10 viajes en tren que deben hacerse una vez en la vida

Descubre diez trayectos en tren alrededor del mundo que todo viajero debería hacer una vez en la vida. Sí, algunas de estas propuestas tienen precios prohibitivos, pero, hay otras que son asequibles para todos los bolsillos. ¿Te animas a descubrirlas?

Tren bala, Japón

A bordo de estos trenes disfrutarás de paisajes únicos.

/ Blanscape / ISTOCK

Se tiende a pensar que lo importante cuando uno viaja es el destino. Y esto no siempre es así. En ocasiones, el trayecto es lo verdaderamente importante. De hecho, aquí te presentamos diez viajes en tren que todo viajero debería hacer, al menos, una vez en la vida.

Hay trenes que son auténticos palacios rodantes, como el Ghan que recorre Australia de norte a sur. Nos permiten viajar en el tiempo y descubrir cómo era la vida hace unos cuantos años, como el Al Ándalus que nos traslada por arte de magia a la Belle Epoque, mientras que otros, como el tren bala, nos llevarán a nuestro destino a una velocidad de más de 300 kilómetros por hora. También podremos adentrarnos escenarios de película (¿qué os parece coger el tren de Harry Potter?) o descubrir las montañas rocosas a través de un tren panorámico.

Hemos seleccionado algunos viajes que cuestan una autentica fortuna y solo son aptos para los bolsillos más pudientes; pero también descubrimos trayectos en tren que son inolvidables y te costarán un precio simbólico teniendo en cuenta los paisajes que vas a disfrutar. Ha llegado el momento, pasajeros ¡al tren!

Ghan, Australia

Viajamos literalmente hasta la otra punta del mundo y llegamos hasta Australia. Durante tres días y dos noches, el Ghan viaja entre Darwin y Adelaida para conectar ambas ciudades en un trayecto que ofrece una paleta cromática indescriptible. Este tren, que toma su nombre de los camelleros afganos que una vez atravesaron esta ruta, recorre cerca de 3.000 kilómetros de norte a sur y hace parada de cuatro horas en Alice Springs.

Descubre Australia a bordo del tren Ghan.

El Ghan cruza australia de norte a sur.

/ BeyondImages

Arranca el recorrido y este palacio rodante atraviesa pueblos ferroviarios y vastas extensiones de tierra aborigen. Cruza el Trópico de Capricornio y te adentra en el desierto de Tanami. Disfrutarás de paisajes imponentes, salvajes y agrestes. Y, casi como por arte de magia, el escenario se transforma y da paso a un manto verde y tropical que nos acompañará hasta llegar a Darwin.

Subir a bordo del Ghan te permitirá descubrir el pueblo minero de oro de Tennant Creek, el desfiladero de Katherine (con sus magníficos acantilados de arenisca), el monte sagrado Uluru o el pueblo fantasma de Flinders Rangers. Eso sí, sus precios, en la cabina más económica (gold class) parten de los 2.500 €.

Transiberiano, Rusia

El Transiberiano es uno de los trenes más icónicos y representativos en lo que a transporte sobre raíles se refiere. Existen varias rutas y, de hecho, el nombre no nos indica el tren en sí, sino la línea ferroviaria que une la Rusia europea con las provincias del Lejano Oriente ruso hasta el océano Pacífico, pasando por Mongolia o China. 

El Transiberiano ofrece una gélida estampa en gran parte de su recorrido.

Los paisajes helados a bordo del Transiberiano resultan sobrecogedores.

/ bksrus

La ruta más interesante es la que une Moscú con Vladivostok. Más de 9.000 kilómetros que nos permitirán descubrir el vasto e inexplorado interior de Rusia en tan solo una semana. Desde Ekaterinburgo en los Urales, Irkutsk cerca del Lago Baikal hasta Ulaanbaatar, la capital de Mongolia.

Tal y como hemos dicho, el transiberiano no es un tren sino una ruta y, por tanto, el abanico de precios es amplio. Eso sí, si queremos descubrir el lujo y la opulencia del periodo zarista, deberemos subir a bordo del Golden Eagle, que arranca con precios a partir de los 12.000 €.

