10 lugares que debes conocer para decir que has recorrido Países Bajos

Que Holanda, o mejor dicho, los Países Bajos, suponen un destino que hay que visitar, al menos, una vez en la vida es algo que los viajeros saben. Un país fascinante que, antes de la pandemia, recibía en torno a 20 millones de viajeros anuales y que, ahora, vuelve a brillar con luz propia.

Para conocer a fondo Holanda se necesitarían meses, ya que tienen infinidad de lugares espectaculares que visitar, ciudades que merecen ser paseadas y vividas y enclaves que se quedan en la retina para siempre. Si tú, como la mayoría de los mortales, tienes un tiempo limitado para disfrutar del país, te ofrecemos los 10 rincones imprescindibles para decir que has conocido Holanda.

Resulta difícil escoger solo diez enclaves en un país tan fascinante como Países Bajos, pero hay algunas visitas que resultan 'casi' obligatorias. Ciudades como Ámsterdam resultan imprescindibles, pero hay también otras ciudades o pueblos que tienen un encanto especial, a pesar de no ser tan conocidos. ¿Te animas a descubrirlos?

Uno no puede decir que conoce Holanda si no ha visitado su capital. Y es que Ámsterdam es uno de esos destinos imprescindibles para cualquier viajero. ¿Qué decir de la Venecia del Norte? Alquilar una bici y recorrer la ciudad sobre dos ruedas, hacer un crucero por sus canales, visitar el barrio rojo, la casa de Anna Frank, la plaza Dam o el Rijksmuseum son actividades que harán que el explorador ame esta ciudad.

Para poder decir que se conoce Ámsterdam a fondo se necesitaría, tirando muy por lo bajo, un fin de semana largo, ya que aparte de ser una ciudad perfecta para pasear, hay siempre un montón de actividades que hacer. Un buen ejemplo, si visitas la ciudad, es descubrir la antigua fábrica de la cerveza Heineken, ahora reconvertida en una especie de museo interactivo.

Zaanse Schans es un barrio de Zaandam, en la provincia del Norte de Holanda y destaca, sobre todo, por sus molinos, tiendas auténticas, restaurantes y artesanía. Descubrir este enclave tan pintoresco solo te llevará un par de días, pero si contratas una excursión de día entero desde Holanda, te cundirá bastante y podrás hacerte una idea de lo que puede ofrecerte el pueblo que tiene los molinos de viento más famosos de todo Holanda.

En Zaanse Schans, además de poner a prueba tus dotes como fotógrafa, vas a poder conocer museos que resultan de lo más pintorescos. En el Zaanse Schans vas a descubrir la historia y función de los molinos que había en la región; encontrarás también antiguas herramientas, ropas o podrás participar en la Verkade Experience, donde se ve cómo era una antigua fábrica de chocolate y galletas. Imprescindibles resultan también el Zaan Time Museum (con relojes desde el siglo XVI hasta nuestros tiempos) o la fábrica de queso The Catharina Hoeve Cheese Farm.

Delft está situada a medio camino entre La Haya y Róterdam y destaca por sus canales, sus coloridas calles y, cómo no, por ser la ciudad de Veermer. Además, los amantes de la artesanía van a descubrir sus preciosas cerámicas, que les han dado fama mundial.

La iglesia vieja (Oude Kerk), la nueva (Niewe Kerk) cuyo campanario es el segundo más alto de los Países Bajos, la plaza del mercado o el Museo Prinsenhof, ubicado en un antiguo convento del siglo XV son algunas de sus joyas. Eso sí, el viajero no puede irse de esta ciudad sin pisar el Centro Veermer, situado en la que era su antigua casa junto a un bonito canal.

Enclavada en el centro de los Países Bajos nos encontramos con Utrecht, una ciudad considerada centro religioso durante siglos. Pasear por su antiguo casco medieval, conocer sus monumentos o descubrir su ambiente universitario resulta fundamental para poder decir que conoces Holanda.

Puedes empezar el recorrido por la ciudad en la catedral de San Martín y subir hasta su torre o campanario (el famoso Domtoren), desde el que podrás contemplar el skyline de Utrecht a casi cien metros de altura. Eso sí, esta visita no es apta si no tienes buena condición física, ya que hay que subir un tramo de escalones bastante importante. Imprescindibles también resultan una visita a la universidad, a la casa Huiz Zoudenbalch, la torre del Agua o el Mercadillo de Vredenburg, en el que degustar productos de la zona.

