La regla de las 7 horas en la playa: los británicos opinan que podría arruinar sus vacaciones
Los viajeros británicos que veranean en ciudades como Benidorm deben cumplir con las ordenanzas municipales como el resto de la población.
No conocer la legislación no te exime de cumplirla. Y eso, precisamente, es lo que ha hecho que muchos turistas ingleses se muestren tremendamente preocupados de cara a las próximas vacaciones estivales. Las playas españolas son uno de los principales atractivos que hacen que miles de turistas de Reino Unido lleguen cada año a nuestro país con el objetivo de disfrutar del clima, las playas, la gastronomía y su variada oferta cultural y de ocio.
Cogemos bañador, chanclas, toalla y nos vamos hasta Benidorm. La ciudad recibió el pasado año a 2.766.366 viajeros, de los cuales 832.115 eran de nacionalidad británica. Ahora bien, tanto la regla de las 7 horas, así como otras que os vamos a contar, pueden suponer un conflicto de intereses con cierto tipo de turistas.
Por un lado, ya sabemos la eterna lucha contra las sillas vacías en las playas de Benidorm. Cada año, durante julio y agosto, muchos telediarios abren con imágenes en las que los veraneantes más madrugadores se lanzan a la playa para dejar sus sombrillas y reservar su trocito de paraíso particular. En muchos casos, una vez conseguido el objetivo (que es situarse en primera línea de playa) muchos se van y tardan en bajar horas, lo que provoca el descontento entre el resto de usuarios. Cada año es el mismo problema y el Ayuntamiento apela siempre a la responsabilidad, mientras que es la Policía Local la que acaba actuando en caso de conflicto e imponiendo las sanciones previstas.
Por otro lado, durante los años posteriores a la pandemia, se prohibió pisar la playa entre la medianoche y las 7 de la mañana. Esta norma, conocida como la regla de las 7 horas por los británicos, hace que muchos se replanteen nuevos destinos en los que no existan tales limitaciones. Esta medida se implementó ‘por razones de seguridad’ con motivo de la utilización de maquinaria para la limpieza. Y si bien, pasear por la playa en horario nocturno no parece que se esté sancionando en la actualidad, sí lo está el dormir o el acampar.
El sentido común y las normas de civismo y convivencia no son suficientes y, por ello, se establecen cada año diferentes bandos municipales que aclaran qué está permitido y qué no en las playas. Y conviene estar informado, ya que, de lo contrario, el usuario se enfrenta a sanciones que pueden elevarse más allá de los 3.000 euros en las faltas calificadas como muy graves.
¿Me pueden multar por jugar a la pelota?
Todos aquellos que tengan previsto visitar Benidorm deberían conocer las actuaciones sancionables y, ojo, ya que hay algunas que son sorprendentes. A continuación, te mostramos las que son clasificadas como sanciones leves:
- La realización de actividades como juegos de pelota, paletas u otros ejercicios, en las zonas y aguas de baño, que puedan molestar al resto de usuarios
- El uso de aparato sonoro o instrumento musical cuando por su volumen de sonoridad causen molestias a los demás usuarios de las playas y calas.
- El uso indebido del agua de los lavapies así como, lavarse en el mar o en las playas y calas utilizando jabón o cualquier otro producto de aseo corporal.
- La presencia de animales en las playas y calas, sin los requisitos legalmente establecidos para su tenencia y circulación.
- La evacuación fisiológica en el mar o en la playas y calas.
- La venta no sedentaria así como cualquier otra actividad económica, entrega de publicidad, masajes, fotografías, etc..., salvo que por normativa específica se regule otro tipo de sanción.
La cosa se va poniendo seria, y estas son las actuaciones sancionables de forma grave con multas que van desde los 751 hasta los 1500 euros.
- Bañarse cuando esté izada la bandera roja.
- Hacer fuego en las playas y calas, así como usar barbacoas, bombonas de gas u otros utensilios para hacer fuego, sin la autorización correspondiente.
- Practicar la pesca en lugar no autorizado, el uso de escopeta submarina o arpón así como cualquier instrumento de pesca que por su proximidad pueda suponer riesgo para la salud y seguridad de las personas.
- Arrojar, abandonar o depositar envases de cristal en las playas y calas.
- La práctica de surf, windsurf, kitesurf y otros deportes similares incumpliendo las normas establecidas en las Ordenanzas o en cualquier otra normativa sectorial.
- Dificultar, de manera intencionada, las funciones del servicio público de salvamento
- La resistencia a facilitar información o suministrar información o documentación falsa, inexacta, incompleta o que induzca a error, implícita o explícitamente o prestar colaboración a la Administración municipal o a sus agentes.
Y llegamos a las infracciones muy graves, que acarrean una sanción económica desde los 1501 hasta los 3000 euros.
- El vertido y depósito de materias que puedan producir contaminación y riesgo de accidentes.
- Realizar cualquier ocupación con instalación fija o desmontable sin contar con autorización.
- La circulación de embarcaciones no autorizadas dentro de balizamiento.
- La causa de cualquier tipo de impacto negativo sobre la fauna y flora tanto litoral como marina. Las que se realicen de forma consciente y deliberada, siempre que se produzca un daño grave. El incumplimiento reiterado de los requerimientos específicos formulados por la Administración municipal.
En definitiva, España siempre está abierta a cualquier viajero que respete las normas y quiera disfrutar de todo lo que el país tiene que ofrecer. Por ello, en Benidorm y para evitar un éxodo de británicos que no tienen muy clara tanto la regla de las 7 horas u otras prohibiciones, se colocan de cara a la temporada estival paneles informativos que indican a los visitantes lo que pueden y no pueden hacer.
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