La playa paradisíaca a los pies de un castillo del siglo XI: una experiencia única en la Costa Daurada

Las vistas de esta cala son impresionantes: conserva su belleza natural y se puede apreciar un castillo medieval.

Cerca de Tarragona se encuentra esta cala que es una joya.
Cerca de Tarragona se encuentra esta cala que es una joya. / Istock / Manel Vinuesa

La Costa Daurada se llama así por las pequeñas piedras de color del oro que se mezclan con los granos de arena, así que cuando te zambulles en el mar, puedes ver las partículas que brillan con la luz del sol. Tarragona ofrece playas y calas en las que sientes que vives experiencias mágicas, y una de las que más destaca es la Cala Jovera, en Tamarit. No solo puedes bañarte en aguas relucientes, sino que puedes disfrutar de las vistas de un magnífico castillo del s. XI. 

La Cala Jovera es una de las playas con mejores vistas de la zona.

La Cala Jovera es una de las playas con mejores vistas de la zona.

/ Istock / santirf

Chapuzones con vistas a un tesoro medieval

El Castillo de Tamarit es una de las joyas de arquitectura románica temprana en Cataluña. A principios del s. XI, esta fortaleza tenía la función de proteger el pueblo de ataques enemigos o de piratas. En sus inicios, el castillo era propiedad de la familia Claramunt, aunque con el paso de los años fue saltando de mano en mano entre grupos poderosos y entidades religiosas, hasta el día de hoy, que pertenece a AGPlanning, una agencia organizadora de eventos que ha convertido el Castillo de Tamarit en un lugar ideal para celebrar bodas con vistas al mar. 

Aunque el castillo es un referente de arquitectura medieval, no mantiene el diseño original. Durante el siglo XIV, el castillo fue reforzado y ampliado con estructuras defensivas como torres de vigilancia y murallas. Durante la Guerra de Sucesión, el castillo sufrió importantes daños que fueron restaurados. En el siglo XIX, fue abandonado durante un tiempo, hasta que fue adquirido y restaurado en el siglo XX por Charles Deering, un magnate estadounidense que se enamoró del lugar y le devolvió su antiguo esplendor.

Una de las pocas playas catalanas que aún conserva su belleza natural

En la playa de Tamarit se puede ver vida marina cerca de la orilla.

En la playa de Tamarit se puede ver vida marina cerca de la orilla.

/ Istock / Agnieszka Glowala

A causa del turismo masivo, muchas de las playas de la región han sido modificadas o alteradas. Sin embargo, la Cala Jovera es una de las supervivientes a este fenómeno. En comparación con las playas principales de Salou o Tarragona, la Cala Jovera es un lujo.

La belleza natural no es solo un regalo para la vista, ya que la buena conservación del entorno ha permitido la supervivencia de la flora y la fauna que habitan en la cala. Por este motivo, una de las actividades más populares es el snorkelling. No hace falta ser un experto submarinista para ir hasta el fondo del mar a explorar la vida marina: puedes llevar unas simples gafas de buceo y curiosear cerca de la orilla. 

¿Como acceder a la cala? 

Una ventaja de la Cala Jovera es que está alejada del pueblo, así que garantiza tranquilidad y exclusividad. Se puede llegar fácilmente andando a través de un sendero costero desde la playa de Tamarit en unos 10-25 minutos. También se puede acceder en coche, ya que hay un párquing al lado del Castillo de Tamarit, pero suele estar lleno en verano. Es aconsejable llevar comida y bebida, puesto que no hay tiendas por la zona, y es imprescindible recoger los desechos para mantener la belleza natural de la cala. 

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