8 pueblos bonitos de Asturias preciosos hasta decir basta

Asturias es una inmensa colección de aldeas pintorescas, verdes montes, hermosos valles y pequeños pueblos con infinitos encantos. Al margen de grandes ciudades, esta Comunidad Autónoma ofrece rincones preciosos hasta decir basta. Por este motivo, hemos elaborado un listado con 8 pueblos preciosos que no te puedes perder.

Cudillero es un pequeño municipio costero de Asturias con un paisaje increíble y unas playas únicas muy cerquita de verdes montes. La mayoría de sus habitantes se dedican a la pesca y la agricultura, pero también a la ganadería. Este pueblo está declarado Conjunto Histórico Artístico y podemos dividirlo en dos zonas. Por un lado está la zona de los pixuetos, con casas en la ladera de la montaña habitadas por los pescadores de la zona. Por otro lado está la zona de los caízos, que abarca la calle principal que da acceso al resto del pueblo y donde se encuentra la zona de oficios y comercios.

De hecho, en esta zona tienen su propio dialecto, el pixueto, que aunque hay algunas personas que lo hablan, poco a poco va cayendo en desuso. Esta combinación de mar y montaña, junto a su especial enclave, hacen que Cudillero ofrezca una estampa única.

Ribadesella ofrece planes para todos los gustos: su interesante Casco Histórico, el vistoso Paseo del muelle, el Paseo de la grúa, la ermita de Guía, sus numerosas playas o las cuevas de Tito Bustillo, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Por el centro de la villa pasa el Camino de Santiago de la Costa, por lo que si te animas a hacer esta ruta, podrás disfrutar de sus encantos.

Visitar sus cuevas, comer en alguno de sus restaurantes con vistas al mar o bañarte en alguna de sus calas para contemplar el atardecer son planes ineludibles si visitas la localidad. Todo esto sin olvidarte de dar un paseo por su casco antiguo para descubrir sus pintorescas calles y sus bellas plazas.

El pueblo de Lastres se encuentra en una colina, por lo que ofrece unas increíbles vistas al Mar Cantábrico. Su arquitectura se caracteriza por sus casas blancas y sus tejados rojos, lo que ha llevado a las autoridades a declararlo Conjunto Histórico-Artístico. En él encontraremos un puerto pesquero, la Playa de La Griega y una plaza con la iglesia del pueblo.

Además, si eres fan de la serie 'Doctor Mateo', quizás te suenen algunos de sus rincones, pues sirvió de escenario para la famosa ficción. Si visitas este poblado, aprovecha para pasear por los acantilados cercanos para disfrutar de las impresionantes vistas panorámicas de toda la zona.

El municipio de Llanes se ubica en la costa oriental de Asturias, con montañas verdes a un lado y el mar Cantábrico al otro. Su casco antiguo es uno de los principales atractivos, con su impresionante muralla medieval rodeándolo. Dentro de estos muros, destacan las calles estrechas y empedradas, las plazas y edificios históricos como la Basílica de Santa María del Conceyeu. Además, cuenta también con playas alucinantes como la del Toró, la de Sablón o la de Barro.

Otro punto destacado de este municipio es la posibilidad de practicar deportes acuáticos o de disfrutar de la animada vida nocturna del puerto. Su competición de piragüismo, el Descenso Internacional del Sella, reúne cada año a miles de visitantes en la zona.

Tazones es un hermoso pueblo de la costa central de Asturias. Su puerto es uno de los puntos más interesantes, y el mejor lugar para disfrutar de una comida a base de pescado y marisco fresco pescado en la zona. Pasear por esta zona para ver los barcos pesqueros y las coloridas casas que lo rodean es un puntazo. Otro punto interesante es la Iglesia de San Roque, que data del Siglo XVIII y está en el centro del pueblo. Tampoco puede faltar una visita a su faro, con espectaculares vistas de la costa.

Además de descubrir sus calles y comer marisco, también es muy recomendable que pruebes su sidra y sus dulces típicos, como las casadielles. Si visitas la localidad en agosto, podrás disfrutar de la Fiesta del Asturcón, con espectáculos ecuestres y bailes folclóricos.

Villaviciosa está situado en el centro de Asturias y destaca por sus monumentos y por ser un pueblo productor de sidra. El casco histórico es lo más destacado, con una gran Plaza Mayor rodeada de importantes edificios como el Ayuntamiento o la iglesia de Santa María de la Oliva. También destacan varios palacios y casas señoriales de los siglos XVII y XVIII, como el Palacio de los Miranda.

Además, se encuentra muy cerca de la playa de Rodiles, con arena fina, aguas cristalinas y buenas olas que atraen a los surfistas de la zona. Otra zona que no te puedes perder es la Ría de Villaviciosa, una reserva natural que alberga gran variedad de especies de aves y otros animales acuáticos. En septiembre, este municipio celebra la Fiesta de la Sidra, que incluye la degustación de varias sidras, música en vivos y actividades relacionadas con la cultura asturiana.

Luarca es un pueblo costero conocido por su puerto pesquero, su casco histórico y su apabullante patrimonio arquitectónico. El puerto es su principal atractivo, con barcos pesqueros pero también de recreo, además de contar con una gran variedad de restaurantes para disfrutar de los pescados de la zona. Su casco histórico es otro punto a tener en cuenta, con el Cementerio de Luarca como principal atractivo, uno de los más bellos de España.

Otro punto de interés es la Ermita Nuestra Señora de los Blancos, una construcción que se alza en un acantilado sobre el mar. Además de su arquitectura y su costa, Luarca también es famoso por su gastronomía, con los platos de marisco y la sidra natural como elementos estrella.

Somiedo destaca por su fauna, patrimonio cultural y paisajes. Su Parque Natural es uno de los principales atractivos, donde podremos explorar innumerables senderos que recorren sus montañas, valles y lagos, y donde habitan osos pardos, lobos y urogallos. En el pueblo podremos degustar platos tradicionales como la fabada asturiana, el cordero asado, la carne de ternera, el queso de Cabrales o la sidra natural.

Aquí tienen lugar la Feria de la Miel, donde se degustan diferentes tipo de miel; o la Fiesta de la Trashumancia, que recrea el antiguo traslado de rebaños de ovejas desde la montaña hasta la zona de pastos invernal.