Ávila para principiantes: 7 rincones poco conocidos que debes visitar

Su cercanía a Madrid y a Segovia la convierten en una de las ciudades más populares de Castilla y León y, a la vez, una de las menos exploradas.

La muralla es lo más conocido de Ávila, pero la ciudad esconde muchos más rincones secretos que debes descubrir.
La muralla es lo más conocido de Ávila, pero la ciudad esconde muchos más rincones secretos que debes descubrir. / Istock / Juan-Enrique

Esta ciudad a tiro de piedra de Madrid basa su popularidad en la muralla medieval que la rodea y su casco histórico Patrimonio de la Humanidad. Aunque Ávila es una ciudad maravillosa en todos los sentidos, desde su gastronomía castellana hasta su riqueza patrimonial, muchos visitantes creen que no hay nada más allá de esos muros y esas antiguas construcciones.

La Puerta del Alcázar, la Iglesia de San Pedro Apóstol, la judería o la plaza del Mercado Chico están siempre a reventar de viajeros que creen conocer Ávila pateando los lugares más conocidos. Sin embargo, lo que no saben, es que hay muchos secretos que todavía están muy bien resguardados y que estamos dispuestos a descubrir.

Palacio de Los Superunda

Construido en 1580 por el regidor Pedro Ochoa Aguirre, este palacio renacentista esconde un interior impresionante. A principios del siglo XX fue adquirido por el pintor italiano Guido Caprotti que lo impulsó hasta que se convirtió en Monumento Nacional en 1992. La fachada está flanqueada por dos torres en sillería de granito y, en su interior, destaca el patio adintelado, muy austero en cuanto a decoración, y la escalera con un busto de Jesucristo atribuido a Vasco de la Zarza.

Además, la planta baja está presidida por dos ventanas con acceso con jambas y dintel de molduras, mientras que en la superior se disponen tres balcones rematados con escudos. Tras ser reconocido como uno de los monumentos más relevantes del país, se acondicionó para convertirse en un museo que expone la obra pictórica de Caprotti. También conserva el mobiliario de la época y dos retratos de grandes dimensiones de Joaquín Sorolla.

Iglesia de Neila de San Miguel

En el límite con Salamanca, a 1.163 metros de altitud, se erige el pueblo de Neila de San Miguel, dominando el valle del Becedillas. El paisaje supone una transición entre la zona de encinas y la de robles y castaños, pero lo más llamativo es la iglesia de San Miguel. En la parte más alta del pueblo se encuentra la iglesia que da nombre al barrio (solo tiene dos, el otro es el de Santa María). Subiendo unas escaleras se llega al campanario, que está enclavado en una piedra dando la sensación de que nace de la misma.

La torre de la Iglesia de Neila de San Miguel

La torre de la Iglesia de Neila de San Miguel

/ Wikicommons. Álvaro Vera

Castillo de El Mirón

También lindando con Salamanca, sobre un promontorio sobre el valle del Corneja, se encuentran las ruinas del llamado Castillo El Mirón o Castillo de los Moros. Aunque poco queda de la fortaleza que un día debió ser, las vistas que se divisan desde este lugar son de las más espectaculares de Ávila. Una vez en la cima, la panorámica que se extiende ante nuestros ojos incluye Peña Negra, Villatoro, La Serrota, Gredos, el Valle del Tormes y pueblos como Bonilla de la Sierra.

El Castillo de El Mirón

El Castillo de El Mirón

/ Wikicommons. Nicolas G. Mertens

El camino parte del pueblo homónimo y se puede subir andando perfectamente, con bancos en el sendero para descansar y señales que marcan la dirección. Lo primero con lo que nos topamos son los restos de la muralla y la puerta de acceso al recinto, que cuenta con escaleras voladas para disfrutar del escaso interior. Un poco más alejado se ubica el mirador, un lugar no apto para aquellos que sufran de vértigos.

Valle de Iruelas

Continuando con los parajes naturales, en el límite más oriental de la Sierra de Gredos se extiende un pequeño territorio con el nombre de Valle de Iruelas, atravesado por arroyos de montaña y cubierto de bosques donde destacan los pinos negrales y laricio. Se trata de una Reserva Natural donde se halla el poblado rehabilitado de Las Cruceras, donde vivían los madereros en el siglo pasado. Aquí está la colonia más numerosa de buitres negros de Castilla y León, albergando en torno a 120 parejas, que ha sido además declarado Zona de Especial Protección de las Aves (ZEPA) y Zona de Especial Conservación (ZEC).

El Valle de Iruelas se encuentra en la Sierra de Gredos

El Valle de Iruelas se encuentra en la Sierra de Gredos

/ Istock / Jose Ramiro Laguna

Monasterio de Gracia

Y si Ávila alberga algo más que naturaleza son edificios religiosos. Símbolo de ello es este monasterio de madres agustinas fundado hacia 1509 (probablemente erigido sobre una antigua mezquita). De la época se conservan todavía el comulgatorio y el confesionario. La iglesia, que ardió en 1622, está ejecutada en sillería berroqueña de estilo gótico y con una ventana al exterior a través de la cabecera con contrafuertes en las aristas. Tras el incendio, se pudo conservar el retablo mayor renacentista de Juan Rodríguez y Lucas Giraldo.

El Convento de Nuestra Señora de Gracia en Madrigal de las Altas Torres

El Convento de Nuestra Señora de Gracia en Madrigal de las Altas Torres

/ Wikicommons. Miguel Hermoso Cuesta

Aldeanueva de Santa Cruz

Se dice que este pequeño pueblo abulense se conformó alrededor de un convento de dominicas. Se ubica en el centro de Aldeanueva y, aunque sufrió un incendio en 1565, se mandó reedificar y se le asignaron 400 fanegas de trigo y 40 cántaros de aceite al año. Dos ermitas, la de Santa Bárbara y la del Humilladero, y la Iglesia Parroquial, terminan de dar forma al pueblo. La curiosa historia y la belleza medieval del lugar merecen la atención de quien quiera visitar Ávila.

Paseo del Rastro

Aunque parezca lo contrario, fuera de la muralla sigue habiendo parte del casco antiguo. El Paseo del Rastro es de las calles favoritas de los vecinos de la ciudad de Ávila, ofreciendo una vista de un tramo de la muralla en el que solo aparece piedra natural. Es un paseo agradable y tranquilo, que varía según la hora y la época del año, y en cuyo camino nos topamos con edificios como el Palacio de los Dávila o el Palacio Episcopal.

El Paseo del Rastro está fuera de la muralla de Ávila

El Paseo del Rastro está fuera de la muralla de Ávila

/ Wikicommons. Zarateman

Además, cuenta con la última puerta que se añadió a la fortificación, la del Rastro, que data del siglo XII y también se llama de Grajal, de la Estrella, de Gil González Dávila o de los Dávila. No es necesario introducirse en todo el meollo turístico de una ciudad para descubrir rincones portentosos, ni siquiera seguir un mapa. Simplemente, explorar más allá de lo conocido y desvelar los secretos de ciudades tan bellas como Ávila.

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