Tren bala, Japón

El tren bala o shinkansen es un símbolo de Japón. Desde Tokio podrás llegar a las principales ciudades del país a una velocidad de 360 kilómetros por hora. Son trenes en los que tan solo pasarás unas horas y no hay posibilidad de pernocta, pero, no por ello, dejan de ser menos espectaculares.

Hay que montar en el tren bala una vez en la vida.

Hay que montar en el tren bala al menos una vez en la vida.

/ DoctorEgg

Hay tres tipos de tren bala (dependiendo de la ruta y la cantidad de paradas) y tres tipos de asientos (desde los no numerados hasta los Green Card, que sería lo que actualmente conocemos como clase preferente). Normalmente estos trenes son de color blanco, pero el que cubre el trayecto hasta Tohoku es verde y rojo. También hay un tren bala amarillo conocido como Dr. Yellow que se encarga de verificar el estado de las vías. Y según cuenta la tradición, si te cruzas con él, tendrás buena suerte.

Venice Simplon Orient-Express, Europa

El Venice Simplon Orient-Express es el heredero del mítico Express d’Orient inaugurado en 1883 por la Compagnie Internationale des Wagons-Lits. 

Venice Simplon Orient-Express

El lujo se materializa a bordo del Venice Simplon Orient- Express.

/ Roberto / ISTOCK

Este tren conecta Londres y Venecia con escala en París en un viaje de 1.720 kilómetros a bordo de los coches originales de 1920. Viajar en este palacio andante, con vagones decorados con un estilo Art Decó, supone una de las experiencias más lujosas que un viajero puede experimentar a bordo de un tren.

Subir a bordo del Orient Express significa detener el tiempo mientras se recorren Italia, Lichtenstein, Austria, Alemania, Francia y finalmente, Inglaterra. El esmerado servicio a bordo, con mayordomos que cubrirán las necesidades más estrambóticas de los clientes, y su exclusivo servicio de restauración son experiencias que hay que disfrutar una vez en la vida. Y decimos una porque no está al alcance de todos los bolsillos, ya que el trayecto de dos días y una noche a bordo arranca en una tarifa de 4.500 €.

Rocky Mountaineer, Canadá

Rocky Mountaineer ofrece cuatro rutas diferentes por las Montañas Rocosas de Canadá, siendo Rockies to the Red Rocks la más representativa.

Tren panorámico en las Montañas rocosas, Canadá

Los trenes panorámicos ofrecen unas vistas espectaculares.

/ Richard Jacyno

Subir a bordo de un tren panorámico es una experiencia única. No hay vagones de época, no hay cabinas para dormir, sino que se trata de un tren diurno en el que el lujo aparece tras los cristales.

En un trayecto de dos días a bordo del Rocky Mountaineer podrás viajar desde Denver hasta Moab, descubriendo parques naturales como el de Los Arcos o Tierra de Cañones y haciendo noche en Glenwood Springs. Prepara tu cámara para inmortalizar Ruby Canyon, Mount Garfield o Moffat Tunnel en un recorrido único que está disponible a partir de los 1.856 € por persona.

Jacobite, Escocia

Los amantes de la saga Harry Potter tienen que subir a bordo de The Jacobite, tren que cubre unos 135 kilómetros entre los pueblos de Fort William y Mallaig en un trayecto de seis horas de duración.

¿Te vienes a Hogwarts? Sube a bordo del tren Jacobite.

El tren The Jacobite se popularizó gracias a la saga de Harry Potter.

/ evenfh

Este tren de vapor escocés ha conseguido hacerse famoso tras su aparición en la saga escrita por J. K. Rowling y nos permitirá disfrutar de escenarios tan sobrecogedores como la montaña más alta de Gran Bretaña o el lago más profundo de Europa. También podrás descubrir el impresionante Viaducto de Glenfinnan, de 21 arcos y construido en 1898.

Puedes subirte a bordo con la tarifa estándar por 58 €, pero si prefieres una experiencia más premium, el billete en primera clase asciende hasta los 90 €.

Flåm, Noruega

El ferrocarril de Flåm es una de las principales atracciones turísticas de Noruega y no es para menos.

El ferrocarril de Flåm es una de las principales atracciones turísticas de Noruega.

El ferrocarril de Flåm es una de las principales atracciones turísticas de Noruega. 

