La guía imprescindible para viajar a Mallorca
Recomendaciones para encontrar el mejor alojamiento, el mejor restaurante y los mejores lugares de shopping en Mallorca.
Mallorca no solo es la capital de las Baleares, sino una de las islas que más empeño pone en cambiar una imagen de turismo masificado, poniendo de relieve atractivos como la Sierra de Tramontana, un interior repleto de historia y una serie de propiedades históricas rehabilitadas y perfumadas de naranjos que buscan reivindicar el clásico adjetivo de “isla de la calma”.
Estas son las recomendaciones de VIAJAR:
CÓMO LLEGAR
El aeropuerto de Son San Joan acusa un cierto exceso de tráfico y es uno de las mejor conectados de España con todos los puntos de Europa. Hasta cuenta con vuelos directos desde Nueva York. Muchas compañías aéreas conectan la península Ibérica con la isla desde Madrid, Barcelona, Bilbao… por ejemplo, Vueling, Iberia o Ryanair, con una disminución de frecuencias en baja estación, aunque no tanto como en otras épocas.
CÓMO MOVERSE
La orografía de la isla no ha impulsado un gran desarrollo del transporte en tren, excepto por la línea que une Palma con Sóller desde el s. XIX, cuando este tipo de transporte se asociaba al progreso. Hoy es más cuna curiosidad turística que una verdadera alternativa para viajar, aunque el recorrido vale la pena. Más información en: https://trendesoller.com/
Una buena alternativa son los autobuses interurbanos, los TIB, que se distinguen fácilmente porque son de color amarillo. Circulan desde las 6:30 hasta las 23:00 horas, aunque los pueden variar dependiendo de la línea o del día de la semana.
El coche de alquiler es otra opción, pero conviene calcular bien los tiempos, ya que muchas carreteras son estrechas y llenas de curvas.
QUÉ VER
Palma se define por la silueta de su catedral, pero dispone de muchos atractivos para disfrutar de una visita alternativa, como por ejemplo, seguir la ruta de los establecimientos emblemáticos: panaderías, alpargaterías, chocolaterías con siglos de historia…
El castillo de Bellver vale la pena por su historia pero también como relajante paseo por el monte, alternativ
o al disfrute de las playas de El Portixol o El Molinar.
Hacia el oeste, Andratx disfruta de un magnífico puerto y San Telmo, de las mejores terrazas donde comer con vistas al mar.
En el centro de la isla, la Cartuja de Valldemossa concentra las miradas, pero también vale la pena descubrir Sinéu, que fue villa real, y oasis de paz como el monasterio de Mont-Sion.
Por la costa norte, el trío de visitas imprescindibles son la encantadora Deià y su tradición artística; Sóller, siempre perfumada de naranjos, y Alcudia, con su centro histórico amurallado y el acceso al Cabo de Formentor y su famoso faro. La Sierra de Tramontana brinda mil paseos y excursiones.
DÓNDE DORMIR
Elegir entre las decenas de establecimientos hoteleros de Mallorca es misión imposible, pero podemos probar a quedarnos en el Zafiro Palace Andratx, situado por encima de la cala de Camp de Mar, en un punto estratégico para explorar la costa oeste de la isla. Orientado a familias, dispone de un edificio al margen, con más privacidad: el Zafiro Club. El espacio es amplio y no da sensación de agobio aún con plena ocupación. Entre los servicios del hotel se encuentran los scooters eléctricos, ideales para pequeñas excursiones en busca de la mejor playa.
En la costa norte de la isla, sin duda la mejor opción es La Residencia, del grupo Belmond. Con un cuidado aspecto que lo integra como una continuidad del pueblo de Deiá, dispone de vistas estupendas sobre el conjunto urbano y un servicio impecable. En su interior hay una galería de arte, Sa Tafona, con exposiciones temporales y propuestas de actividades artísticas, la piscina hace de espejo de las hectáreas de olivos de la propiedad, de la que se obtiene el aceite para sus restaurantes. Se pueden explorar siguiendo un sendero dedicados a célebres poetas.
DÓNDE COMER
La sopa mallorquina, una especialidad sencilla hecha a base de los productos de la huerta balear con el añadido de carne o setas, es un clásico. Compite en popularidad con el frit, un plato que puede ser de carne o de pescado. Destacan también los dulces, como los rubiols, una pasta dulce en forma de media luna alargada y rellena de ingredientes diversos, o las inevitables ensaimadas. Sus vinos, ligeramente salados, son de dos Denominaciones de Origen, Binissalem y Pla i Llevant.
Aunque no nos alojemos ahí, una cena en El Olivo de La Residencia es una experiencia total. Con el chef Pablo Armando Aranda a los fogones, el menú de degustación es una condensado de sabores isleños con el máximo respeto por el producto. Mejor que un establecimiento “estrellado”.
Para una cena distinta, el Arume de Palma propone una selección de platos japoneses y thai preparados al momento y maridados con vinos mallorquines. Tomeu Martí es el responsable de tanta delicia. Conviene reservar mesa en la barra, para disfrutar del espectáculo de la preparación.
SHOPPING
Palma cuenta con tiendas y centros comerciales con todo tipo de productos. Y lo mismo puede decirse de las principales localidades turísticas, como Alcúdia, Pollença, Manacor o Calvià. En todas ellas es fácil encontrar muestras de la artesanía insular, con algunos productos específicos que han llevado el nombre de Mallorca por todo el mundo. Es el caso de las famosas perlas artificiales que desde finales del siglo XIX se producen en Manacor.
No menos celebrada es la tradición vidriera mallorquina. Godiola, en Algaida; La Fiore, en S'Esgleieta, y Menestralia, en Campanet, son algunos de los centros productores más importantes. Es imprescindible hablar también del calzado, con marcas de renombre mundial como Camper, Lottusse...
MÁS INFORMACIÓN: www.mallorca.es/es y www.visitpalma.com/es