El Parador histórico perfecto para verano: un antiguo Hospital y Colegio de Infantes

Viajamos hasta Cáceres para descubrir un pueblo que alberga un tesoro reconvertido en Parador.

El Parador de Guadalupe es el alojamiento ideal para una escapada en julio.
El Parador de Guadalupe es el alojamiento ideal para una escapada en julio. / Paradores España

La verdadera magia que tiene alojarse en cualquiera de los establecimientos que la Red de Paradores tiene diseminados a lo largo de la geografía española reside en que cada uno ofrece un encanto único y nos traslada a épocas pasadas. Nos hacen soñar con escenarios de cuentos de hadas o luchas épicas en algunos enclaves singulares, como Costa da Morte, con vistas al fin del mundo o la mágica Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela.

Los Paradores se dividen en tres clases: Esentia, Civia y Naturia, cada uno con su propia esencia. Los primeros son aquellos que se encuentran ubicados en edificios históricos y monumentales; por su parte, los Civia se sitúan en destinos urbanos (por ejemplo, el de Málaga Gibralfaro), dirigidos tanto al viajero de ocio como al de negocio. Y, por último, los Naturia los encontramos en espacios naturales tanto del interior como de la costa que permiten al usuario estar en pleno contacto con la naturaleza.

Entrada al Parador de Guadalupe, Cáceres.

Entrada al Parador de Guadalupe, Cáceres.

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Hoy viajamos hasta la provincia de Cáceres para descubrir el Parador histórico perfecto para verano: un antiguo Hospital y Colegio de Infantes. ¿Te imaginas a qué localidad vamos a viajar? Se trata de Guadalupe, precioso municipio a 123 kilómetros de la capital cacereña y famoso por ser un importante centro de peregrinación gracias al Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993.

Auténtica esencia mudéjar en el Parador de Guadalupe.

Auténtica esencia mudéjar en el Parador de Guadalupe.

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Historia del Parador de Guadalupe

El Parador de Guadalupe se encuentra en un edificio histórico que antiguamente fue el Hospital de San Juan Bautista, un establecimiento fundado en el siglo XIV para atender a los peregrinos que visitaban el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe. El edificio conserva muchos de sus elementos arquitectónicos originales, entre los que descubrimos piezas góticas y mudéjares, que reflejan la influencia de las diversas culturas que han dejado su huella en la región. Además del Hospital, el Parador (inaugurado en 1965) también se asienta en el Colegio de Infantes, del siglo XV, que ofrece unas vistas inmejorables al monasterio.

Disfruta de una noche de verano en el Parador de Guadalupe.

Disfruta de una noche de verano en el Parador de Guadalupe.

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Las zonas comunes de este parador son una verdadera fantasía, ya que permiten a los viajeros disfrutar de patios interiores llenos de vegetación, fuentes y arcadas que evocan la tranquilidad y belleza de tiempos pasados. Además, es el alojamiento perfecto para estos meses de verano, porque cuenta con una fantástica piscina exterior en la que poder refrescarse tras un largo día conociendo las inmediaciones.

Redacción Viajar

Cuando cae la noche llega el momento de descansar en alguna de las 41 habitaciones, divididas en 4 categorías diferentes: Accesible, Doble Estándar, Doble Superior y Junior Suite. Y, aunque todas las estancias son fantásticas, cabe destacar que algunas cuentan con camas con dosel que nos hacen sentir protagonistas de una película de aventuras y, otras, con bañera de hidromasaje, en la que sumergirse para poner el broche de oro a un día inolvidable.

Habitación de matrimonio con dosel e hidromasaje en el Parador de Guadalupe.

Habitación de matrimonio con dosel e hidromasaje en el Parador de Guadalupe.

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Gastronomía en Guadalupe

El Parador de Guadalupe cuenta con un restaurante que sirve platos tradicionales de la cocina extremeña. La gastronomía del establecimiento es uno de sus principales atractivos, ya que cuenta con un menú que destaca por el uso de productos locales y recetas como el cordero asado, las migas extremeñas, el zorongollo o el jamón ibérico de bellota. El restaurante del Parador también ofrece una selección de vinos de la región, que son el complemento perfecto a la riqueza de sabores de la cocina local

Conociendo el entorno: Sierra de Villuercas

El Parador de Guadalupe es, sin lugar a dudas, el mejor campo base para descubrir las inmediaciones, tanto el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, como la encantadora plaza Santa María de Guadalupe (en la que, como en estas otras plazas de pueblo, nos pasaríamos toda la tarde) o las inmediaciones, perfectas para disfrutar de senderismo en plena Sierra de las Villuercas.

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