Un ejemplo de inclusión: el pueblo de Francia donde solo viven personas con Alzhéimer

Como este, ya hay muchos que toman ejemplo e imitan a estas aldeas para facilitar la vida a las personas con demencia y sus familiares.

En Dax, Francia, hay un pueblo para personas con demencia que funciona desde 2020
En Dax, Francia, hay un pueblo para personas con demencia que funciona desde 2020 / Istock / Leonid Andronov

Vivir con Alzhéimer no es tarea fácil, tanto para la persona que lo padece como para las que viven en su entorno. En muchas ocasiones, la única opción de las familias es ingresar al enfermo en un centro de cuidados, una opción que no suele ser la preferida y que conlleva una decisión complicada de tomar. Sin embargo, llega un momento en el que la persona diagnosticada con demencia ya no puede llevar a cabo una vida normal. Cada vez son más los proyectos que tratan de ayudar a estos enfermos, como el restaurante de los pedidos erróneos en Japón, donde los camareros son diagnosticados de demencia; visitar un museo como receta médica. O como el Village Landais Alzheimer en Dax, Francia.

El restaurante donde no te sirven lo que pides

El restaurante donde no te sirven lo que pides

/ The Restaurante of Mistaken Orders

Unos 120 'ingresados' con una media de 80 años y el doble de profesionales conforman este pueblo creado para otorgar libertad y autonomía a las personas diagnosticadas de Alzhéimer y, al mismo tiempo, facilitarles su cotidianidad. Sin aparentar ser lo que son, profesionales sanitarios, con el fin de evitar que los pacientes sean conscientes constantemente por lo que están allí. La directora del pueblo, Pascale Lasserre-Sergent, describió así la filosofía del pueblo: "consiste en mantener una vida como todo el mundo, como la que conocemos hoy en día. Ir de compras, hablar con los vecinos, ir a la biblioteca, tener acceso a todos los servicios".

Landais Alzhéimer cuenta con cafetería, biblioteca, restaurante, peluquería, sala de música, parques, gimnasio... Además de los centros médicos correspondientes. No viven con horarios constreñidos, pero realmente reciben un seguimiento diario, aunque prácticamente sin medicamentos -dentro de lo posible-. Así, cada paciente tiene su propia habitación y su ritmo de vida. Algunos profesionales aseguran que, en lugar de mostrar un deterioro cognitivo acelerado, manifiestan una leve evolución. Del mismo modo, los familiares se sienten mejor, con menor culpa y ansiedad. Este paraíso para personas con Alzhéimer se fundó en 2020, pero no fue el primero ni el único.

Otras comunas para personas con demencia

Unos años antes, en 2009, se construyó la aldea de Hogeweyk (Países Bajos) con la misma idea que la francesa. Es una zona abierta, donde los residentes pueden vivir tranquilamente junto con el personal capacitado del lugar. Este cuenta con casi 200 personas que viven en 27 casas. Una de las fundadoras, Janette Spiering, declaró al New York Times: "Nadie quiere estar encerrado por el resto de sus días ni tampoco vivir al ritmo de lo que otro organiza para ti. Queremos tomar nuestras propias decisiones, queremos seguir viviendo, pero necesitamos apoyo". En el supermercado, por ejemplo, no se utiliza dinero real, pero ellos tienen la sensación de seguir con su vida ordinaria.

También existe otra en los suburbios de Oslo (Noruega), bajo el nombre de Carpe Diem. Es un complejo algo más grande, con 136 viviendas y 22 unidades para pacientes con demencia severa. Su directora, Anne Grete Normann, asegura que la diferencia con otras residencias radica en que "invitamos y traemos a la sociedad local a nuestra aldea". Igual que las anteriores, está completamente abierta, tanto para los residentes como para los visitantes. A día de hoy se encuentra en proceso de ampliación para crear una comunidad aún más integradora, unificándola con una ciudad cercana y construir una guardería infantil.

El New Direction Care en Bellmere (Australia) ya es un pueblo más y los vecinos de los alrededores acuden a hacer cualquier plan que podrían realizar en cualquier otro suburbio australiano. Como estas, muchas más que siguen creciendo y apareciendo todavía a día de hoy. Aunque estas comunas cada vez son más, no son la solución a la cifra de afectados que no hace más que aumentar: según la OMS, ya son más de 55 millones y se estima que en 2030 haya 78 millones. Mientras esperamos a que la ciencia continúe con sus prometedoras investigaciones, al menos existen lugares donde las personas diagnosticadas pueden desarrollar una vida completamente normal. Y sus familiares también.

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