Álava en 4 días: la escapada perfecta

Una desbordante naturaleza, un rico patrimonio y una gastronomía de primer nivel os esperan en uno de los rincones con más encanto de Euskadi.

Plaza de la Virgen Blanca (Vitoria Gasteiz)

Plaza de la Virgen Blanca (Vitoria Gasteiz) 

Por su interesante historia y tradición, porque nos encantan sus pintxos, sus quesos y vinos, disfrutamos con la belleza de sus pueblos, bosques y vistas espectaculares… Son muchos los motivos para escaparse y visitar Álava. Para exprimir el viaje al máximo, hemos preparado una ruta de cuatro días en la que, partiendo de su capital, Vitoria-Gasteiz, descubriremos lo mejor de esta tierra de ensueño al sur de Euskadi. 

Primer día: Vitoria-Gasteiz

Vitoria-Gasteiz, capital de la provincia de Álava y, a su vez, del País Vasco, es una ciudad que atrapa al viajero y, al mismo tiempo, es el punto de partida ideal para el recorrido, ya que en apenas 45 minutos en coche podemos llegar a cualquier pueblo, parque natural o recurso turístico de la provincia.

Comenzamos nuestro itinerario por el centro neurálgico de la ciudad, la Plaza de la Virgen Blanca, construida en el siglo XVII y donde hoy bulle la vida en cualquier estación del año. Tras la foto obligada junto a la escultura vegetal con el nombre de Vitoria-Gasteiz, nos encaminamos a su centro histórico para conocer uno de sus iconos, la ‘Catedral Vieja’, dedicada a Santa María.

Catedral de Santa María (Vitoria)

Catedral de Santa María (Vitoria)

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Desde que el escritor británico Ken Follett se inspirara en sus muros para escribir su novela histórica ‘Un mundo sin fin’, este templo gótico ha ganado popularidad entre las personas viajeras. Para explorar todos sus rincones y ‘viajar en el tiempo’ hasta el medievo recomendamos reservar las experiencias inmersivas que ofrece la Fundación Catedral Santa María que combinan  un recorrido guiado por la historia de la Catedral, su cripta y torre (con la mejor vista panorámica de la ciudad), así como la Muralla de Vitoria-Gasteiz, con el uso de dispositivos de realidad virtual. 

Continuamos y nos dejamos llevar por las calles empedradas de la Almendra Medieval, nombre por el que se conoce casco histórico, para adentrarnos en un perfecto collage de plazas, museos, murales de gran formato al aire libre, estatuas, bellos palacios y parques verdes. Destacan por su belleza y aroma medieval la Plaza del Machete, donde se encuentra la iglesia de San Miguel y el Palacio Villa de Suso, y la Plaza de la Burullería, con el impresionante mural ‘Al hilo del tiempo’ y la escultura del citado novelista Ken Follet.

Por supuesto, en este recorrido abundan los lugares donde hacer un alto en el camino y disfrutar de sus célebres pintxos y vinos, con parada obligada en la calle Cuchillería, una de las más animadas de la ciudad.

Dentro de los grandes atractivos de Vitoria-Gasteiz se encuentra también su oferta de naturaleza. La ciudad cuenta con una de las mayores redes de carriles bici de España, cientos de miles de árboles y un entramado de jardines que se multiplica con un Anillo Verde de parques y humedales entre la rodean, con Armentia y Salburua como los más destacados. Este corredor ecológico, paraíso de senderistas y ciclistas, permite el avistamiento de aves, ciervos y otros animales. Estos elementos, unidos a un respeto por el medio ambiente ejemplar, convierten a Vitoria-Gasteiz en una de las ciudades más verdes de Europa.

Laguardia (Álava)

Laguardia (Álava)

/ Shutterstock

 Segundo día: Rioja Alavesa

Si eres amante del buen vino, pero también de la historia, el arte y la arquitectura, la segunda jornada en Álava está hecha a tu medida. Desde Vitoria-Gasteiz tardamos 45 minutos en llegar a Laguardia, capital de la Rioja Alavesa y uno de los pueblos más bonitos de España. Está en el corazón de una comarca donde se elaboran algunos de los mejores vinos del mundo amparados por la Denominación de Origen Calificada Rioja.

