La ciudad subterránea de Capadocia: tiene más de 2.500 años y es una obra de arte de la ingeniería

Viajamos hasta la Capadocia turca para descubrirla desde una nueva perspectiva. Nada de globos aerostáticos, ya que toca recorrer el subsuelo para descubrir una ciudad subterránea.

Una de las grandes joyas de Capadocia.
Una de las grandes joyas de Capadocia. / Istock / maroznc

Las chimeneas de hadas, con sus impresionantes pináculos o agujas, son una de las principales atracciones de todos aquellos que visitan Capadocia. Desde el cielo, en globo aerostático, el paisaje es único y conmovedor. Y, si se presta suficiente atención, se puede descubrir una joya escondida: pequeños accesos que nos permitirán adivinar la existencia de alguna de las ciudades subterráneas que se extienden a lo largo de toda la región.

Casi 40 ciudades subterráneas abandonadas se encuentran diseminadas por el subsuelo de la Capadocia. Y, entre todas ellas, destaca Derinkuyu, una de las más grandes y extensas urbes escondida en la Anatolia central. Esta inconmensurable obra de ingeniería se encuentra dentro del Parque Nacional de Göreme (elegido como Patrimonio de la Humanidad en 1985) y hoy en día es un enclave único que acerca a locales y viajeros a las formas de vida del siglo IV a. C.

Casas excavadas en la roca en Derinkuyu, Turquía.

Casas excavadas en la roca en Derinkuyu, Turquía.

/ Istock / Oleksii Hlembotskyi

Antes de descubrir la ciudad subterránea de Derinkuyu conviene conocer algunas pinceladas históricas. Y debemos remontarnos al siglo IV a. C. cuando el historiador griego y discípulo de Sócrates, Jenofonte, menciona las ciudades subterráneas de Capadocia en su obra Anábasis (también conocida como Expedición de los Diez Mil). En ella, explica como los habitantes de Anatolia habían excavado sus casas bajo tierra, así como su forma de vida.

18 niveles de túneles en Derinkuyu

El entorno volcánico de la región esculpió la geología local que los primeros moradores de Derinkuyu utilizaron para crear una compleja ciudad subterránea. Con una profundidad de más de 40 metros y 18 niveles de túneles, los hititas, uno de los imperios más poderosos de Anatolia, desarrollaron esta urbe que hoy se ha convertido en un reclamo turístico único. Ahora bien, por Derinkuyu han pasado también persas y cristianos, después del cisma del Imperio Romano.

Derinkuyu, la ciudad subterránea escondida en la Capadocia

Derinkuyu, la ciudad subterránea escondida en la Capadocia

/ Istock

La falta de agua del subsuelo y el ecosistema natural propio de la región de Capadocia favorece que estas construcciones se hayan podido conservar en perfecto estado. Y, precisamente, la falta de agua y la maleabilidad de las rocas fueron elementos clave a la hora de construir esta intrincada red subterránea de casas, pasadizos y túneles que llegaron a albergar a miles de moradores.

Hoy en día solo se pueden visitar los niveles superiores, quedando el resto de cotas reservadas para la investigación arqueológica. También hay algunos accesos que están obstruidos debido a pequeños movimientos de tierras y se necesitarán años de trabajo para poder habilitarlos. Adentrarse en las profundidades de Derinkuyu impresiona y eso que tan solo el diez por ciento de la ciudad es accesible para el público general.

Derinkuyu, ciudad subterránea en la Capadocia turca.

Derinkuyu, ciudad subterránea en la Capadocia turca.

/ Istock / Natalia Moroz

¿Qué se puede ver en la ciudad subterránea de Derinkuyu?

En el interior de la ciudad, con un poquito de imaginación, se pueden adivinar establos, comedores, salas para el culto, cocinas, artefactos para elaborar vino, bodegas, cisternas de agua, así como zonas reservadas para el uso familiar (como las casas cueva que hoy en día albergan a varios vecinos en Zaragoza). Y todo interconectado mediante galerías. También cuenta la ciudad subterránea con pozos de agua y más de medio centenar de pozos de ventilación imprescindibles, ya que los habitantes de esta urbe podían pasarse más de medio año sin salir al exterior.

Hay que descubrir Capadocia desde el cielo... y el subsuelo.

Hay que descubrir Capadocia desde el cielo... y el subsuelo.

/ Istock / Ender BAYINDIR

Según algunos historiadores e investigadores, la ciudad de Derinkuyu pudo llegar a albergar a más de 10.000 moradores. Sabiendo sus habitantes que la ciudad se convertiría en una ratonera en caso de asedio, crearon unos puntos de acceso que podían ser bloqueados en caso de ataque gracias al desplazamiento de las rocas adyacentes. Una especie de cueva de Alí Babá con un túnel de más de 8 kilómetros que conectaría la ciudad con la vecina Kaymakli.

Todavía existen muchos misterios sin resolver en torno a la ciudad subterránea de Derinkuyu, pero se cree que inicialmente se pudo usar para el almacenamiento de bienes, siendo su propósito principal el de convertirse en refugio temporal ante las invasiones extranjeras en un territorio que vivió un flujo constante de imperios dominantes a lo largo de los siglos.

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