/ Wirestock

El tren va desde el final del Aurlandsfjord, un afluente del Sognefjord, hasta las altas montañas de la estación de Myrdal en un recorrido que te elevará hasta 867 metros sobre el nivel del mar.

La espectacularidad de este viaje viene dada por las particularidades del terreno. Gran parte del trayecto tiene una inclinación del 5,5 % y se pasa por más de una veintena de túneles. En uno de ellos, el tren hará un espectacular giro de 180 grados dentro de la montaña.

En unas coquetas cabinas vintage, el viajero disfrutará de paisajes inimaginables. Hay que tener en cuenta que se viaja en un tren de alta montaña y puede haber tremendas acumulaciones de nieve. De hecho, si se viaja en otoño o invierno, la espectacular cascada de Kjosfossen podría estar completamente congelada.

El trayecto de hora y media, si se compra billete de ida y vuelta cuesta en torno a los 45 €, un precio más que ajustado para disfrutar de un espectáculo natural único en el mundo.

Shiki-shima, Japón

Ya hemos hablado de la experiencia que supone viajar en tren bala. Pero en Japón hay otra cita imprescindible a bordo de un tren de diseño futurista: el Shiki- shima.

Este tren hace el trayecto desde Tokio hasta la isla de Hokkaido y está concebido para alojar tan solo a 34 pasajeros. Cuenta con 10 vagones: dos de observación (en los extremos, con vistas más amplias), cinco dormitorios (suites) de dos pisos, una sala de estar, un comedor y una suite de lujo.

El diseño es obra de un exdiseñador de Ferrari que ha decorado este tren con baños de mármol, ventanales con exclusivas vidrieras o paneles de madera con diferentes formas artísticas, usando materiales exclusivos ligados a la artesanía japonesa tradicional.

El tren hace trayectos desde Tokio hasta la isla de Hokkaido y puedes dormir a bordo entre una y tres noches. Eso sí, esta experiencia de lujo suprema, solo puede disfrutarse a partir de unos 3.000 € en su modalidad más económica.

Al- Ándalus, España

En España también contamos con nuestros propios palacios rodantes. El l tren Al Ándalus recorre Andalucía en 7 días en los que el lujo de sus vagones, el esmerado servicio y la gastronomía con productos autóctonos como el jamón ibérico, el gazpacho o el rabo de toro harán que te sientas como un viajante de la Belle Epoque. 

Descubre el lujo a bordo del tren Al Ándalus.

Descubre el sur de España a bordo del tren Al Ándalus.

/ Elijah-Lovkoff

Entre las excursiones programadas para los viajeros de Al Ándalus destacan algunas muy interesantes, como la visita a una bodega de vino de Jerez o el espectáculo “Cómo Bailan los Caballos Andaluces”, célebre ballet ecuestre con música española. También merece la pena reseñar la visita a La Alhambra o a la Mezquita de Córdoba, así como el Palacio de Mondragón, el Palacio del Rey Moro y las murallas árabes de Ronda.

El tren Al Ándalus cuenta con dos tipos de habitaciones (las Gran Clase y las Suite Deluxe) y está disponible a partir de los 4.700 €.

En Viajar hemos comprobado de primera mano si todos los rumores con respecto a este crucero sobre raíles son ciertas y, bueno, lo mejor es que juzgues tú mismo.

Tren Ecuador, Ecuador

Por último, nos trasladamos hasta Ecuador para montarnos en un tren que lleva el mismo nombre y nos permitirá descubrir desde las cumbres de los Andes hasta las costas del Pacífico.

Nariz del Diablo en los Andes ecuatorianos.

Este recorrido en tren a través de la Nariz del Diablo no es apto para gente con vértigo.

/ Efenzi

Lo más reseñable de este tren Ecuador es su paso por la conocida como Nariz del Diablo, un tramo de infarto de dos horas y media que ha sido calificado como la vía ferroviaria más difícil del mundo. Si tienes vértigo, quizá no sea una buena opción, pero si te gustan las emociones fuertes, podrás descubrir como las rocas casi tocan los ventanales de los vagones, mientras que, si se mira al otro lado, solo tendremos ante nosotros el abismo.

Actualmente, esta ruta de tren no está funcionando pero esperamos que dentro de muy poco vuelva a abrirse al público y los más valientes puedan subirse a bordo. 

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