Conocer y degustar los vinos de sus bodegas, algunas de ellas escondidas para el subsuelo de la propia villa, y disfrutar de unas vistas marcadas por el mar de viñedos que la rodean son dos experiencias que no te puedes perder.

Pero esta villa ofrece mucho más que enoturismo, ya que dispone de un rico patrimonio medieval formado por toda una colección de iglesias, murallas, puertas, plazas, torres y palacios de los siglos XIII al XVI. Imprescindible conocer el pórtico de piedra policromada del siglo XIV de la iglesia de Santa María de los Reyes.

Dos propuestas in salir del término municipal de Laguardia. Visitar la bodega Ysios, diseñada por el arquitecto Santiago Calatrava, todo un hito de la llamada “Arquitectura del vino”; y la bodega Solar de Samaniego, que en 2022 recibió el premio ‘The Best Of’ a la mejor experiencia enoturística de España.

Hablamos en este último caso de una bodega, pero también de un espacio artístico y cultural: sus antiguos depósitos silos de hormigón son hoy gigantescas obras de arte gracias a los murales realizados por el artista australiano Guido van Helten y la experiencia “Beber entre líneas” fusiona vinos y literatura.

No podemos abandonar Rioja Alavesa sin acercarnos a la bodega Marqués de Riscal, ubicada a tan solo 8 kilómetros de Laguardia, en el municipio de Elciego, y mundialmente reconocida por sus vinos y el espectacular edificio que Frank Gehry, el arquitecto del Museo Guggenheim, hizo para la bodega Marqués de Riscal. A través de guiados se puede conocer la propiedad, pasear por los viñedos, hacer una cata de vino y ver más de cerca la obra sin igual de Gehry, que alberga un hotel de lujo.

Torre de los Varona (Villanañe)

Torre de los Varona (Villanañe)

/ Shutterstock

Tercer día: del Valle Salado al Parque Natural de Valderejo

¿Sabías que en Álava se encuentra las salinas en activo más antiguas del mundo? En el Valle Salado de Añana llevan extrayendo sal de forma ininterrumpida desde hace unos siete mil años, un dato increíble que por sí solo ya justifica incluir este punto en nuestro recorrido por la provincia.

Estas salinas milenarias nos regalan un paisaje único de más de 120.000 metros cuadrados de superficie, 5.000 eras, 767 terrazas, 848 pozos y 248 almacenes de sal. Aunque se pueden observar desde la carretera, es 100% recomendable reservar alguno de los diferentes recorridos guiados y experiencias para conocer la historia, la arquitectura, la arqueología y la biodiversidad de las salinas; ejercer de salinero por un día; disfrutar de una cata de sal; y beneficiarse de los efectos terapéuticos del agua salada.

Nuestra propuesta para completar esta tercera jornada es continuar por carretera hasta el Parque Natural de Valderejo, no sin antes detenernos en la Torre de Los Varona, situada en la localidad de Villanañe, a menos de 10 kilómetros de distancia del Valle Salado. En esta parada descubrirás la fortaleza mejor conservada de Álava. Esta majestuosa torre-palacio es un precioso ejemplo de arquitectura civil medieval cuyos orígenes se remontan al año 680, aunque no fue hasta el siglo XIV cuando se alzó la nueva torre y, un siglo después, su palacio. En el año 1949 fue catalogada como Monumento Nacional y, en 1982, como Conjunto Histórico Artístico Monumental. En su interior guarda detalles de gran interés y valor histórico de los siglos XV al XX, protegidos por la familia Varona, que sigue siendo sigue siendo propietaria de la torre.

Estamos ante uno de los escasos ejemplos de familias nobles españolas han vivido en la misma residencia desde el S.XIV hasta hoy en día. Sin duda, una apasionante historia que puedes conocer en una visita guiada a su morada.

