El pueblo más pequeño de Segovia: 15 habitantes, infinitos encantos

A medio camino entre la sierra y la campiña segoviana nos encontramos este pueblo que se resiste a desaparecer.

El pueblo segoviano que se resiste a desaparecer tiene tan solo 15 habitantes.
El pueblo segoviano que se resiste a desaparecer tiene tan solo 15 habitantes. / © David Pérez (DPC), Wikimedia Commons, License cc-by-sa-4.0

Viajamos hasta Segovia para descubrir un pueblo resiliente que es un buen ejemplo de la España vaciada. Con orígenes que se remontan a la Edad de Bronce, este municipio lleva más de 40 años con una población de menos de medio centenar de habitantes. Y, cada año, la cifra va bajando hasta llegar a los 15 lugareños que a día de hoy forman parte del pueblo más pequeño de Segovia.

A 14 kilómetros de Sepúlveda y perteneciente al Ochavo de Prádena, descubrimos Ventosilla y Tejadilla, un pueblo que se divide en tres pequeños núcleos de población situados en un denso bosque de sabinas: Ventosilla, Tejadilla y Casas Altas.

Barrio de Ventosilla, en Segovia.

Barrio de Ventosilla, en Segovia.

/ © David Pérez (DPC), Wikimedia Commons, License cc-by-sa-4.0

En el pueblo más pequeño de Segovia se conocen todos y es que esos 15 habitantes forman parte de varias familias que se siguen dedicando a la agricultura y la ganadería, principales actividades económicas de sus vecinos. La señal de telefonía móvil llega con dificultad y no hay bares, supermercados o cualquier otro negocio. Tampoco hay centro médico, y tan solo reciben una visita por parte del servicio de enfermería cada dos semanas. En definitiva, mejor no ponerse malo.

Orígenes de Ventosilla y Tejadilla

Como ya hemos comentado, hay vestigios (cuchillos y herramientas de sílex ) en Ventosilla y Tejadilla que datan de la Edad de Bronce. También se han hallado restos de una necrópolis de origen visigodo, así como de un pequeño oratorio y un tramo de calzada romana que indican la existencia tanto de asentamientos de procedencia hispanorromana como visigoda.

Edificaciones centenarias en Ventosilla y Tejadilla

Edificaciones centenarias en Ventosilla y Tejadilla.

/ © David Pérez (DPC), Wikimedia Commons, License cc-by-sa-4.0

Seguimos descubriendo los orígenes de Ventosilla y Tejadilla y debe saber el viajero que el pueblo formaba parte allá por 1559 de la corona de Castilla. Necesitando Felipe II fondos para financiar la guerra contra los turcos, se lo vendió al Señorío de Castroserna, por un valor de 1.170.000 maravedís. Y ya en 1.698 el rey Carlos II nombró a Martín de Basurto y Sepúlveda marqués de Castroserna, que desde esa fecha ostentó la posesión del lugar.

Qué ver en Ventosilla y Tejadilla

Con apenas seis kilómetros cuadrados de superficie, Ventosilla y Tejadilla tiene muchos encantos que ofrecer al explorador. A día de hoy se conservan numerosos caserones a dos aguas (algunos de más de 500 años de antigüedad), así como el conocido como Potro de Herrar y la Fragua. También siguen en pie dos molinos que han sido restaurados y actualmente se han convertido en singulares alojamientos rurales.

Antiguo frontón en el vecindario de Tejadilla.

Antiguo frontón en el vecindario de Tejadilla.

/ © David Pérez (DPC), Wikimedia Commons, License cc-by-sa-4.0

Si de algo están orgullosos los 15 vecinos del pueblo más pequeño de Segovia es de su iglesia, Nuestra Señora de Tejadilla. De origen románico, tiene suelos de losas de piedra, ya que estas cubrían las sepulturas cuando los difuntos se enterraban en el interior del templo. No fue hasta el reinado de Carlos III cuando se prohibió el enterramiento en interiores, trasladándose el cementerio al exterior de la iglesia.

El viajero que llegue a Ventosilla y Tejadilla también descubrirá, como ya hemos mencionado anteriormente, un potro de herrar realizado en madera de enebro que servía para inmovilizar a los animales durante el proceso de herrado. En las inmediaciones también descubrimos lo que en su día fue una fragua y que hoy se ha convertido en casa de la juventud.

Ayuntamiento y centro cultural en Ventosilla y Tejadilla.

Ayuntamiento y centro cultural en Ventosilla y Tejadilla.

/ © David Pérez (DPC), Wikimedia Commons, License cc-by-sa-4.0

Del año 1799 es el calvario que también se puede contemplar en el pueblo más pequeño de Segovia. Compuesto por varias cruces labradas en piedra, rememora el Via Crucis de Jesús cuando fue condenado a muerte y, cada año, los vecinos celebran sus fiestas realizando ese mismo camino.

Bosques de sabinas y entorno natural

Los tres núcleos que componen Ventosilla y Tejadilla se encuentran en unos entornos naturales de gran belleza, con vegetación natural predominante de enebros, encimas y sabinas centenarias. También puede el viajero descubrir robles, álamos, chopos o fresnos.

Son muchos los senderistas que acuden hasta este municipio para disfrutar de los espectaculares paisajes; de hecho, desde la Iglesia de Nuestra Señora de Tejadilla arranca una espectacular ruta que recorre el río San Juan a lo largo de unos 8 kilómetros pasando por Ventosilla, Castroserna de Arriba y Castroserna de Abajo. 

A pesar de tener tan solo 15 habitantes, Ventosilla y Tejadilla sigue manteniendo vivas sus tradiciones y festividades. Es entre febrero y marzo cuando realizan su jornada de matanza del cerdo, durante la cual se comparte una comida entre todos los vecinos. También tienen romería, la de la Virgen de Tejadilla, que se celebra el primer domingo de mayo, así como las fiestas de San Roque o las de la Virgen del Rosario y San Bartolomé. Y es que a pesar de ser el pueblo más pequeño de Segovia, Ventosilla y Tejadilla se resiste a desaparecer del mapa.

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