Para qué ir a Grecia si puedes ir a este paraíso de España

El ejemplo perfecto de que no hace falta irse lejos para disfrutar del paraíso.

Grecia parece, Mallorca es... más concretamente Cala Fornell.
Grecia parece, Mallorca es... más concretamente Cala Fornell. / Istock / ArtesiaWells

Viajar a Grecia es sumergirse en le cuna de la civilización occidental. Se hace difícil competir a nivel turístico con destinos como Atenas, ya que lugares como la Acrópolis nos ofrecen un viaje al pasado único. También hay enclaves, como Meteora, que encogen el alma del viajero más trotamundos, gracias a esos monasterios que parecen rozar el cielo o paisajes únicos e islas que parecen un paraíso terrenal. Con estas últimas, España sí puede competir y, de hecho, hay lugares en Mallorca que nos trasladan a Grecia sin necesidad de cambiar de país.

Grecia y Mallorca comparten algunas similitudes, como idílicas playas y una rica historia cultural. Ambos destinos son populares entre los viajeros que buscan una combinación de sol, mar, cultura y gastronomía. Sin embargo, cada lugar tiene su propia identidad única: Grecia con su legado antiguo y su arquitectura distintiva, y Mallorca con su ambiente mediterráneo y encanto isleño. ¿Te animas a jugar con nosotros a las 5 diferencias?

Podría parecer Mykonos pero es Cala Santanyi, en Mallorca.

Podría parecer Mykonos pero es Cala Santanyi, en Mallorca.

/ Istock / pixelliebe

El viajero que llega a Grecia para disfrutar de sus playas lo hace principalmente a Santorini y Mykonos. La primera, con sus icónicas casas blancas y cúpulas azules sobre acantilados volcánicos, es uno de los destinos más fotografiados del mundo, mientras que Mykonos es conocida por su animada vida nocturna, junto a sus hermosas playas, pueblos blancos e icónicos molinos de viento.

Grecia y Mallorca: clones bañados por el Mediterráneo

Si estás buscando una alternativa a Grecia, debes saber que Mallorca tiene rincones que nos trasladan a la Hélade sin necesidad de traspasar fronteras ni cambiar de idioma. Mikonos es una isla más pequeña que Mallorca, pero tiene algunas cosas en común. La joya griega ofrece una arquitectura distintiva con sus casas encaladas y molinos de viento icónicos, mientras que la isla balear cuenta con una mezcla de arquitectura mediterránea tradicional y edificios más modernos. Aún así, hay rincones, como Cala Santanyi, que nos trasladan a la isla griega sin demasiado esfuerzo.

Callejeando por Banyalbufar, Mallorca.

Callejeando por Banyalbufar, Mallorca.

/ Istock / Alex

Si Mykonos y Santorini son islas con gran número de visitantes, las Baleares tampoco se quedan atrás con 14,4 millones de viajeros internacionales en 2023. Y, con estas cifras, se hace difícil pensar en enclaves que gocen de cierta intimidad y en los que las masificaciones ni están ni se las espera.

¿Creta? No, un puerto pesquero mallorquín

A pesar de ello, solo hay que buscar (mapa en mano) aquellos lugares que no cuentan con grandes infraestructuras hoteleras para descubrir rincones mágicos en los que la tranquilidad y la calma están garantizadas. ¿Un ejemplo? El precioso Porto Colom, localidad perteneciente al municipio de Felanich en el que las casitas bajas con puertas de colores nos trasladan a la esencia de las islas griegas.

Porto Colom, un paraíso escondido en Mallorca.

Porto Colom, un paraíso escondido en Mallorca.

/ Istock / trabantos

Creta, Rodas, Corfú… todas estas islas helenas se suelen caracterizar por una arquitectura única de casitas blancas con vistosos colores en marcos de puertas y ventanas. El azul es el más característico y hace juego con las mil tonalidades que ofrece el mar que baña sus costas. Ahora bien, si seguimos descubriendo Mallorca, podemos encontrar en Cala Rajada, una zona portuaria que podría confundir al viajero más experimentado.

Aldeas en la Sierra de Tramuntana

También el puerto de Sóller, situado en la costa noroeste de Mallorca, con sus coloridos barcos de pesca, cafés al aire libre y vistas panorámicas de la bahía y las montañas circundantes, evoca algunos de los puertos más pintorescos de las islas griegas. Y si lo que buscamos es descubrir parajes que nos traigan a la memoria la autenticidad de las aldeas griegas, debemos visitar Valldemossa, pueblo en el oeste de Mallorca que cuenta con calles empedradas, casas de piedra y vistas impresionantes de las montañas de la Sierra de Tramuntana.

Las fachadas blancas y las ventanas azules son características de Grecia... ¡y de Mallorca!

Las fachadas blancas y las ventanas azules son características de Grecia... ¡y de Mallorca!

/ Istock / Ralf Geithe

En definitiva, Mallorca ofrece mil enclaves únicos por los que merece la pena escaparse hasta esta isla balear. Ahora bien, si el viajero está buscando lugares que le recuerden a la bella Grecia va a descubrir que desde Andraxt hasta Cala Rajada hay infinidad de escenarios que nos trasladarán hasta la cuna de la civilización occidental sin necesidad de salir de España.

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