El pueblo que se calienta con los residuos de su bosque desde hace 10 años

Sabando, ubicado en la provincia de Álava, posee uno de los primeros sistemas de calor comunitario instalados en todo España.

Este territorio del País Vasco utiliza un sistema comunitario para calentar sus hogares y suministrar el agua
Este territorio del País Vasco utiliza un sistema comunitario para calentar sus hogares y suministrar el agua / Aintzanemug | Wikicommons

La provincia de Álava, dentro del territorio Vasco, alberga uno de los sistemas más innovadores y sostenibles en materia de eficiencia energética. Sabando, un pintoresco pueblo con apenas 50 habitantes, lleva más de una década calentando sus hogares y suministrando agua a través de una red comunitaria.

Inicialmente, cuando surgió la idea de implementar esta metodología, los residentes mantuvieron sus calefacciones individuales "por precaución", temerosos de que esta iniciativa pudiera no funcionar. Hoy se han convertido en una de las primeras comunidades en implementar el proyecto, estableciendo así un sólido ejemplo para otros municipios.

El pueblo de Sabando, ubicado en las montañas de Álava, tiene menos de 50 habitantes.

El pueblo de Sabando, ubicado en las montañas de Álava, tiene menos de 50 habitantes.

/ Istock

¿Qué son los sistemas de calefacción comunitaria? 

Las redes de energía comunitarias -también conocidas mundialmente como District Heating & Cooling- son sistemas centralizados de suministro que proveen calefacción y agua caliente a múltiples edificios dentro de una comunidad, barrio o distrito. A diferencia de los métodos convencionales, donde cada edificio tiene su propia caldera independiente, en este caso se emplea una central de producción que puede ser alimentada por diversas fuentes, como el gas natural, la biomasa o la energía geotérmica.

A través de una red de tuberías, el agua caliente o el vapor se transporta a los edificios conectados a esta red. La comunidad recibe el suministro y devuelve el agua enfriada para ser recalentada y redistribuida nuevamente. El principal beneficio radica en su eficiencia energética, ya que al estar integrado con fuentes renovables, es mucho más sustentable y barato. 

El sistema comunitario utiliza como fuente de energía materiales de origen forestal.

El sistema comunitario utiliza como fuente de energía materiales de origen forestal.

/ Aintzanemug | Wikicommons

Sabando, uno de los primeros municipios en utilizar este sistema 

Este pueblo de Álava tiene la particularidad de utilizar la biomasa como fuente de energía para su sistema. Se trata de un recurso renovable que proviene de materiales de origen forestal, pero que también puede surgir de la agricultura, la ganadería e incluso de residuos urbanos. En España, menos de 500 redes emplean esta fuente para satisfacer sus necesidades energéticas. Sin embargo, se estima que su aplicación podría extenderse a muchos más lugares.

En Sabando, se trabaja diligentemente para gestionar este sistema de manera eficiente y sostenible. Se evitan las talas excesivas y se asegura que la materia prima esté disponible dentro de un radio razonable de 50 a 60 kilómetros del punto de consumo.

Tras 10 años de funcionamiento, los vecinos han implementado un sistema eficiente que consume un 30% menos de leña que antes. No obstante, de las 40 viviendas en el pueblo, solo 24 han adoptado la iniciativa hasta el momento. A pesar de esto, el crecimiento ha sido constante, ya que inicialmente solo 17 viviendas participaban en el sistema, a pesar de que estaba disponible para todas.

En términos de costos, el ahorro es notable: actualmente la factura ha disminuido entre un 40% y un 60% en comparación con las calefacciones de gas. Anteriormente, la factura anual promediaba alrededor de 2.500 euros, mientras que ahora oscila entre 600 y 1.000 euros. Además, cada vecino paga la energía que consume a 0,025 euros por kilovatio, cubriendo así los gastos de leña, mantenimiento y electricidad de las bombas de agua.

Al principio solo 17 viviendas se sumaron a participar de la iniciativa

Al principio solo 17 viviendas se sumaron a participar de la iniciativa

/ Aintzanemug | Wikicommons

Actualmente en España hay 479 redes con biomasa, la gran mayoría dan servicio a ayuntamientos que las usan para instalaciones públicas, aunque también hay unas 90 que dan servicio a viviendas y bloques de pisos, y hasta incluso ciudades como Soria. De estos biocombustibles los más utilizados son la astilla, el orujillo y los pellets.

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