El pueblo más pequeño de Cantabria: 54 habitantes, infinitos encantos

Este municipio cántabro tiene el acceso más difícil de toda la Comunidad Autónoma.

El pueblo de Cantabria más sorprendente: sin coches y con el mayor hayedo de Europa.

Tresviso

La belleza de este pueblo cántabro merece una visita por sus calles.

/ Istock

En Cantabria encontramos un sinfín de lugares con encanto que destacan y reciben miles de visitantes cada año, pero hay otros tantos con una belleza indudable y que también merecen ser conocidos. Los pueblos cántabros están ubicados entre montañas y paisajes de ensueño, pero esto en ocasiones puede suponer un problema. El mejor ejemplo de ello es Tresviso, el pueblo más pequeño de Cantabria y el de más difícil acceso.

Este pequeño municipio enclavado en tierras cántabras cuenta con 54 habitantes que viven felices y tranquilos rodeados de montañas y lejos del ruido y estrés de la gran ciudad. Tresviso vive de sus tradiciones como las fiestas patronales del 29 de julio celebradas en honor a San Pedro y durante las cuales los habitantes van hasta el monte en busca de una jovera, un árbol en torno al cual gira la celebración más esperada del año. 

Tresviso 2007

El paisaje natural de Tresviso es una auténtica maravilla.

/ Pedro López | Creative Commons Attribution 2.0 Generic license.

Un pueblo de difícil acceso

Una de las características principales del pueblo es su difícil acceso. Al tratarse del municipio más aislado de Cantabria no es posible llegar hasta allí por la propia Comunidad Autónoma. Para entrar en sus preciosas calles por carretera hay que desplazarse hasta Asturias, concretamente hasta la localidad de Sostres, donde se sitúa una carretera de aproximadamente 11 kilómetros que lleva hasta Tresviso tras un sinfín de curvas. 

Pero desde luego merece la pena realizar el recorrido, ya que una vez entres en el pueblo te enamorarás automáticamente de él. Sus preciosas casas de piedra con vistas a la montaña están acompañadas por una pequeña taberna y dos alojamientos rurales en los que hospedarte en tu visita a Tresviso. Allí la paz y tranquilidad están aseguradas y cambiarás la banda sonora del tráfico de la ciudad por los sonidos del campo y las risas de algún que otro niño que corre por el pueblo jugando.

Iglesia de Tresviso

Esta imponente iglesia destaca entre los edificios de Tresviso.

/ jacinta lluch valero | Creative Commons Attribution-Share Alike 2.0 Generic license.

Uno de los monumentos más importantes del lugar y que no puedes perderte es su imponente iglesia de San Pedro. Este templo fue construído sobre la Ermita de San Pedro que data del siglo XVIII, mientras que la iglesia que vemos a día de hoy terminó su construcción en el año 1904. Su ubicación en la parte más alta de Tresviso le otorga unas increíbles vistas del pueblo que nadie quiere perderse. 

Gastronomía con Denominación de Origen

El pueblo y la naturaleza se hacen uno creando un paisaje de ensueño en el que la vida pasa lento y sus habitantes pueden disfrutarla cada día. Una prueba de ello es su excelente gastronomía en la que hay un protagonista indudable. El queso picón es una tradición fundamental de Tresviso y todo un tesoro para el municipio que lleva acompañándoles durante muchos años. 

Picón Bejes Tresviso cheese

Delicioso queso picón con Denominación de Origen.

/ Mumumío | Creative Commons Attribution 2.0 Generic license

Este famoso queso cuenta con la Denominación de Origen  'Picón Bejes-Tresviso' por su excelencia, calidad y autenticidad. Lo mejor de todo es que este delicioso queso se elabora en el propio pueblo donde los habitantes son partícipes de todo el proceso, desde la crianza de la ganadería hasta la venta. Su fabricación es un atractivo único que no puedes perderte en tu visita al pueblo. 

Esta y muchas más son algunas de las maravillas que podrás conocer en Tresviso, un pueblo cántabro de 54 habitantes que parece haberse detenido en el tiempo y cuyo entorno natural impresionante lo convierte en un destino único. Ahora, cuando prepares tus próximas vacaciones olvídate de grandes ciudades y playas paradisíacas y piensa en pasar unos días increíbles de paz y tranquilidad rodeado de asombrosa naturaleza en el pueblo más remoto de Cantabria.

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