Durmiendo en la suite donde J. K. Rowling terminó de escribir 'Harry Potter'

Cada escritor tiene su pequeña manía, y la de J.K. Rowling parece ser escribir sus libros en distintas localizaciones, pero casi todas en Edimburgo (Escocia), una ciudad sinónimo de literatura. Su lugar favorito fue la cafetería The Elephant House, donde escribió diversos pasajes de la saga. Después del éxito de los libros y las películas, para la última entrega en 2007, 'Harry Potter y las Reliquias de la Muerte', eligió un lugar algo más peculiar: el hotel Rocco Forte en la capital escocesa. En honor a la exitosa escritora, tienen una suite a su nombre.

J. K. Rowling, que se ha inspirado en diversos escenarios reales de Inglaterra y Esocia, se mudó a este hotel de cinco estrellas en agosto de 2006, huyendo del bullicio de su casa, y se quedó seis meses en una suite con vistas a Princess Street y Calton Hill. El edificio es de estilo victoriano con más de cien años de antigüedad. Cuando la escritora abandonó la habitación con el manuscrito bajo el brazo, el icónico hotel famoso por tener un reloj adelantado tres minutos con el objetivo de ayudar a sus huéspedes a llegar a la estación a tiempo, renovó su imagen, adoptando el nombre de Hotel Balmoral, e inauguró una nueva suite con el nombre de la escritora.

Una suite llena de delicadeza

La estancia está repleta de detalles que evocan a la historia del "Niño que sobrevivió". La habitación 552 en la que se quedó tiene hoy una puerta blanca con una placa que reza su nombre y una aldaba con forma de búho, ambos dorados. La decoración de la inmensa habitación de 55 metros cuadrados evoca a lo más tradicional de Escocia, con un busto de Hermes firmado por ella incluido. No es la única escultura que hay, pues también hay una de un ciervo -patronus de Harry-, de una lechuza -en memoria de Hedwig- y de un león -símbolo de la casa de Gryffindor-.

El tema de bosque prevalece en el interior, con un papel tapiz de árboles desnudos y mesas con patas en forma de ramas que recuerdan al Bosque Prohibido. Y como no podía ser de otra manera, los siete libros de la saga coronan una mesilla colocada a poco más de un metro del escritorio; además de la portada del libro y una foto de la firma que dejó en el busto enmarcadas. No es solo un homenaje a la polémica novelista, sino también a la saga y a la Escocia más tradicional y literaria.