Soria natural y fresquita: cinco planes para inundarse de aire puro

Lagunas, bosques, nacederos de ríos y cañones conforman los fabulosos paisajes de esta provincia.

Campo de girasoles, Soria
Campo de girasoles, Soria / fcafotodigital

Bosques, cañones, cascadas, formaciones rocosas, miradores, lagunas… si hay una provincia generosa en tesoros naturales esta es Soria. Aquí las tierras pedregosas conviven con las frondosas sierras y los valles profundos se codean con los abruptos barrancos. Su emplazamiento, a medio camino de la meseta castellana y el valle del Ebro, le confiere todo un catálogo de paisajes singulares que sintetizan la naturaleza de nuestra geografía.

Cierto también que son parajes fríos. Pero ni la neblina, ni el viento furioso, ni la nieve que en muchos de ellos se instala buena parte del invierno, consigue empañar la belleza de estos lugares agraciados con el aire más puro. Estos son las cinco joyas sorianas que no debes perderte:

La Laguna Negra

Esta estampa del norte de la provincia, encajada a casi 2.000 metros de altura en plena sierra de los Picos de Urbión, dibuja uno de los rincones más sobrecogedores del país: una laguna bordeada por infinitos pinares y cerrada por farallones de granito que se desploman sobre las aguas. Su belleza es mayor si cabe en esta época, cuando aparece decorada con un manto de hielos y carámbanos.

La impresionante Laguna Negra que corona a Soria 

La impresionante Laguna Negra que corona a Soria 

/ jalvarezg / ISTOCK

Lo mejor de todo es que su ascenso, pese a un suave desnivel, resulta de lo más sencillo: poco más de dos kilómetros entre frondosos bosques, en un trayecto de apenas un par de horas perfectamente señalizado. Una vez arriba, hay que tomarse unos minutos para contemplar la vista de este charco plagado de leyendas y después bordearlo en un sendero igual de agradecido.

La Fuentona de Muriel

Resulta difícil concebir la transparencia de unas aguas que, por sus tonalidades esmeraldas, se asemejan a una suerte de Caribe interior. Así es la Fuentona de Muriel, una limpísima y deslumbrante laguna que, en realidad, se trata del nacimiento (o nacedero), del Abión, el río que, después de regar las vegas de la Tierra de El Burgo, cede sus aguas al Ucero. Un lugar que, además del interés paisajístico, tiene un gran valor geológico: más alla de la rica vegetación que arropa la caminata, si hay suerte, por el cielo se verá sobrevolar a los buitres leonados.

La Fuentona es un curioso nacimiento de aguas cristalinas

La Fuentona es un curioso nacimiento de aguas cristalinas

/ Josfor / ISTOCK

Como en otros parajes sorianos, también sobre esta torca de origen cárstico, que tiene comunicación con las corrientes subterráneas, pesan las fabulaciones. Se dice que en ella habitan seres fantásticos como las ondinas, que encandilan con su belleza y sus cantos, o seres monstruosos que acechan en la orilla, a la espera de que el viajero se acerque para dar de beber a su caballo.

Sabinar de Catalañazor

Sabinas que superan los 15 metros de altura y los 3 metros de diámetro. Reliquias naturales con más de 400 años de antigüedad. Esto es lo que encontramos en el sabinar más denso de toda Europa, emplazado a escasa distancia de La Fuentona de Muriel. Todo un tesoro teniendo en cuenta que este tipo de bosque de sabinas, que fundamentalmente se concentran en la Península Ibérica, el norte de África y el sur de Francia, es cada día más escaso debido a las especiales características del suelo. La dificultad que presenta esta especie a la hora de germinación de sus semillas y la escasa población mundial que se conserva convierten a este espacio en motivo de especial protección.

Calatañazor, uno de los impresionantes bosques de Soria

Calatañazor, uno de los impresionantes bosques de Soria

/ Jose Luis Alvarez Esteban / ISTOCK

El Acebal de Garagüeta

El más desconocido de los espacios naturales de Soria es, sin embargo, una joya única. Porque no sólo se trata del mayor bosque de acebos que existe en la península ibérica sino también en toda la Europa meridional. Especialmente en los meses fríos, la visita resuta de los más apropiada, pues, como se sabe, el acebo es ese arbusto de forma triangular que se identifica con la decoración navideña. Si además la nieve ha hecho acto de presencia, la escena resultará de lo más bucólica. Para apreciarla no hay más que seguir la señalizada senda del acebal y dejarse guiar por la naturaleza.

Cañón del Río Lobos

Dos tercios del Parque Natural del Cañón del Río Lobos pertenecen a Soria, en el noroeste de la provincia, donde los paisajes son el resultado de la antigua e intensa erosión de unas aguas que se encajona en Burgos para continuar horadando la roca caliza durante decenas de kilómetros. En su interior, además de extensos bosques de sabinas y pinos, se dan cita una gran variedad de especies animales como corzos, jabalíes, ardillas, nutrias, tejones y gatos monteses, aunque la más emblemática es el buitre leonado, de la que existe un centenar de parejas que comparten los cortados con águilas reales y perdiceras, alimoches, halcones y ratoneros.

El Cañón del río Lobos

El Cañón del río Lobos

/ JavierGil1000 / ISTOCK

Por la variedad de sus paisajes y por la solitaria belleza de la ermita de San Bartolomé, cualquiera de las rutas de senderismo por este espacio natural resulta espectacular.

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