Los mejores hoteles con piscina de España: el refugio que esperabas para este verano

Infinitas o no. Climatizadas o del tiempo. Clásicas o de diseño. Con vistas a las montañas, a la Costa da Morte, a la Casa Batlló o a la Giralda. He aquí las piscinas de hotel más alucinantes de España.

Lo mejores hoteles con piscina de España.
Lo mejores hoteles con piscina de España. / Puebloastur

El viajero que sabe, al hacer la maleta, lo primero que echa es un bañador. Con esa escueta prenda puede que no le dejen entrar en un restaurante o en un museo, pero se le abren de par en par las puertas del cielo. Porque el cielo, después de estar todo el santo día turisteando a 50 grados, es hacer el muerto en una piscina como la del EME Catedral Mercer de Sevilla, observando cómo la vecina Giralda —“¡oh, palmera de luz!” juanramoniana— ondea en el azul; o eso parece, porque es uno el que se mece en el agua.

Piscina del EME Catedral Mercer con vistas a la Giralda.

Piscina del EME Catedral Mercer con vistas a la Giralda.

/ ©Fernando Alda/Mercer Hoteles

Rooftop pools de hotel con vistas más monumentales que la piscina del EME no existen en España, pero hay dos que se acercan. Una, la del Mandarin Oriental de Barcelona, que solo dista 140 metros de la Casa Batlló. Otra, la del Pestana Plaza Mayor de Madrid, donde sus clientes se estiran y ronronean encima de la famosa Casa de la Carnicería, a 75 metros de la escultura ecuestre de Felipe III, otro que sesteó indolentemente en la España del siglo XVII. 

En Vigo —cuarta y última ciudad que visitamos en este reportaje— hay también un hotel donde, quien no trae bañador, se pierde lo mejor. Desde la piscina climatizada Skyline del Gran Hotel Nagari no se ve ningún monumento, pero se otea divinamente la ría de Vigo, que es un escenario la mar de histórico, donde el 23 de octubre de 1702 se libró la batalla de Rande y donde, en otro orden de cosas más literario, Julio Verne escondió el tesoro submarino del capitán Nemo. Huelga decir cuál es la lectura más indicada aquí, entre chapuzón y chapuzón, entre cabezada y cabezada.

Piscina Skyline del Gran Hotel Nagari.

Piscina Skyline del Gran Hotel Nagari.

/ ©Ramón Vaamonde

Eso, si los dos chorros cervicales, las dos cascadas, las dos camas de burbujas, el chorro de natación contracorriente y los dos hidromasajes nos dejan tiempo de leer algo que no sea la carta del bar y restaurante Manhattan Lounge.

No salimos de Galicia, pero nos dejamos de ciudades e historias y nos plantamos en el fin del mundo. En Muxía (A Coruña), en un altozano sobre la playa de Lourido, se erige el Parador Costa da Morte, obra muy moderna, muy audaz y muy aterrazada del arquitecto Alfonso Penela, desde cuya piscina de paredes de cristal se avizora un litoral famoso por sus naufragios —¡más de 140 grandes hundimientos durante el último siglo!—. Comparado con el brusco tango que el oleaje obliga a bailar en la playa, allá abajo, el ejercicio de nadar en este alto rectángulo de agua inmóvil es tan fácil, tan descansado, tan inconsciente, tan onírico, tan irreal…, como hacerlo en un acuario. 

Vistas desde el Parador Costa da Morte.

Vistas desde el Parador Costa da Morte.

/ Paradores

Una caja de cristal expuesta como si fuera una pecera gigante en un monte de la Costa da Morte es algo muy raro, pero el título de piscina más extraordinaria del norte de España se la lleva la de Puebloastur, un eco-resort del valle del Sueve que, como indican su nombre y sus cinco estrellas, es un pueblo asturiano de fantasía construido dentro de otro pueblo de verdad (Cofiño, en el concejo de Parres), con restaurantes gastronómicos, huertos ecológicos, invernaderos, cuadras de animalejos autóctonos (caballos asturcones, gochos asturceltas, pitas pintas, oveyas zaldas, vacas cansinas, cabras bermeyas….), un completo centro de salud y bienestar (talasoterapia, estética, fisioterapia, osteopatía, oxigenoterapia, jacuzzis, cabinas de masaje…) y una pìscina infinita con vistas a un paisaje infinitu: los Picos de Europa.

Palafito del Asia Gardens Hotel & Thai Spa.

Palafito del Asia Gardens Hotel & Thai Spa.

/ Asia Gardens Hotel & Thai Spa

Dicen que estas montañas se llaman así porque eran las primeras tierras del continente que veían los marinos desde los barcos cuando regresaban de América o de pescar ballenas en Terranova. Nos gustaría ver la cara de aquellos rudos asturianines si, al volver a su aldea, descubrieran a unas desconocidas emergiendo como xanas del espejo de una infinity pool.

Nuestra vuelta a España de piscina flipante en piscina flipante nos lleva ahora al Asia Gardens Hotel & Thai Spa de Finestrat (Alicante), donde no hay una, sino seis, a cual más exótica: la Langkawi (una sucesión de infinitas), la Caras de Angkor (solo para adultos), la Zen (con hidromasaje), la Lombok (estilo lago natural, con cascada), la Thai Spa (climatizada) y la Thai Club (exclusiva para las suites). Todas ellas, rodeadas de jardines tropicales. 

Plaza Atlántica del Gran Meliá Palacio de Isora.

Plaza Atlántica del Gran Meliá Palacio de Isora.

/ Meliá

Mayor exageración que esta solo la hallaremos en el tinerfeño Gran Meliá Palacio de Isora: ¡7.500 metros cuadrados de piscinas!, entre las que destaca la Infinity Pool, la mayor de agua salada de Europa (dentro de un hotel), grande como un campo de fútbol. Una barbaridad de piscinas y de vistas: al Atlántico y al Teide.

Camas balinesas en la zona Epic del Bless Hotel Ibiza.

Camas balinesas en la zona Epic del Bless Hotel Ibiza.

/ ©Roberto Lara

En Baleares, por último, hay dos chapuzones obligados. Uno, en la alta piscina infinita del Bless Hotel Ibiza, en Es Canar, cuyas aguas se funden visualmente con las de Cala Nova. Y dos, en la piscina colgante del Innside by Meliá Calviá Beach, en la localidad de Magaluf, que está suspendida a 20 metros de altura entre dos edificios y tiene las paredes de cristal. De esta forma, los bañistas, vistos desde abajo, desde la calle, parecen flotar en el aire, ingrávidos. Así vivirán los ricos en el espacio. Y los bichos en un tubo de ensayo. 

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