Los lugares escondidos de Granada para tener las mejores vistas de la Alhambra

Es uno de los lugares más icónicos de Andalucía, símbolo de la historia de nuestro país y un monumento al legado árabe en España.

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Para entender algo, la clave está en mirarlo desde varios ángulos. Tener en cuenta todas las posibilidades. Explorar nuevas caras de aquello que se mira. Viajar es, aparte de un disfrute, la forma que tenemos de ampliar nuestros horizontes y explorar nuevas posibilidades, ampliar nuestras miras. Y la Alhambra de Granada es uno de esos lugares que permite todo esto, pero para saber, primero hay que aprender a mirar.

Es por ello que quedarse con una visita a la Alhambra puede no ser suficiente. Este complejo monumental, en el que se encuentran aunados, palacios, jardines y fortalezas, fue mencionado por artistas de la talla de Washington Irving, Henri Matisse y Joaquín Sorolla en sus obras. Lorca la recorrió con la mente en su “Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores”. Ahora, es el momento de que tú la aprecies también de otra forma.

Una mirada diferente

No te será muy difícil encontrar sitios desde donde poder mirar la Alhambra en todo su esplendor: el mirador de San Nicolás, San Cristóbal, de San Miguel Alto… Pero en Granada hay infinidad de sitios desde los que poder contemplar este monumento desde otra perspectiva.

Casa de Zafra

En un rincón del Albaicín, escondido tras una pared sin ornamentos, se encuentra esta casa señorial.

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Con una pared lisa salpicada por algún que otro ventanuco, el viajero es incapaz de imaginar que dentro de la Casa de Zafra se esconde un pedazo de la historia de Granada. Al llegar al segundo piso, en el balcón situado al noroeste, levanta la vista: aparecerá ante ti la imagen de la Alhambra con la que los aristócratas andalusíes se encontraban cada mañana.

Palacio de los Olvidados

Hay muchos rincones desde donde ver la Alhambra, como el mirador de San Nicolás.

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A los pies del complejo, se encuentra este edificio en el que podrás disfrutar de varias exposiciones. Puede que no sea el día de aprender sobre instrumentos de tortura antiguos en el Museo de la Inquisición, pero quizá haya tiempo de pasar por el tablado flamenco. Al terminar, sube a la terraza, donde la orca. Podrás ver una maravillosa vista del monumento más allá del lazo de la soga.

Paseo de los Tristes

Una mirada diferente que resalta la majestuosidad de la Alhambra.

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Hay quien dice que no merece la pena por lo recóndito y el difícil acceso a este rincón de la ciudad. Se equivocan, claro. Pregunta por el Paseo del Padre Manjón, su nombre oficial y sube por la Cuesta del Chapiz para adentrarte en este lugar mítico y lleno de historia. Una vez dentro, solo tienes que levantar la cabeza.

El Mirador de Carvajal es perfecto para ver el atardecer sobre la Alhambra.

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En un punto perdido de Albaicín (o Albayzín, si nos queremos poner románticos), se encuentra otra joya oculta de la ciudad. Si vas al atardecer, quizá encuentres grupos de amigos sentados en los bancos de la plazuela, hablando, tomando algo y, si tienes suerte, cantando. No tiene pérdida. Siguiendo el abrevadero central que adorna este zócalo, encontrarás uno de los lugares escondidos de la ciudad de Granada con las mejores vistas de la Alhambra.