Seguimos ruta hacia el Parque Natural de Valderejo, situado entre la sierra de Bóveda y el tramo occidental del macizo de Árcena. Valderejo es un espacioso valle cercado por empinadas laderas que culminan en rocas y atravesado por nueve sendas, entre las que destaca el hermoso desfiladero del río Purón, la joya paisajística de este Parque. Además, Valderejo da cobijo a una variada fauna y flora.

Sus valores ornitológicos son especialmente llamativos y sus rocas cobijan la colonia de buitre leonado más numerosa de Euskadi. En Lalastra, corazón de Valderejo, os esperan la Casa del Parque, que informa sobre rutas y servicios, y el Museo Etnográfico, que muestra la historia y costumbres del valle. También, restaurantes y un área recreativa con equipamiento infantil y picnic. Muy cerca se encuentran los núcleos de Lahoz, Villamardones y Ribera, los dos últimos ya abandonados e interesantes de recorrer. También en la zona quedan restos de una calzada romana, monumentos megalíticos (túmulo de San Lorenzo, monolito del Monte Lerón) y ermitas de diferentes épocas.

Cuarto día: Llanada Alavesa

La última jornada la dedicaremos a recorrer la Llanada Alavesa, comarca que ofrece al visitante un atractivo patrimonio arqueológico, histórico y natural. Todo aderezado con una interesante y variada oferta gastronómica, en la que destaca sin duda el queso de denominación de origen Idiazabal.

Los restos más antiguos de la zona son sus monumentos megalíticos, destino predilecto de amantes de la prehistoria. Y entre ellos recomendamos el dolmen de Sorginetxe. Se trata de un monumento funerario construido aproximadamente en el año 2500 antes de Cristo cerca de la localidad de Salvatierra/Agurain. En este lugar enterraban a sus seres queridos los antiguos pobladores del valle, ganaderos en su mayoría. Fue descubierto en 1831 y hoy es uno de los monumentos de estas características mejor conservados de Euskadi. Está formado por cinco piedras calizas verticales, y la que las cubre alcanza en su punto más alto unos 2,3 metros.

Laberinto de Arno

Laberinto de Arno.

/ Shutterstock

A pocos kilómetros, en plena sierra de Entzia, un paseo mágico, sobre todo si se viaja en familia, es el laberinto de Arno. Bajo este nombre, que pareciera evocar a duendes y hadas, se haya un paisaje kárstico moldeado por el agua, el viento y, por supuesto, el tiempo, que da lugar a una ruta de senderismo de singular belleza.  

El recorrido completo, partiendo del parking de los Alemanes, es de aproximadamente dos horas y media, tiempo en el que disfrutar perdiéndose entre sus piedras y atravesando sus arcos, como el famoso de Zalamportillo.

Visita obligada en la Llanada Alavesa son también las iglesias pintadas de Gazeo y Alaitza, joyas del medievo alavés situadas dentro del itinerario del Camino de Santiago del interior. Existe una ruta guiada a ambos templos (información y reservas en el teléfono de la Oficina de Turismo Comarcal de Llanada Alavesa: 945 30 29 31) que permite visitar las pinturas de la iglesia de San Martín de Tours de Gazeo, obra sin parangón en todo el País Vasco por la expresividad de sus policromías, y de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Alaitza. En su interior, este templo conserva unas misteriosas pinturas bélicas hechas a base de siluetas de almagre cuyo significado aún no ha podido ser desentrañado.

Queso Idiazábal.jpg

Queso Idiazábal.

/ Shutterstock

Por último, no podemos irnos de esta zona sin probar el queso Idiazábal. En toda la comarca numerosas queserías pertenecientes a la Asociación Artzai Gazta elaboran quesos pertenecientes a la Denominación de Origen Idiazábal, elaborada con leche de oveja Latxa, autóctona de la comarca y de todo el País Vasco. Las visitas guiadas se realizan de manera alterna entre diferentes queserías, tienen aproximadamente 2 horas de duración y en ellas se puede descubrir el proceso de elaboración del queso y finalmente, degustarlo. Además, en la localidad de Egino, se puede visitar el Centro de Interpretación del Queso ‘Eginoko Artzaia’ (tel.: 945 30 42 44).

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