Se venden islas en Chile: una oportunidad millonaria para vivir en el paraíso

No son pocos los millonarios que se han hecho con una isla privada para ellos solitos. Beyoncé, Shakira, Leonardo DiCaprio, Kim Kardashian, Lindsay Lohan, David Copperfield, Johnny Depp y una larga lista de nombres conocidos tienen o han tenido algún tipo de relación con una isla privada. La moda de tener una viene de unos años atrás y se debe a la necesidad de tranquilidad, aislamiento y soledad que ofrece este tipo de propiedad. Algunos de los lugares más solicitados son Maldivas, Florida y, en general, el mar Caribe.

Los viajeros también eligen cada vez más las islas privadas como alojamiento, sobre todo en destinos como Bali, Cancún o Fiji. Allí son más asequibles y, en muchas ocasiones, resulta ser la única opción factible para conocer esos lugares. Otras alternativas es postularse para ser cuidador de isla, ofertas que cada vez se ven más en los portales de búsqueda de empleo. Sea como fuere, isla privada es sinónimo de lujo.

Isla de Garrao

El planeta cuenta con múltiples paraísos, como la isla chilena de Garrao, en el Océano Pacífico y la región de Aysén, donde reina la naturaleza por encima de cualquier otro aspecto. Actualmente está deshabitada, pero hace miles de años allí vivían los llamado Chonos, nómadas canoeros que vivían en perfecta conexión con el bosque y el mar. Allí solo quedan las formaciones vegetales con las que convivieron: ciprés de las guaitecas, coigüe de chiloé, tepú, tineo y mañío de hojas punzantes.

Se extiende por casi 70.000 metros cuadrados de los que hay 82 kilómetros de costa frente al Parque Nacional Isla Magdalena. El valor es de 5.600.550 millones de euros y en principio habría que pedir permiso al departamento de zonificación y urbanismo de la empresa Nest Seekers. El clima allí suele ser templado y húmedo, con temperaturas medias en enero entre los 10 y los 13 grados y en julio entre 4 y 7 grados, donde la influencia oceánica suaviza las oscilaciones de las temperaturas.

Isla Traiguén

Desde el año 2008 pertenece al empresario Eduardo Ergas, ingeniero comercial y director de Ecocopter S.A. y presidente de la Fundación EcoScience. Ahora quiere venderla por 35 millones de dólares, asegurando que "el dinero será reinvertido en conservación, en un momento en que la Tierra vive una gran crisis". Cuenta con un terreno equivalente en tamaño a Hong Kong y siete veces Manhattan, de más de 4.450 hectáreas, 63 kilómetros de playas y 80 lagunas de agua dulce.

Se encuentra también en la región de Aysén y está habitado desde hace unos 80 años por la comunidad indígena Nahuelquín-Delgado que cuenta con un 'Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios' reconocido por el estado chileno. Los indígenas denuncian las falsas intenciones de Ergas, así como que se haya puesto en venta actualmente: "La única forma de sacarnos de ahí va a ser muertos", sentenció el líder, Benjamín Nahuelquín, para infobae.