Descubrir Nueva Zelanda en tren: el recorrido que debes hacer una vez en la vida

Viajar en tren es una experiencia evidentemente superior en términos de estética, atención y gastronomía, en comparación con otros medios de desplazamiento. A pesar de ser uno de los primeros modos de transporte en la historia humana -remontándose al primer tren que circuló de Stockton a Darlington, Gran Bretaña, en 1825-, lo que el ferrocarril tiene para ofrecer no tiene punto de semejanza con el avión, el barco o el automóvil.

Más allá de las vistas panorámicas que se pueden disfrutar desde las ventanas y la esencia romántica del viaje en sí -especialmente evocada en películas como Antes del amanecer-, uno de los grandes beneficios de este medio es su compromiso con la sostenibilidad. Los trenes emiten entre 3 y 5 veces menos dióxido de carbono que el traslado por carretera y entre 7 y 10 veces menos que el transporte aéreo.

Nueva Zelanda se enorgullece de contar con uno de los mejores viajes en tren del mundo. La empresa Great Journeys -la división turística de KiwiRail, el operador nacional de ferrocarriles- brinda una variedad de tours que pueden durar hasta 17 días, con diferentes recorridos en tren que van desde Auckland hasta lugares trascendentales como la Tierra Media, la campiña de Canterbury y los Alpes Neozelandeses.

Un viaje a Nueva Zelanda en tren: la experiencia definitiva

Debido a su ubicación remota, Nueva Zelanda se destaca como uno de los países más australes y alejados del continente. A tan solo 2.000 km de Australia, este estado comprende dos islas principales, ambas caracterizadas por la presencia notable de volcanes y la huella de la glaciación.

La diversidad de sus paisajes, que incluyen picos montañosos y playas espectaculares, junto con su clima excepcional y la rica fauna autóctona, hacen de este destino un lugar de gran interés para los viajeros. Great Journeys brinda la oportunidad de descubrir la magia de este territorio a través de tres líneas ferroviarias distintas.

Las opciones de este recorrido van desde Auckland, una imponente ciudad construida sobre 50 volcanes inactivos y rodeada de playas increíbles, hasta Wellington, la capital de este país y la ciudad principal más meridional del mundo.

El viaje -que también se puede realizar en sentido contrario- abarca 648 km en tren, explorando el corazón rural de la isla Norte con una variedad de escenarios locales e internacionales. Entre los paisajes emblemáticos que se pueden observar destacan los lugares que evocan la Tierra Media y las elevadas llanuras de la meseta volcánica.

Nueva Zelanda también es conocida por sus playas idílicas y su cultura surfera. Por este motivo, Great Journeys ofrece un recorrido que sumerge a los pasajeros en los diversos paisajes costeros. En esta oportunidad, el trayecto puede ser de Christchurch a Picton o de Picton a Christchurch.

Algunos de los sitios destacados por los que pasa este tren son la costa de Kaikōura, famosa por su vida marina y avistamiento de ballenas; Blenheim, conocida por sus emblemáticos viñedos; y Canterbury con su famosa campiña.

Muchos dicen que la joya de Great Journeys es el TranzAlpine. Este viaje, que cubre 223 kilómetros en un sentido y dura poco menos de 5 horas, destaca por sus vagones panorámicos sin cristales que permiten disfrutar plenamente del escenario montañoso y capturar innumerables fotografías.

El recorrido atraviesa la campiña de Canterbury y Christchurch, el lago Brunner y los picos de los Alpes Neozelandeses, como el Monte Binser o el Monte Murchison, que se avistan desde el tren.