Una ruta que te encantará por el Románico Atlántico

La luz brilla con más intensidad en los templos restaurados de las provincias de Zamora, Salamanca y las regiones portuguesas de Porto, Vila-Real y Bragança que forman parte del Plan Románico Atlántico. 

San Pedro de la Nave.
San Pedro de la Nave. / Marce Alonso

El futuro comenzó a iluminarse en 2010 en las inmediaciones del río Támega, en las provincias de Salamanca y Zamora, y en Porto, Vila-Real y Bragança, en el norte de Portugal, cuando arrancó el Plan Románico Atlántico que promueven la Junta de Castilla y León, la Fundación Iberdrola España y el Ministerio de Cultura del país luso para restaurar una treintena de iglesias románicas en colaboración con la Iglesia católica. 

La Fundación Iberdrola España colabora con la Fundación Santa María La Real del Patrimonio Histórico, institución de referencia en la restauración del arte Románico para el desarrollo de esta iniciativa. Nadie mejor que este organismo para realizar el diseño y la ejecución técnica, aunque su plan de actuación va más allá: trabaja para reconstruir el futuro en los lugares en los que trabaja con la innovación por bandera y con la mirada puesta en el patrimonio, las personas y el paisaje. 

Las iniciativas públicas y privadas involucradas suman esfuerzos para alcanzar un objetivo mayor: impulsar el progreso y la cohesión territorial de estos territorios fronterizos a través de una intervención integral.

San Pedro de la Nave.

San Pedro de la Nave.

/ Justino Diez

Restauración y conservación

La primera fase del plan se implementó desde 2010 a 2014. Además de curar sus heridas y borrar las cicatrices del tiempo, Iberdrola mejoró o renovó sus instalaciones eléctricas con un sistema de iluminación ornamental más innovador y eficiente que realza su belleza histórico-artística. Pero tan importante como restaurar es conservar, así que para gestionar de forma más inteligente el patrimonio, la Fundación Santa María La Real instaló el sistema de monitorización de los parámetros ambientales, estructurales y de seguridad para predecir qué ocurrirá en el futuro y actuar con antelación. Además, se involucra a los vecinos para que también colaboren en la conservación de su iglesia. En un folleto, le explican el proceso de restauración y detallan los consejos para que ellos aporten su granito de arena para preservar su joya local.

Iglesia de San Martín de Castañeda.

Iglesia de San Martín de Castañeda.

/ Justino Diez

Dinamización del territorio

En 2015 arrancó la segunda fase del Plan Románico Atlántico para impulsar el desarrollo y la cohesión territorial de estas regiones vecinas con una intervención integral que recupera también el patrimonio natural, cultural y social, sienta las bases de un crecimiento sostenible, a través de la creación de empleo y la dinamización socioeconómica, y, de paso, estrecha los lazos con el país vecino.

Actualmente, el Plan se encuentra en su tercera fase, 2020-2024, en la que se están poniendo en marcha nuevos planes educativos, culturales y turísticos, que crean las si­nergias para implementar en el futuro proyectos in­novadores de I+D+i, crear redes de investigación y reforzar la identidad europea. Esta alianza entre la Fundación Iberdrola España, la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Cultura de Portugal ha permitido invertir en el Plan más de cinco millones de euros.

De Zamora a Salamanca

En España, el Plan Románico Atlántico opera en edificios religiosos de Zamora y Salamanca. En la primera provincia se han restaurado las iglesias de San Juan de Puerta Nueva y San Vicente de la capital; la de estilo visigótico de San Pedro de la Nave (El Campillo), además de los templos de San Martín de Castañeda, Santa María Magdalena de Cozcurrita, San Juan de Fermoselle, Nuestra Señora del Carrasco de Pinilla de Fermoselle, Nuestra Señora de la Asunción de Pobladura de Aliste, Santa Marina de Sejas de Sanabria o los frescos de la ermita de Fernandiel en Muga de Sayago.

San Pedro de la Nave.

San Pedro de la Nave.

/ Justino Diez

En Salamanca, el plan ha intervenido en las iglesias de Forfoleda y San Martín de Tours, en la capital salmantina; en la catedral de Ciudad Rodrigo o en los templos de las localidades de Yecla de Yeltes, Hinojosa de Duero, Cerralbo, San Felices de los Gallegos o Carrascal de Velambélez.

La Raya es el nombre que recibe la frontera terrestre entre España y Portugal, es la más antigua de Europa y la más larga entre dos países de la Unión Europea. Los dos vecinos comparten límites geográficos, una rica historia y cultura y un ejemplo son los monumentos religiosos con un mismo estilo: el Románico. 

El Plan Románico Atlántico actúa en el norte del país luso en ocho iglesias en el distrito portugués de Vila Real, una en el distrito portugués de Porto, cinco en la provincia de Salamanca y cuatro en Bragança.

En este último distrito ya han finalizado las obras de conservación de las iglesias de San Andrés (Algosinho), San Pedro de Roriz (Porto) y la más emblemática del Románico Atlántico en Portugal, la de San Benito (Castro de Avelãs), que fue monasterio benedictino en el siglo XII.

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