetros de Cuenca tiene tan solo 11 habitantes censados, aunque los vecinos que viven diariamente allí se cuentan con los dedos de una mano. Pasear por Arandilla del Arroyo es como pasear por un municipio fantasma. No se ven vecinos por las calles y solo los fines de semana se ve algún pequeño grupo de personas que decide escaparse hasta alguna de las dos casas rurales situadas en el pueblo para desconectar y disfrutar de la zona.
Girona: Susqueda
En la comarca gerundense de La Selva llegamos hasta Susqueda, el pueblo-no pueblo más pequeño de Girona, con 97 habitantes, infinitos encantos y una historia de lo más curiosa. Antes de que el viajero empiece a preguntarse qué es eso de un no pueblo, debemos viajar en el tiempo hasta 1968, cuando se inauguró el embalse de Susqueda que sepultó al pueblo homónimo bajo sus aguas. Desde entonces, Susqueda como tal no existe, pero este no pueblo está compuesto de tres vecindarios diferentes entre sí que destacan por su naturaleza y paisajes singulares: El Far, El Coll y Sant Martí Sacalm. Y, entre todos, suman menos de un centenar de habitantes.
Granada: Juviles
En lo profundo del corazón de la Alpujarra granadina, se encuentra el pequeño pero encantador pueblo de Juviles. Ubicado en el interior del Parque Nacional de Sierra Nevada, este municipio crece sobre una meseta rodeada de castaños y con apenas 134 habitantes, se ha consagrado como el pueblo con menos habitantes de Granada. A pesar de su pequeño tamaño, Juviles cuenta con un sinfín de encantos, entre los que destaca un secadero de jamón considerado uno de los más prestigiosos de España.
Guadalajara: Torremochuela
De los 289 municipios que cuentan con ayuntamiento propio en la provincia de Guadalajara encontramos muchos de ellos con un número de habitantes que parece simbólico: Alcolea de las Peñas tiene solo 12 personas censadas, Alique suma dos más y llega a los 14, mientras que Angón se estanca en 7, Baños de Tajo en 15, Bañuelos en 13 o Castilnuevo en 8. Ahora bien, el pueblo que encabeza la lista y se convierte en el más pequeño de Guadalajara es… redoble de tambores: Torremochuela, con 6 habitantes inscritos en el último censo correspondiente al 2023. Sus alrededores constituyen una zona de gran valor natural, con un gran sabinar de gran valor ecológico y muy bien conservado que forma parte del Parque Natural del Alto Tajo.
Gipuzkoa: Orexa
Orexa es un pueblito que pese a tener poco más de 100 habitantes destaca por su espíritu festivo y sus trece siglos de historia a los pies de la sierra de Aralar. Conocido como el 'pueblo irreductible', lejos de convertirse en un pueblo fantasma ha sabido reinventarse. Por ejemplo, en 2007, el municipio creó una serie de nuevas viviendas para atraer a los jóvenes, logrando que un 30 por ciento de su población actual sea joven. Además, es un modelo a seguir en el uso de energías renovables gracias a sus tres instalaciones de placas solares que ya generan la mitad de la energía que necesitan. La más destacada de estas instalaciones se encuentra sobre la cubierta del frontón del pueblo.
Huelva: Cumbres de Enmedio
Cumbres de Enmedio no tiene fama, ni grandes monumentos… ni casi habitantes: poco más de 50 personas residen hoy en este pueblo de Huelva, cuya población ha ido emigrando en las últimas décadas hacia urbes más grandes. Como los típicos pueblitos blancos andaluces, se vertebra en tres calles de fachadas encaladas y suelos empedrados. El encanto de lo rústico se mantiene intacto, apenas hay construcciones modernas que perturben su esencia histórica, que se remonta al siglo XIII con la repoblación cristiana tras la Reconquista.
Huesca: Fago
Al pasear por las calles de Fago te sentirás en un enclave en el que la paz y la tranquilidad se conectan con la naturaleza para hacerte vivir una experiencia mágica. Este pequeño pueblo de apenas 25 habitantes está ubicado muy cerca de Ansó, en el Parque Natural de los Valles Occidentales del Pirineo y es el pueblo más occidental de la Comunidad Autónoma en el límite con Navarra. Sus calles, con la arquitectura típica del Pirineo con piedras en vez de asfalto y chimeneas y tejados grisáceos, vivieron momentos de esplendor que hoy ya quedan tan solo en la memoria de los que resisten abandonar este paraíso.
