El rascacielos de Singapur que abraza la naturaleza: un hotel que es una obra de arte

Puedes dormir, ir al Spa e incluso hacer reuniones de trabajo: así es el hotel Parkroyal de Singapur.

La naturaleza liga en armonía con los altos edificios.
La naturaleza liga en armonía con los altos edificios. / Istock / atosan

En medio de Singapur se encuentra un hotel que es una obra de arte: está inspirado en la cultura del país y en la naturaleza de la zona. El hotel Parkroyal se eleva entre Chinatown y el distrito empresarial central para aportar un toque de vida y originalidad a la zona. Con su arquitectura única, las plantas que surgen de los jardines flotantes, y las sorpresas que alberga en su interior, el Parkroyal es uno de los hoteles más especiales de Singapur.

Las plantas dan vida al distrito empresarial de Singapur.

Las plantas dan vida al distrito empresarial de Singapur.

/ Istock / atosan

Tres altas torres, formadas por ventanas del color del agua crean la estructura que está inspirada en el río de Singapur. Detrás de ellas, como si de un decorado se tratara, se ve el skyline de Singapur. En oposición al hotel, el Hong Lim Park, un pequeño pulmón de la ciudad, complementa la visión de las decenas de plantas diferentes que cuelgan de los balcones del hotel. La visión panorámica de la ciudad con el Parkroyal es una armonía de colores y una unión entre el mundo natural y la metrópolis. 

La belleza interior importa

La imagen que proyecta el hotel desde fuera no es el único diseño original: la experiencia arquitectónica continua en su interior. Los techos altos de la recepción están inspirados en los campos de arroz, y la distribución invita a los visitantes a alzar la vista para contemplar la parte superior. 

El cristal de la pared no solo ofrece vistas de Singapur, también aumenta el efecto de un de espacio más amplio ,y permite la entrada de luz del sol que produce la sensación de estar en contacto directo con la naturaleza.

Los elementos naturales cobran gran protagonismo.

Los elementos naturales cobran gran protagonismo.

/ Istock / TiagoBaiao

Los huéspedes entran a la recepción y son guiados por una fuente que representa un pequeño río. Después de seguirlo, reflejado en un espejo del techo, se llega hasta una gran “pared viviente”, donde hay flora que crece de forma autosuficiente. 

Los muebles son de colores tierra y verde profundo para que los huéspedes se sientan más conectados con la naturaleza, y los tonos grises les transportan a las rocas que rodean el río. La atmósfera que se crea es extremadamente relajante, además de única. 

Un resort paradisíaco en medio de una capital

Las salas comunes están inspiradas en Bali, con el objetivo de convertir los espacios corporativos en un lugar sereno donde el estrés (casi) desaparece. Los grandes ventanales están colocados de forma estratégica para aumentar la sensación de llevar la naturaleza dentro del edificio. 

Los pasillos están llenos de plantas que se enredan por las paredes para dar un efecto tropical: aunque los huéspedes se encuentren entre rascacielos, se sienten como si estuvieran cruzando una selva o un jardín botánico

El nivel de relax es altísimo (como la planta donde se encuentra el spa)

La planta cinco está completamente dedicada al bienestar (o al "wellness", para ser más modernos). Con cascadas, un gran jardín, y una piscina infinita (es decir, que está hecha de cristal y el agua desborda por un extremo para crear una ilusión óptica de infinitud), varias cabañas acaban de ligar los diferentes elementos que convierten el espacio en un resort natural.

Las suites tienen grandes ventanas que se pueden abrir para permitir que la relación con el exterior aumente. La luz natural inunda las habitaciones, y los colores claros crean una sensación de simbiosis con el exterior inigualable. 

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