Ya puedes comprar los billetes para The Jacobite, el tren de Harry Potter que recorre Escocia

La magia de Harry Potter traspasa las páginas de los libros y la pantalla de cine. No es necesario ir hasta el metro de Londres y cruzar al andén nueve y tres cuartos para montar en el Expreso de Hogwarts. El verdadero tren de Harry Potter se coge en Fort William, en las Tierras Altas escocesas -o Highlands-, el país de los unicornios, y recorre una distancia de más de 130 kilómetros, considerándose el más grande del mundo. Y no, no se creó a raíz de las películas: lleva funcionando desde 1984. La temporada da comienzo en dos fechas diferentes: el 28 de marzo para los viajes matutinos y el 6 de mayo para los vespertinos; del mismo modo, la primera finaliza el 25 de octubre y la segunda el 27 de septiembre.

La historia del niño que sobrevivió se emplaza en una Gran Bretaña de ensueño, que parece toda fantasía, pero que realmente existe. El viaje de seis horas en The Jacobite parte cerca de la montaña más alta del país, Ben Nevis; pasa por el lago de agua dulce más profundo, el Morar; llega hasta la estación de tren más occidental, Airsag; y se detiene al lado del lago de agua salada más profundo de Europa, el Nevis. Una de sus paradas es Glenfinnan, cuyo viaducto -de los más impresionantes y conocidos del recorrido- sirvió de escenario para 'Harry Potter y la Cámara de los Secretos', en la famosa escena en la que Ron y Harry sobrevuelan el expreso en el coche de los Weasly.

El trayecto

Tanto en el viaducto como en el pueblo homónimo, el tren hace parada para que los pasajeros disfruten de las vistas. Es casi un recorrido de cine, pues no solo J. K. Rowling encontró inspiración en estas tierras por las que el tiempo no pasa. Las playas de Morar fueron las localizaciones elegidas para películas como 'Highlander' y 'Local Hero'. Aunque el pasajero no encuentre la referencia de estas localizaciones, el paisaje se presenta como una película en sí misma y no es necesario ser aficionado al cine para darse cuenta de ello.

La segunda parada -si el tiempo lo permite- es en la ciudad de Arisaig (Lugar Seguro), a los pies del Loch nan Ceall (Lago de las Celdas), y desde donde se puede tomar un barco en dirección a las Small Isles. Aquí es donde se celebran los Highland Games el último miércoles de julio, en Traigh Farm; unos juegos que incluyen lanzamiento de cáber y de martillo, tira y afloja, bailes y música popular... Pero el destino final es Mallaig, el último pueblo de las Tierras Altas. Fundado hacia 1840 y convertido en un puerto pesquero y terminal de ferry, en él se hace un descanso de aproximadamente una hora para después regresar a Fort William, la ciudad más grande de las Highlands.

Vagones y tarifas

Los vagones se distribuyen por clases. Así, el abierto de primera clase está amueblado de forma tradicional, con mesas privadas con lamparillas cada dos o cuatro asientos tapizados y espacio adicional para las piernas. Estos pasajeros reciben también un té o café de cortesía en cada parte del viaje. Su precio para los adultos es de 98 libras (113 euros) y para los niños de 64 (74 euros). Los de clase estándar, también antiguos pero renovados, cuentan con mesas y acceso al vagón buffet. Los lujos de los que no se gozan aquí son más bien estéticos, puesto que la comodida es prácticamente la misma. El precio de estos es de 62 libras (72 euros) para los adultos y 36 (41 euros) para los niños.

Sin embargo, los que verdaderamente recuerdan a Harry Potter son los vagones de clase con compartimentos antiguos con capacidad para seis personas. No incluye bebida ni comida, pero sí acceso al vagón buffet. Se puede reservar una mesa privada para dos personas por 210 libras (244 euros) o incluso un compartimento al completo por 398 libras (462 euros) para las seis personas que caben en él (unas 66 libras o 77 euros por cabeza). Un auténtico sueño cumplido para todos aquellos niños que soñaron con recibir la carta de Hogwarts en su undécimo cumpleaños.