Jaén: Hinojares
Del casi centenar de municipios de la provincia de Jaén, hoy visitamos el más pequeño en número de población, ya que Hinojares solo cuenta con 348 personas censadas. Eso sí, es importante que el número no lleve a engaño, puesto que, a pesar de ser el municipio con menor número de habitantes, está viviendo un ‘periodo dorado’, ya que es el lugar elegido por muchas personas a la hora de jubilarse por delante de ciudades como Málaga. Este bello pueblo cuenta con dos núcleos de población bien diferenciados: Hinojares y la pedanía de Cuenca (que nada tiene que ver con la ciudad homónima de Castilla La Mancha), conocida por ser el lugar de nacimiento del río Turrilla.
La Rioja: Villarroya
Villarroya hoy cuenta con únicamente 5 habitantes, pero en sus épocas de gloria llegó a tener una población de 300 personas. Sin embargo, este territorio (que en su momento funcionaba como sitio de excavaciones mineras) sufrió una fuerte emigración a América debido a la falta de oportunidades laborales. Durante la década del 60, el cierre de las explotaciones mineras y la poca rentabilidad del campo hizo que se produjera uno de los mayores desplazamientos de población que han ocurrido en La Rioja. Como resultado, el número de la población se ha ido reduciendo cada vez más durante los años.
Las Palmas: Betancuria
Este pueblo se encuentra en la isla de Fuerteventura, y se trata de una encantadora localidad histórica con poco más de 700 habitantes conocida por su rica herencia cultural y paisajes impresionantes. Fundada en el siglo XV, fue la primera capital de la isla y destaca por su arquitectura tradicional canaria, incluyendo la iglesia de Santa María, que data de 1786.
León: Escobar de Campos
En la castilla más auténtica, se encuentra este pueblo que solía ser conocido como “el granero de Roma” debido al éxito en sus cosechas de cereal. En Escobar de Campos podemos ver las típicas casas de adobe, pero ya abandonadas. Junto a estas, los 33 vecinos comparten un edificio multiusos donde se encuentra el único bar del pueblo, además de una ermita y la iglesia de San Clemente.
Lérida: Cava
El municipio se encuentra en parte en el interior del Parque Natural del Cadí-Moixeró, un lugar en el que las sierras, montañas y valles se mezclan creando un paisaje único y espectacular. Sus escasos 44 habitantes disfrutan de un castillo del siglo XIII, de una iglesia, y de casas de piedra que se mimetizan con la naturaleza.
Lugo: Negueira de Muñiz
Con 240 habitantes, este municipio está formado por treinta y una entidades de población distribuidas en seis parroquias: Barcela, Ernes, Marentes, Negueira, Ouviaño y Riodeporto, siendo esta última la que menos vecinos suma. Riodeporto también se conoce como San Brais de Río de Porto. En la comarca de la Fonsagrada descubrimos esta parroquia en la orilla oeste del río Navia, que por si fueran sobrados de habitantes, esta parroquia se divide en 4 entidades de población.
Madrid: Madarcos
Situado en las estribaciones de Somosierra, su patrimonio cultural se compone por la iglesia parroquial de Santa Ana que data del Siglo XVII, el Potro del Herrar y el complejo del ayuntamiento. Además, el pueblo posee diversos restaurantes donde probar la comida tradicional con productos locales .
Málaga: Salares
Este pueblo morisco ubicado en la comarca de la Axarquía y en el interior del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama tiene un encanto especial por sus blancas fachadas se elevan entre las montañas acompañadas de increíbles monumentos históricos como la Parroquia de Santa Ana, que se construyó en el siglo XVI con estilo mudéjar. Si tienes la oportunidad de visitar el pueblo, tampoco te puedes perder la Casa del Torreón, en la que puedes visitar los restos de lo que un día fue una imponente fortaleza y la muralla de la antigua mezquita.
Murcia: La Murta
En esta pedanía ubicada en la Sierra de Carrascoy, a 20 kilómetros de la capital, en el año 2022 solamente vivían 97 personas. En La Murta hay un antigua ermita dedicada a la Santa Cruz y en su honor se celebran las fiestas patronales en los meses de abril y mayo donde los vecinos pueden disfrutar de un festejo entretenido. Allí los amantes del cielo estrellado pueden visitar el observatorio astronómico municipal y maravillarse con las impresionantes vistas que propicia un lugar alejado de las grandes ciudades y de la contaminación.
