El pueblo de Las Palmas que parece sacado de una película Disney

En un lugar muy muy lejano (no tanto), en unas islas que bordean al continente africano, unas islas donde el sol se pone más tarde, siempre más tarde, un lugar de playas, dunas, faros y olas, un lugar que fue punto de partida, punto de llegada, de los descubridores y navegantes de tantos siglos, un lugar desde dónde se cruzó a América, un lugar que tiene el legado de las culturas que han usado su terreno como base. Las islas Canarias son un bastión cultural, una bellísima excepción en España, el territorio más alejado, de ultramar, más al sur, más buscado, codiciado, visitado. Un lugar totalmente mágico, totalmente desbordado de la esencia de las mezclas imposibles. Si Disney pusiera el ojo en estas latitudes, esta región podría protagonizar una trilogía. Mete el bañador en la maleta y vámonos de viaje, un viaje a la famosa tierra de “una hora menos en Canarias”.

Maspalomas

La toponimia (tópos- lugar: ónyma-nombre), una rama de la geografía, nos explica por qué los sitios se llaman de la manera que se llaman. De Maspalomas podríamos suponer que es un lugar dónde hay más palomas que en el resto, donde crían, viven, mueren. Y, en efecto: muchas palomas vienen a calmar su sed aquí, después de atravesar el Sáhara. Luego regresan a África, en un incansable ir y venir. Aquí, palomas y muchas otras aves, han ido depositando en la tierra muchas semillas traídas de lejos, lo que ha formado un oasis con los más raros ejemplares de palmeras. Este refugio de aves, también lo ha sido de navegantes y piratas. Canarias siempre ha sido un lugar de acogida.

Sol y playa

Posiblemente el mejor clima de la isla. Y muchas playas extremadamente salvajes y hermosas. En Maspalomas está el famoso faro, y un mar de dunas que la hacen conocida en media Europa, de donde llegan turistas en cualquier época del año (¿quizá demasiados?).

El clima es caliente todo el año, llueve poco y el sol brilla mucho, mucho. La vida en Maspalomas tiene otro tono: la sensación vacacional siempre está presente. Es un destino que no falla, que da lo que promete. Una belleza natural.