El rincón secreto de Asturias: un cementerio al borde del mar

Tierra verde donde renacer.

Una eternidad con buenas vistas
Una eternidad con buenas vistas / Istock / MarioGuti

Luarca, en Asturias, es un pueblito con tintes de cuadro. Un destino perfecto para quienes buscan una escapada llena de belleza costera y tranquilidad. Entre sus numerosos atractivos, uno destaca por su singularidad: el cementerio de La Atalaya, considerado uno de los más hermosos de España. Este camposanto no solo ofrece un lugar de descanso final, sino también una experiencia visual inigualable gracias a su ubicación privilegiada en un promontorio rocoso con vistas del mar Cantábrico y los acantilados circundantes. Si algún día debo morir, me gustaría descansar en este cementerio.

El mar y el cementerio

El mar y el cementerio

/ Istock / j-wildman

Historia y figuras ilustres

Este cementerio es notable no solo por su espectacular emplazamiento, sino también por albergar los restos de figuras ilustres como Severo Ochoa, el renombrado científico galardonado con el Premio Nobel de Medicina en 1959. La atmósfera del lugar, lejos de ser sombría, invita a la reflexión y a la admiración de la naturaleza y la historia.

La historia del cementerio de Luarca se remonta a 1813. Su diseño incluye dos plataformas escalonadas, adaptadas a la inclinación del terreno, que albergan panteones imponentes y sepulturas modestas. Entre las estructuras más destacadas se encuentran el panteón de Don Vicente Trelles y el mausoleo neorrenacentista de Germana González Rico, cada uno con su propia historia y arquitectura distintiva.

Más allá del cementerio: Luarca

Además del cementerio, Luarca cuenta con otros puntos de interés como el faro situado en el extremo del promontorio, vigilando el océano desde lo alto. El entorno del cementerio se completa con la capilla de Nuestra Señora la Blanca, que data del siglo XIV y añade un toque histórico y religioso al lugar. Esta capilla funcionó como faro antes de la construcción del actual, utilizando una luz en el campanario para guiar a los navegantes.

El faro y la capilla, en lo alto del promontorio

El faro y la capilla, en lo alto del promontorio

/ Istock / grahamheywood

El cementerio de Luarca no es solo un lugar de descanso, sino también un destino turístico que atrae a visitantes por su serenidad y la belleza de su entorno. Caminar por sus senderos, entre panteones modernistas y vistas al mar, es una experiencia que combina historia, arquitectura y naturaleza de una manera única. En Luarca la experiencia es completa. Asturias nos gusta hasta para morir. Tierra verde donde renacer. 

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