Navarra: Abaurrepea
En este bonito pueblo con menos de 50 habitantes tienen iglesia, y no una cualquiera, ya que entre sus casas aparece majestuosa San Martín de Tours, en cuyo interior podemos contemplar un bonito retablo, y una reja que separa el altar de la zona de los fieles. A día de hoy, se pueden contemplar edificaciones de carácter rural como cobertizos, leñeras o silos. Además, como en los demás pueblos del valle, la entrada cuenta con un crucero del siglo XVI.
Ourense: A Teixeira
Este es el pueblo que menos habitantes refiere en el censo de la provincia de Ourense. Sin embargo, en esta provincia hay muchas aldeas con 1 o 2 habitantes, las cuales apenas tienen información y no se puede escribir al respecto. Allí se encuentran vestigios de la época romana, como el puente de la Boga y la calzada de Astorga. La naturaleza destaca gratamente, ya que n la confluencia del río Mao con el Sil, es común la pràctica de la escalada. Esta zona cuenta con un embarcadero, playa fluvial y área recreativa, ideal para disfrutar de delicias locales como las castañas y la bica, un bizcocho típico. Para acompañar, nada mejor que un orujo o licor café de la región, o un vino de la Denominación de Origen Ribeira Sacra.
Palencia: Salcedillo
Esta localidad queda dividida en dos por el río Camesa. Su iglesia románica, dedicada a San Martín Obispo, es uno de sus grandes reclamos. Esta se encuentra en el centro de la localidad y su construcción, aunque no está clara, se atribuye al siglo XII. El municipio es atravesado de lleno por el GR 1, uno de los senderos históricos más famosos que une Ampurias con Finisterre transitando por el corazón de las Montaña Palentina.
Pontevedra: Dozón
El municipio tiene 8 parroquias, siendo la más despoblada la de As Maceiras, ya que cuenta con tan solo tres núcleos poblacionales: Maceiras, Parada y Carballeira. Por su situación geográfica, en un paisaje dominado por montes, hace que los escasos vecinos que allí viven puedan disfrutar a diario de lugares con un encanto único, como la Iglesia Parroquial de San Breixo, rodeada de bosques, en una elevación en medio de un robledal. Igual panorama tienen en el municipio de Rodeiro, que cuenta con bastantes aldeas con tan solo 3 o 4 viviendas. Es el caso, por citar solo un ejemplo, de Villarabid, que cuenta también con tan solo un habitante.
Salamanca: Cilleros de la Bastida
Con solo 21 habitantes, este pueblo es un oasis de serenidad y autenticidad, donde el tiempo parece detenerse, y donde el tiempo, si nada cambia, se detendrá. Sus calles empedradas y sus casas de piedra centenarias susurran cuentos de tiempos pasados, cuando el pueblo era un próspero centro agrícola y ganadero. La hospitalidad de los habitantes es un rasgo característico, especialmente en el único bar del pueblo.
Segovia: Ventosilla y Tejadilla
En un denso bosque de sabinas se encuentra este pequeño lugar de 15 habitantes. Este pueblo se divide en tres núcleos de población: Ventosilla, Tejadilla y Casas Altas y lo forman varias familias que se siguen dedicando a la ganadería y a la agricultura. Aun no habiendo más que un puñado de viviendas, merece la pena la visita aunque se para ver algunos de sus caserones, que cuentan con más de 500 años de antigüedad.
Sevilla: El Madroño
El pueblo más pequeño de Sevilla tiene el encanto de las villas andaluzas, con sus casas blancas de teja roja y sus pequeñas calles de película. Se encuentra en el Parque Natural de Aracena y Picos de Aroche y con un total de 16 habitantes censados, es considerado el pueblo más pequeño de toda la provincia. Muy disfrutable para los amantes de la tranquilidad y del turismo rural, que podrán disfrutar de la quietud y belleza de sus montes colindantes.
Soria: Salduero
Con un marcador muy reñido, en esta ocasión no se trata del pueblo de Soria con menos habitantes, sino el más pequeño en cuanto a territorio, con un área de 2 '69 kilómetros cuadrados, pese a que tampoco es que cuente con una gran población: censados hay solamente 144 personas. Con una fama desproporcionada a su tamaño, el célebre liróforo Antonio Machado hace mención de este lugar en su obra “Campos de Castilla” y solo por eso es visitado por aquellos interesados por conocer los enclaves que inspiraron al poeta.
