El parador más caro y más barato de España: todo lo que debes saber de ambos

España es uno de los destinos turísticos más populares del mundo: tenemos cultura, naturaleza, arte, gastronomía… no es de extrañar que tanta gente quiera descubrir este país. España está llena de paraderos que convierten lo que podría ser una simple estancia en toda una experiencia, ya que la arquitectura representa siglos de historia que han dado forma a este lugar tan querido por los viajeros. Hay cientos de paradores que vale la pena visitar, pero, ¿cómo son el más caro y el más barato de España?

El Parador de Melilla

Convenientemente cerca del aeropuerto, se encuentra este parador que ofrece las mejores vistas de Melilla y es el más económico del país. Este hotel que tampoco está lejos de la costa, es perfecto para disfrutar de la cultura melillense a través de su restaurante que ofrece los mejores platos de la gastronomía local. También cuenta con salones para celebrar eventos, así que el destino no es solo vacacional (¡una boda en el corazón del Rif no suena nada mal!)

Además de las habitaciones perfectas para descansar después de un largo día de visitas, el hotel dispone de piscina exterior para refrescarse durante el calor de verano. 

Aunque Melilla no sea la primera ciudad en la que la gente piensa cuando deciden hacer turismo por España, tiene mucho que ofrecer. Melilla La Vieja es un complejo histórico-cultural único, en el que puedes descubrir arquitectura medieval mezclada con joyas del “arte-deco”. La ciudad también cuenta con museos de arte y arqueología, que pueden ser un refugio del calor en las calles. 

Una noche en temporada alta se queda en los 111 €, un precio increíble comparado con la mayoría de paradores en verano. 

El parador de Hondarribia

Si los pueblos de cuento son tu destino predilecto debes visitar Hondarribia. El encanto de sus calles es innegable, y si puedes disfrutar de tu viaje en el Parador de Hondarribia, la experiencia va a ser inolvidable. 

Este municipio de Guipúzcoa cuenta con la Iglesia de Santa María de la Asunción y del Manzano, un tesoro del s. XVI, y las vistas al monte Jaizkibel son un espectáculo visual. Y por supuesto, Hondarribia está llena de lugares para descubrir la más auténtica gastronomía vasca. 

El parador de Hondarribia es el castillo del emperador Carlos V, nieto de los Reyes Católicos. En esta fortaleza de lujo, se han alejado figuras históricas como el mismo emperador o Velázquez, y se guardan joyas en su interior como tapices diseñados por Rubens.

El lugar es tan exclusivo que los huéspedes se pueden encontrar con problemas en el momento de entrar a su residencia, ya que el acceso peatonal está restringido (pero nada que no se pueda solucionar rápidamente, puesto que , la gente que se hospeda en el hotel puede pasear por las estancias).