Ocho propuestas sostenibles para un verano 'slow' en Alemania

Aldeas cien por cien ecológicas, paseos en canoa por vías fluviales, museos para aprender y luchar contra el cambio climático... Son algunas de las propuestas del verano más sostenible alemán

Canal en Lehde.

/ ewg3D

La sostenibilidad no es un tema reciente en Alemania, pero es cierto que la pandemia ha acelerado el turismo sostenible y actualmente la búsqueda de destinos eco-friendly es tendencia. Para el viajero deseoso de experiencias que no dañen el medioambiente, que propongan productos gastronómicos de proximidad y que permitan la accesibilidad a todo el mundo van estos destinos de la vecina Alemania aptos para familias, amantes de la naturaleza y eco travellers.

1. EXPERIMENTAR EL CLIMA EN BREMERHAVEN

Una de las principales propuestas sostenibles de la ciudad portuaria alemana es su Klimahaus o Casa del Clima, un museo cuyo diseño ya es una obra de arte en sí misma y que busca concienciar sobre el clima. De ahí que la electricidad que consume proceda de fuentes renovables. Reabrió sus puertas el 3 de junio y propone un recorrido en el que se experimentan nueve zonas climáticas de cinco continentes: desde comprobar cómo es el frío alpino suizo al seco desierto africano.

Río Elba desde el puente Bastei, en las montañas de arenisca. 

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Se lo conoce como el Camino del Pintor, por la multitud de pintores que se dejaron seducir por sus paisajes y que siguen haciéndolo. El Camino de Malerweg es un bello sendero que atraviesa el paisaje de cuento de hadas de la Suiza sajona, en el que destacan las montañas de arenisca del Elba, cordillera que inspiró al pintor romántico alemán Caspar David Friedrich en sus cuadros, pero también al cineasta Wes Anderson para filmar su Gran Hotel de Budapest. Otro lugar especial es el mirador de la Schrammsteine, al que se puede subir por escaleras de hierro.

7. PASEAR EN CANOAS DE MADERA EN BRANDEMBURGO

Canal en Lehde.

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A solo una hora en coche de la ciudad de Berlín, el viajero puede experimentar con la naturaleza y el agua en la multitud de vías fluviales que rodean a la ciudad de Brandemburgo. Por ejemplo, en el bosque del Spree, Reserva de la Biosfera, y con unos 200 canales navegables. Es uno de los bosques refugio de los berlineses, que acuden a él para navegarlo en sus famosas canoas de madera y huir así del estrés de la gran ciudad. Pero además de esta reserva de la biosfera, hay otras dos, más un parque nacional, el del Valle del Bajo Óder, 11 parques naturales… En total, un tercio de la superficie del estado es naturaleza protegida.

8. IR DE COMPRAS SOSTENIBLES

Krämerbrücke, puente de los mercaderes de Erfurt, en Turingia.

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Ciudades como Hamburgo proponen una ruta por comercios que diseñan productos sostenibles. Pero también se puede practicar el comercio justo en el Krämerbrücke, el puente de los mercaderes de la ciudad de Erfurt, en Turingia, donde encontrar, por ejemplo, el famoso cristal de Lauscha. El Krämerbrücke es el puente habitado más largo de toda Europa.

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