Tarragona: La Febró
Se sitúa a 754 metros sobre el nivel del mar, en la comarca de Baix de Camp y, con solo 39 habitantes, alberga 5 registros en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña. Uno de sus atractivos más interesantes son las masías, ya en ruinas, que se encuentran en los derredores de la localidad, conocidas como Els Masos de Galceran, la iglesia parroquial de Sant Esteve, la masía protegida Mas dels Frares o el Molí. Además, a solo 13 kilómetros del lugar, se encuentra el Real Monasterio de Santa María de Poblet, reconocido por la Unesco como Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1991.
Santa Cruz de Tenerife: Puerto de la Cruz
Pueblo costero y para nada despoblado, este enclave se lleva la palma por ser el pueblo de la isla con menos superficie, abarcando un total de 8,73 km². Es muy conocido por sus playas de arena oscura, de origen volcánico, que dan la sensación de estar visitando otro planeta. Frente al mar se encuentra un complejo de piscinas naturales conocidas como el lago Martiánez, diseñadas por el arquitecto César Manrique.
Teruel: Salcedillo
El último estudio poblacional dejó a Salcedillo con 13 habitantes, convirtiéndolo no solo en el pueblo más pequeño de Teruel, sino de toda la provincia de Aragón. En otros tiempos, el número de habitantes llegaba a las 100 personas debido a que este lugar estaba profundamente ligado a la minería. Su industrialzación también atrajo inversión foránea, siendo uno de los pueblos más beneficiados por la actividad industrial que tuvo lugar en el siglo pasado.
Toledo: Illán de Vacas
Se llega a decir de él que es el pueblo menos poblado de toda España y el más pequeño de Castilla-La Mancha. Aunque en la actualidad solo se puedan ver a 12 personas paseando por sus calles, en el siglo XVIII una repoblación que llevó a cabo el rey Alfonso XIII atrajo a 37 familias, dejando a 250 habitantes, nada que ver con las tres personas que lo habitan en la actualidad.
Valencia: Puebla de San Miguel
Seis calles contadas, en un reducto de 0,012 kilómetros cuadrados, se encuentra el pueblo más pequeño de la Comunidad Valenciana. Para hacerse una idea, este tamaño no llegaría a albergar un campo de fútbol en el que, sorprendentemente, conviven hasta 100 habitantes. Visitarlo es más que recomendable, ya que se encuentra a escasos 20 minutos en coche desde la capital y puedes recorrerlo entero en cuestión de minutos.
Valladolid: Zorita de la Loma
En esta provincia podemos encontrar hasta 34 núcleos de población que no alcanzan los 20 habitantes. En este entorno, el que se lleva la palma es Zorrilla de la Loma, una modesta población en la que actualmente conviven 4 personas. Fue considerado municipio hasta el año 1974, cuando fue incorporado al término de Santervás de Campos. Pese a su tamaño, este encantador enclave cuenta con alguna que otra sorpresa, como la Iglesia parroquial de San Boal.
Vizcaya: Ubide
Ser el pueblo más pequeño no es el único título que tiene la población, pues Ubide es también el pueblo más alto de la provincia de Vizcaya, alzándose a 581 metros de altitud sobre el nivel del mar, donde vecinos y visitantes pueden disfrutar de un bello paisaje. Sus casas de piedra y el arroyo que linda con el pueblo dotan a Ubide de un aura verdaderamente especial en donde los viajeros podrán encontrarse alguna que otra sorpresa durante su visita, como una calzada construida durante la baja edad media que constituye el patrimonio más antiguo de la villa.
Zamora: Quintanilla de Olmo
El pueblo más pequeño de Zamora lo es solo desde 1858, ya que anteriormente formaba parte de las provincias de León y Valladolid. Tratándose de una población pobremente habitada, como poco más de 173.000 habitantes, según datos del 2019, las 45 personas que forman parte de la vecindad de Quintanilla pueden no sorprender demasiado. De hecho, se trata de un pueblo con algunos monumentos que merece la pena visitar, como la Ermita del Cristo de la Luz y la iglesia parroquial de San Babilés.
Zaragoza: Balconchán
A una hora en coche de la capital de provincia se alza este adorable lugar con una población empadronada de 17 personas, una menos que en el año 2023. Se trata de un lugar tranquilo, con un urbanismo pragmático a medida de las necesidades de los vecinos. Pero eso no quita que cuente con algún punto de interés que se debe tener en cuenta al pasar por la comarca de Daroca, como el sorprendente retablo que se encuentra en la iglesia parroquial de la Virgen del Rosario.