5 pueblos a los que debes ir una vez en la vida: son los más bonitos de España
Unos cuantos pueblos que representan a la perfección la belleza, el carácter y la diversidad de España. Nos damos un paseo por unos cuantos lugares a los que, definitivamente, deberías ir una vez en la vida.
El mapa de España con el pueblo más bonito de cada provincia
No es de extrañar que algunos pueblos de España estén considerados algunos de los más bonitos del mundo. Unos cuantos territorios que ejemplifican a la perfección lo que es nuestro país, un lugar de diversidad: costeros, de montaña, frente a lagos y mares o con leyendas que nos remontan a algunos de los episodios más épicos de nuestra historia. Pero esta vez no recorremos los más conocidos de nuestro territorio, sino otros que han pasado más desapercibidos en los últimos años y que hoy queremos poner en relieve por ser, para nosotros, algunos de los más bonitos de España.
Recorremos 5 pueblos que hablan de tradiciones, que embelesan con sus paisajes e historias, pero que sobre todo nos encojen el corazón por los territorios en los que se asientan y por la calidez de sus habitantes. Estos son los pueblos que todo viajero debería visitar una vez en la vida.
Sallent de Gállego, Huesca
Los amantes de la montaña y los deportes de invierno como el esquí o el senderismo están de suerte con este precioso pueblo de Huesca. Como si estuviera sacado de un fotograma de Heidi, Sallent de Gállego es uno de los pueblos más bonitos de nuestro país y sólo hace falta verlo para estar seguro de ello. El municipio está situado a orillas del precioso Embalse de Lanza y a escasos kilómetros de la famosa estación de esquí Aramón Formigal-Panticosa donde cada año miles de personas acuden para disfrutar de unos días en la nieve.
Pero lo mejor de Sallent de Gállego son sin duda los paisajes que ofrece su ubicación bajo las cumbres de altas cordilleras que ofrecen unas vistas de postal que bien podrían ser de Suiza. Pasear por las calles de este precioso pueblo es recorrer años de historia por su arquitectura de piedra y madera pero también una invitación a disfrutar de su impresionante iglesia del siglo XVI o de su puente medieval.
Brañosera, Palencia
¿Alguna vez te has preguntado cuál es el primer pueblo de España? Bien, pues no te lo preguntes más porque estás ante él, Brañosera, en Palencia. El Congreso de nuestro país otorgó el renombre de pueblo más antiguo de España ya que su carta puebla fue la primera concedida en el territorio en el año 824. Quizás no sea el pueblo más bonito del mundo ni su paisaje el más espectacular, pero su belleza histórica es inigualable.
Las 240 personas que viven en este municipio a más de 1.000 metros de altitud ven como cada año miles de viajeros visitan sus calles para conocer los orígenes de un elemento tan fundamental en nuestras vidas como son los pueblos. Sus preciosas casas de piedra decoradas con elementos de madera destacan entre edificios tan interesantes como el ayuntamiento o la Iglesia de San Miguel que son una auténtica maravilla y merecen ser visitadas al menos una vez en la vida.
Júzcar, Málaga
Muchas veces un pueblo es normal y corriente hasta que alguien tiene una idea brillante que cambia por completo la vida e historia del lugar, y este es el caso de Júzcar, en Málaga. Hace 12 años, en 2011, una gran agencia publicitaria decidió pintar todo el municipio de azul incluyendo casas, edificios y bares, todas las fachadas serían a partir de ese momento del color del cielo. Esta original iniciativa se realizó para el estreno a nivel mundial de la nueva película de los famosos dibujos animados, Los Pitufos.
Con este nuevo matiz de colores azules que se mezclan con el verde del paisaje arbolado que rodea el pueblo, Júzcar cobró una fama mundial que anima a personas de todos los países a viajar hasta allí para conocer tal maravilla visual. De hecho, desde ese momento, más de 200.000 personas han recorrido las calles que sus vecinos decidieron dejar de color azul para atraer a los viajeros y que terminó enamorando a la población.
Castellfollit de la Roca, Girona
Al leer el nombre de este pueblo os podréis imaginar a qué se debe, y es que efectivamente, Castellfollit de la Roca está ubicado en un inmenso riscal basáltico, una gran piedra que hace que parezca que el municipio está al borde de un precipicio. Este pueblo de Girona deja sin palabras a todo el que visita el Parque Natural de la Zona Volcánica de Garrotxa donde reposa en lo alto de un suelo rocoso. Este paisaje de postal con pueblo incluído se debe a la erosión que dos ríos, el Toronell y el Fluviá, han causado en una gran montaña de restos volcánicos con miles de años de antigüedad.
Nada más y nada menos que 50 metros de altura separan la superficie de este pueblo del suelo convirtiéndolo en una visita obligatoria por lo menos una vez en la vida. Su ubicación ofrece al viajero unas vistas únicas en las que parece que las casas y la iglesia están colgando a punto de caer.
Puerto de Mogán, Gran Canaria
Ojo, los pueblos costeros o isleños también son una auténtica maravilla, si no que se lo pregunten a Puerto de Mogán, un municipio de Gran Canaria que ha conquistado el corazón de millones de personas. Este precioso pueblo del sur de la isla destaca por sus increíbles casas blancas decoradas con tonos coloridos como el azul, amarillo, rojo o rosa que convierten el lugar en una auténtica postal paradisíaca. Por si fuera poco, puentes al más puro estilo de Venecia cruzan sus calles mientras pequeñas barcas recorren los coloridos edificios.
Si disfrutar de la playa en una isla es tu sueño, Mogán es tu destino ideal ya que su paisaje te cautivará y además podrás sacar las mejores fotos para Instagram y presumir de uno de los pueblos más bonitos del archipiélago canario. Está claro que todo el mundo debería visitar, al menos una vez en la vida, Mogán y su bella y florida estampa.