Otra de las ciudades imprescindibles si el viajero se quiere llevar una visión completa de Holanda es Róterdam, ciudad portuaria que destaca por las exposiciones y los barcos históricos que se pueden contemplar en el Museo Marítimo e ilustran a la perfección la historia marítima de la urbe.

El viajero que tenga un tiempo limitado para descubrir Róterdam debe ponerse las pilas, puesto que hay mucho por ver. Y, si necesita 5 sugerencias, aquí van: las casas cubo (una maravilla diseñada por el arquitecto Piet Blom), el Market Hall (mercado con un arco de herradura con 40 metros de altura libre), el museo Boijmans Van Beuningen (cuya colección abarca desde el arte europeo medieval hasta arte moderno), el Euromast o torre de observación de Róterdam y el pintoresco barrio de Delfshaven.

Como no todo va a ser visitar pueblos y ciudades, llega el momento de conocer el Parque Nacional de Biesbosch, visita obligada para los amantes de la naturaleza, en general, y del agua, en particular.

Este parque, con un delta de agua dulce de 8000 hectáreas, es perfecto para realizar rutas de senderismo, pasear en bicicleta o, incluso, en canoa. Además, es un enclave perfecto para el avistamiento de aves o para descubrir algún que otro castor entre sus senderos. Lo único que conviene tener en cuenta es que no está permitida la acampada, ya que está castigada con cuantiosas multas.

Al igual que muchas ciudades de Países Bajos, La Haya necesita de varios días para ser descubierta a fondo, pero si el viajero no dispone de demasiado tiempo, una excursión de un día podrá servir para hacernos una idea de lo que esta urbe ofrece. Indispensable resulta la visita al Mauritshuis, museo que alberga el cuadro de La joven de la perla en un entorno palaciego; pero hay muchos más museos de gran interés, como el museo histórico o la Galería Príncipe Guillermo V.

El viajero puede disfrutar de una sesión de compras en De Passage, conocer el bulevar de Scheveningen (y subirse a la noria gigante), o hacer un tour por el centro político de la ciudad, conocido como Binnenhof. Si viajas con niños a Países Bajos, La Haya te va a sorprender porque hay un montón de museos y actividades para que disfruten tanto como tú.

Leiden es una ciudad universitaria con una rica historia y un encanto pintoresco gracias a sus calles empedradas y edificios históricos que se remontan a la época medieval. Uno de los puntos de visita más interesantes es la Universidad de Leiden, una de las más antiguas de Europa, que ha influido en la ciudad a lo largo de los siglos.

Además, Leiden es famosa por su jardín botánico Hortus Botanicus, que data del siglo XVII y alberga una impresionante colección de plantas exóticas y locales; de hecho, fue el encargado de introducir el tulipán en Europa Occidental. Los canales de Leiden también son ideales para pasear en barco, y los viajeros pueden disfrutar de la vista de los molinos de viento en los alrededores. 

La ciudad de Alkmaar se encuentra a una media hora de Ámsterdam y se puede visitar en un día, puesto que es relativamente pequeña. Lo más destacado es, sin duda, su mercado del queso, que atrae, año tras año a miles de viajeros que quieren presenciar el espectáculo.

El mercado se celebra todos los viernes y empieza cuando uno de los encargados hace sonar una campana. Después llega el momento de pesar y subastar los quesos a un ritmo frenético. Un espectáculo único en el que los viajeros no pueden pujar ni participar, pero sí disfrutar como meros espectadores. Y, si se quieren degustar quesos, en las inmediaciones de la plaza Waagplein hay muchísimas tiendas dedicadas a esta especialidad local.

Las islas Frisias son una de esas localizaciones de Europa que aún están por descubrir. Es un destino muy poco conocido que sorprende al viajero por sus playas de dunas muy extensas y con cierto aire paradisíaco. Además, son Patrimonio Natural por la UNESCO desde 2009.

Situadas frente a la costa norte de Holanda, las cinco que pertenecen a Países Bajos son Texel, Vlieland, Terschelling, Ameland y (ojo al nombre) Schiermonnikoog. Si hay una escena que promete ser imborrable en el viajero, es la que se produce cuando las mareas bajan y se queda al descubierto un fondo arenoso por el que algunos locales caminan.  

En definitiva, Holanda merece ser descubierta porque cada ciudad y cada pueblo tiene un encanto mágico. Y, con estos diez enclaves que has descubierto, ya podrás decir que conoces el país.