El pueblo más pequeño de Asturias: 6 kilómetros cuadrados, infinitos encantos

La historia de este bello pueblo se remonta a los asentamientos prehistóricos del Neolítico, con construcciones creadas por las primeras comunidades y que corresponden a elementos funerarios conocidos como túmulos de La Pasera. Sin embargo, no fue hasta el siglo XII cuando Noreña apareció en el mapa como lugar poblado, ya que se estima que en los inicios de la monarquía asturiana, el pueblo adoptó el nombre del río que recorría la zona, el río Noreña.

Este municipio es famoso por su industria artesanal que desde el siglo XVI trabaja el calzado y curtido de cuero que componían la principal actividad económica del lugar. En la actualidad, la actividad principal de Noreña es la industria cárnica de la fábrica La Luz creada en el año 1882. Pero el concejo de Noreña tiene una característica que lo hace muy especial, es el más pequeño de Asturias en superficie.

Sus 5,66 kilómetros cuadrados están repletos de bellezas y encantos que bien merecen una visita. A tan solo 10 kilómetros de Oviedo y 20 kilómetros de Gijón, está ubicado en la zona central del Principado y cuenta con un relieve compuesto por dos colinas: El Rebollín y Castañeu de La Soledad. Debido a su emplazamiento en el norte de España, Noreña, cuenta con climas oceánicos húmedos, lluvias y temperaturas medias de 7ºC en invierno y 19ºC en verano. 

Esos casi 6 kilómetros cuadrados de pura belleza son el hogar de 5.105 habitantes, de los cuales 2.451 son hombres y 2.654 mujeres. Gran parte de ellos se dedican directa o indirectamente al comercio de la carne, la agricultura y la ganadería. Pero esto no es lo único que ofrece Noreña. En este municipio asturiano podemos encontrar carnicerías, tiendas de calzado, supermercados, una agencia de viajes, una librería, una tienda de ropa, panaderías, ferretería, hoteles, estanco e incluso una clínica de fisioterapia. 

Además dispone de una guardería con 39 plazas para niños entre 0 y 3 años. En Noreña también hay espacio para el estudio con una casa de la cultura que cuenta con biblioteca, sala de estudio, y salón de actos. Por supuesto el deporte está presente en el lugar con una amplia oferta de instalaciones deportivas que incluyen una piscina. El entretenimiento no acaba ahí ya que Noreña tiene bares, restaurantes y cafeterías en los que disfrutar de una buena comida o un café en compañía.

La vida en este lugar es tranquila y relajada, se puede disfrutar del contacto con la naturaleza, el cariño de los vecinos, la calidez de sus habitantes, la desconexión de la gran ciudad y mucho más. Es por ello que cada vez más gente acude a los pequeños pueblos en busca de esa paz mágica que ofrecen y que tanto gusta. Pese a su pequeño tamaño, Noreña es el lugar ideal para vivir tranquilo o pasar unos días de relax y calma en conexión con el campo pero sin dejar de lado la vida social y la diversión.